Niño Azul, el contador: detuvieron a una pieza clave en el engranaje del negocio narco de la villa 1-11-14
Ulises Romero Godoy está considerado por los investigadores judiciales y policiales como una “figura preponderante” en la organización criminal que históricamente estuvo liderada por Marco Estrada Gonzáles, más conocido como Marcos
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En septiembre pasado, cayó Johny Ray Arnao Quispe, al que todos llaman Pantro y sindicado como líder de la organización narco que domina la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, desde hace 20 años y que históricamente estuvo comandada por Marco Estrada Gonzáles, conocido simplemente como Marcos. Hoy, en una serie de procedimientos hechos por la Policía Federal Argentina (PFA), fue detenido Ulises Romero Godoy, alias Pitufo o Niño Azul, considerado una “figura preponderante” de la banda criminal.
“Romero Godoy, en la actualidad, resulta ser una de las figuras preponderantes de la actividad ilícita dentro de la organización narcocriminal. En el marco de este expediente se lo ubica como uno de los actuales organizadores de la actividad ilícita y el responsable de uno de los turnos de venta de drogas”, se había explicado en un dictamen donde el fiscal federal Eduardo Taiano, su colega Diego Iglesias, funcionario a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), y Cecilia Amil Martín, que conduce la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (Ufeide) del Ministerio Público porteño, pidieron las detenciones de Pantro, Pitufo y otros 21 sospechosos.
En las últimas horas, los fiscales Taiano e Iglesias y el auxiliar fiscal Matías Álvarez solicitaron 26 allanamientos. En los operativos, ordenados por el juez federal Ariel Lijo y que continúan a esta hora, se detuvo a siete sospechosos y secuestraron nueve kilos de cocaína, 18 kilos de marihuana, ocho armas de fuego, municiones y $1.363.320.
Según explicaron a LA NACION fuentes judiciales, Pitufo o Niño Azul, otro de los apodos de Romero Godoy, fue uno de los encargados de manejar la contabilidad del millonario negocio del narcomenudeo cuando la banda era liderada por Marcos.
En diciembre pasado, cuando procesó con prisión preventiva a Pantro, el Lijo sostuvo que la organización narco facturaba entre 500.000 y 900.000 pesos por día.
Al definir la situación procesal de los sospechosos, el magistrado consideró a Pantro como organizador de la banda y le trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 5.000.000 de pesos.
Pitufo o Niño Azul ya había sido detenido en 2011 por personal de la Gendarmería Nacional cuando intentó ingresar en el país desde Bolivia. En mayo de 2013, el Tribunal Oral Federal (TOF) porteño N° 3 lo condenó a la pena de seis años de prisión al encontrarlo culpable de los delitos de “tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio agravado por la participación, en forma organizada, de tres o más personas y acopio de armas de fuego, sus piezas y municiones”. La condena venció el 15 de marzo de 2017.
Históricamente, la banda manejaba el negocio por “turnos”. “Desde sus inicios, la organización investigada detenta una compleja estructura de funcionamiento, dividiendo sus actividades en distintos estratos, esto es, personas que detentan diversos roles, funciones y turnos de 28 días consecutivos y rotativos entre las dos facciones [el grupo de Marcos y el de su hermano, Fernando Estrada Gonzáles, alias Pity y prófugo de la Justicia]”, según el expediente judicial.
En el juicio donde los jueces Javier Ríos, Andrés Basso y Fernando Machado Pelloni, integrantes del Tribunal Oral Federal (TOF) N° 3 condenaron a Marcos, el fiscal Diego Velasco sostuvo que en un turno de 28 días se podía llegar a recaudar $14.000.000 equivalentes, en su momento, a 900.000 euros.
En el expediente donde pidieron las detenciones de Pantro, Pitufo y sus cómplices, los fiscales explicaron que Romero Godoy estaría a cargo de uno de los turnos.
“Conforme surge de las tareas [investigativas], con posterioridad a haber recuperado su libertad, Romero Godoy continuó interviniendo en las actividades de la banda con un rol especialmente relevante”, explicaron los representantes del Ministerio Público. Es más, en el debate oral donde Marcos fue condenado a la pena única de 24 años de cárcel, el fiscal del juicio, Diego Velasco, afirmó que el ingreso de la droga a la villa “era coordinado y organizado por una persona conocida con los apodos de Niño Azul o Pitufo, que tendría vinculación con todas las otras gerencias [eslabones superiores de la banda]”.
Pitufo empezó “desde bien abajo en la banda”. Comenzó como “marcador”, después pasó a ser el encargado del abastecimiento de la droga y de organizar la distribución entre los distintos puntos de venta.
“En este sentido, surgió que aparentemente desde hace ya algunos años la sustancia estupefaciente no ingresa directamente en la villa 1-11-14 A-, sino que el material ilícito sería depositado en una propiedad de la provincia de Buenos Aires y cuando Romero Godoy da la orden, otra persona se encargaría de ingresarla al asentamiento en cuestión para entregársela de manera directa”, habían afirmado en septiembre pasados los fiscales.
En el dictamen presentado en las últimas horas, donde solicitaron los 26 allanamientos, los representantes del Ministerio Público, explicaron: “Queda claro que la banda continúa contando con una gran cantidad de individuos cuya función principal es la de aportar la seguridad necesaria para garantizar que cada uno de los estratos de esta pirámide pueda cumplir con su función, la de efectuar la venta al menudeo de las sustancias estupefacientes y, por último, en la base de la estructura los integrantes que se encargan de alertar y/o dar aviso sobre la presencia policial o persona extrañas al barrio. Algunos de ellos han sido individualizados en el apartado anterior”.
No solo hubo allanamientos en la villa 1-11-14, sino también en inmuebles de Parque Chacabuco, en La Boca, Florencio Varela y La Matanza.
Uno de los objetivos de los allanamientos era detener a John Paul Revilla Estrada, alias Burro y de 45 años, sobrino de Marcos. En marzo del año pasado había sido expulsado del país.
“Se ha determinado a través de los investigadores y de la declaración de un imputado colaborador que, si bien luego de esa detención permaneció en Perú, continuaba recibiendo dinero producto de las ganancias de la banda por su rol jerárquico en la estructura e impartiendo órdenes desde ese país, lo que se coincide con las anotaciones secuestradas. Luego de la reestructuración de la banda, regresó al país y es uno de los encargados de la venta de drogas, coordinando con los organizadores”, explicaron los fiscales en el dictamen donde pidieron su detención.
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