Piden duras penas para la periodista y el falso pastor
Durante su alegato, el fiscal Eduardo Zaratiegui solicitó que Estefanía Heit y Jesús Olivera sean condenados a 16 y 22 años de cárcel; el lunes, el veredicto
Para el fiscal del juicio, Eduardo Zaratiegui, no hubo dudas: entre el 9 de agosto y el 12 de noviembre de 2012, Sonia Molina fue "reducida y ocultada". En ese lapso, fue víctima de "maltratos físicos, consistentes en golpes y agresiones efectuados mediante las manos, puños y rodillas, y la utilización de elementos varios, provocándole lesiones y quemaduras". Los responsables de la aberrante situación fueron para el representante del Ministerio Público la periodista Estefanía Heit y el supuesto pastor Jesús Olivera.
Así lo sostuvo el fiscal Zaratiegui durante los alegatos ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) N° 1 de Bahía Blanca, donde solicitó las penas de 22 años de cárcel para Olivera y 16 para Heit.
Antes los jueces María Elena Baquenado, Mario Lindor Burgos y Hugo de Rosa, el fiscal pidió que los acusados sean condenados por los delitos de privación ilegal de la libertad con fines coactivos, agravada por haber causado a la víctima lesiones graves, homicidio en grado de tentativa y estafas reiteradas en concurso real.
También, para Olivera, de 30 años, el fiscal solicitó al TOC N° 1 que se lo condene por el abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado de Molina.
Zaratiegui reclamó las duras condenas para la periodista y para el supuesto pastor. No obstante, aclaró, si el tribunal no diera por probado el abuso sexual de Molina, el falso pastor Olivera debería ser penado con 20 años de cárcel.
"Estoy conforme con las penas pedidas por la fiscalía y estoy tranquila. Trato de aferrarme a lo positivo, que es que estoy viva gracias a Dios. Espero que estas personas no salgan por mucho tiempo, por el grado de psicopatía que tienen", afirmó Molina, de 35 años, después de la audiencia.
En cambio, en su alegato, la defensa de los acusados solicitó que ambos sean absueltos, al considerar que no se "acreditó en el juicio la comisión de los delitos".
"Se comprobó que entre el 9 de agosto de 2012 y el 12 de noviembre del mismo año, en el domicilio de Grand Bourg 1823, de Coronel Suárez, se redujo y ocultó a Molina", sostuvo el fiscal en su alegato según la reconstrucción de la agencia de noticias Télam.
Para el representante del Ministerio Público, la denunciante sufrió "maltratos físicos consistentes en golpes y agresiones efectuadas mediante las manos, puños y rodillas, provocándole lesiones y quemaduras".
Además, resaltó que Molina estaba bajo "coacción y amenazas contra su integridad física y de sus familiares" y sin su documentación personal, que le fue retenida.
"Se provocó a Molina un estado de desnutrición y deshidratación severo, que puso en riesgo cierto su vida producto de una alimentación deficiente y de períodos de ayunos", agregó el fiscal.
Según Zaratiegui, en "ocasiones la víctima fue obligada a la ingesta de vinos, psicofármacos o inhalación de pegamento, ocasionándole un estado de confusión, con el conocimiento de la posibilidad del deceso de Molina y la aceptación del mismo".
Sobre cómo fue captada Molina, Zaratiegui consideró que fue engañada por los acusados con la existencia de la congregación Amar es Combatir, "supuestamente dedicada a la realización de obras benéficas a personas carecientes y con capacidades disminuidas".
"La supuesta tramitación de la creación de una nueva congregación con la denominación Visión 21, en la cual la víctima participaría como encargada contable, previa formación profesional para ese cargo", fue uno de los ardides, agregó Zaratiegui.
El fiscal dio por probado que tanto Olivera como Heit le exigieron a Molina que les pidiera dinero a sus familiares y allegados en comunicaciones telefónicas en las que le daban a leer un texto que ellos previamente habían escrito, y luego se quedaban con él.
En cuanto a los abusos sexuales a los que Molina dijo haber sido sometida, el fiscal concluyó que "fue accedida carnalmente en forma reiterada" y que sufrió "penetración vía vaginal, anal y fue obligada a practicar sexo oral".
Luego, Claudio Lofvall y Leonardo Gómez Talamoni, defensores de los acusados, sostuvieron que no quedaron en el debate debidamente acreditados los hechos ocurridos ni la conducta criminal de la pareja.
El veredicto se conocerá el lunes próximo.