Perpetua a los cuatro acusados del triple crimen de General Rodríguez
Se trata de los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor y Marcelo Schillaci, responsables de los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina
Después de un larga espera, se conoció el veredicto del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de Mercedes por el triple homicidio de General Rodríguez: prisión perpetua para los cuatro acusados de haber participado en el múltiple crimen que dejó al descubierto el comercio ilegal de la efedrina en la Argentina.
Los jueces Fernando Bustos Berrondo, Graciela Larroque y Marco Barski, por unanimidad, encontraron culpables a los hermanos Víctor y Marcelo Schillaci, de 30 y 31 años, respectivamente, y a los hermanos Cristian y Martín Lanatta, de 37 y 38 años, respectivamente.
El único de los procesados que llega detenido a la sentencia fue Martín Lanatta; su hermano contaba con arresto domiciliario y los Schillaci fueron excarcelados antes del comienzo del debate. Pero anoche, apenas se conoció el veredicto, quedaron todos presos.
Los cuerpos de las víctimas Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina fueron hallados el 13 de agosto de 2008 en un descampado de General Rodríguez.
"Fue un fallo a Derecho, una investigación sin testigos de identidad reservada y una prueba con una interpretación que no pudo ser refutada", afirmó a LA NACION, cerca de la medianoche, pocos minutos después de conocerse la sentencia, el abogado Miguel Ángel Pierri, que representa a la familia Ferrón.
Duro alegato fiscal
En sus alegatos, los fiscales Marcela Falabella y Juan Ignacio Bidone habían pedido prisión perpetua para los cuatro imputados por el delito de privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por la participación de más de dos personas.
Los fiscales indicaron como móvil del triple crimen el presunto intento de las víctimas de quedarse con el negocio del tráfico ilegal de efedrina.
Falabella afirmó que éste fue un crimen "premeditado" y "motivado en la sociedad de hecho que conformaron las tres víctimas para dedicarse al tráfico de sustancias químicas, entre ellas la efedrina".
La fiscal explicó que no sólo tuvieron participación los pares de hermanos sino también Ibar Pérez Corradi -prófugo desde marzo último y sindicado como autor intelectual de los crímenes-, y que en el hecho participaron el ex policía bonaerense Sergio Galeano y Ana Laura Montiel, esposa de Martín Lanatta, aunque no solicitó ninguna medida para estas dos personas.
En tanto, Alejandro Sánchez Kalbermatten, abogado de la familia de Bina, también había pedido que los cuatro acusados sean condenados a prisión perpetua y se les dicte la inmediata detención a los que permanecen en libertad, aunque los jueces decidieron rechazar esto último.
Kalbermatten consideró a los acusados coautores materiales de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por su comisión mediante violencia, amenazas, empleo de armas y aplicación de tormentos reiterada (tres hechos) seguida de muerte en concurso real con triple homicidio agravado por su comisión mediante ensañamiento, alevosía y criminis causae con el concurso premeditado de dos o más personas.
Subsidiariamente, el letrado pidió que los imputados sean condenados como coautores de privación ilegítima de la libertad seguida de muerte.
Por su parte, Pierri adhirió a los argumentos de su colega y de la fiscalía y también pidió prisión perpetua. Pierri pidió condena por privación ilegítima de la libertad seguida de muerte, aunque no requirió la detención de los imputados.
En tanto, Roberto Casorla Yalet, defensor de los Lanatta, y Omar Daer, de los Schillaci, solicitaron la absolución por falta de pruebas y plantearon la inconstitucionalidad de la aplicación de la prisión perpetua sin condena firme.