“Perdimos como en la guerra”. Los singulares métodos de la banda que usaba “caminantes” para sortear los controles antidrogas
Trasladaban cargas de 100 kilos de cocaína en autos, y cuando se topaban con algún control policial, lo rodeaban a pie mientras el vehículo superaba la requisa; seis integrantes de la organización fueron detenidos en Tucumán
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La Justicia federal de Salta procesó con prisión preventiva a seis presuntos integrantes de una banda narco que traficaba droga desde San Ramón de la Nueva Orán hacia el sur a través de un singular método: cada vez que se topaban con un retén carretero de alguna fuerza de seguridad, se valían de “caminantes” que tomaban las cargas –generalmente, de 100 kilos de cocaína– y rodeaban a pie los puestos de control mientras los vehículos superaban las requisas.
Los seis sospechosos fueron arrestados el 30 de abril pasado en una estación de servicio de la localidad de Trancas, en Tucumán, adonde se habían reagrupado después de que una parte de la célula narco se descartara de la droga que intentaban traficar luego de darse cuenta de que los seguía la Gendarmería.
“Perdimos como la guerra”, le dijo la mujer de uno de los detenidos a un cómplice, según consta en una escucha telefónica usada por el fiscal general Eduardo José Villalba para fundamentar los pedidos de procesamiento ante la jueza federal de Garantías N°2, Mariela Giménez, que dio por formalizada la imputación penal contra Ismael Damián Humberto Ballester, Juan Carlos Miranda, Agostina Miranda, Daniel Alejandro Vaca, Carlos Alberto Tanda y Gabriel Toledo, acusados de los delitos de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes y confabulación.
El procedimiento, según informó fiscales.gob.ar fue fruto de más de un año de investigación de la Procuraduría de Narcocriminalidad del Noroeste Argentina (Procunar NOA), que consideró “organizadores” de la asociación ilícita a Juan Carlos Miranda, empleado municipal de Orán, y a Ballester, un hombre con antecedentes por robo en banda, en Jujuy, y por homicidio en ocasión de robo, en Tucumán.
La investigación comenzó el 18 de abril de 2023 con un informe de la Unidad de Reunión de Información de Jujuy de la Gendarmería. En la audiencia imputativa del viernes pasado, los auxiliares fiscales Mariana Gamba Cremaschi y Jorge Viltes Monier alegaron que “la organización se dedicaba a la adquisición de estupefacientes en la localidad fronteriza de Aguas Blancas, en la ciudad de Orán, para luego emprender el traslado de la droga bajo una modalidad singular”.
Y precisaron: “Los organizadores disponían de vehículos, tanto para el transporte de la carga como para que vigilen las rutas de posibles controles, y de dos a tres personas más que cumplían el rol de “caminantes”, cuya función consistía en descender con la carga, previo a cada control que fuera detectado por los ‘coches punteros’”, y que “con la droga en mochilas o bolsos, los ‘caminantes’ rodeaban los puestos de requisa de las distintas fuerzas de seguridad, mientras el vehículo se sometía al control respectivo, y posteriormente volvían a abordarlo”. Cuando la carga superaba los 100 kilos, este era el modus operandi estándar de la banda.
Escuchas reveladoras
Los auxiliares fiscales explicaron que el 30 de abril pasado, la Procunar NOA “tenía bajo seguimiento a los acusados, dado que estaba en proceso el transporte de una carga de 100 kilos de cocaína”, pero “la operación fue abandonada por los integrantes de la organización luego de advertir que eran vigilados por personal de la Gendarmería”.
Viltes Monier precisó que “los movimientos de los principales acusados eran monitoreados a partir de intervenciones telefónicas, de las cuales surgió una alerta realizada por una mujer, familiar de uno de ellos, quien le dijo que debían deshacerse de la droga”. Añadió que el estupefaciente fue abandonado en una finca de la zona, sin que hasta ahora haya sido encontrado.
El representante del Ministerio Público Fiscal detalló que los integrantes de la organización se reunieron en la estación de servicio, a la que Juan Carlos Miranda llegó allí al volante de Chevrolet Aveo, acompañado por Agostina Miranda, Ballester, Tanda y Toledo, en tanto que Vaca iba bordo en un Fiat Cronos.
El sexteto había comenzado el operativo el día anterior. Según publicó fiscales.gob.ar, la fiscalía reveló una conversación entre Miranda y su pareja, quien es buscada intensamente. “En el diálogo, el acusado le dijo, en lenguaje encriptado: ‘Aquí vine a marcar’. Y la mujer le contestó: ‘Recién estamos por salir porque todavía están poniendo a orillas del río’”.
“Marcar”, aclaró Viltes Monier, se refiere al “rol de vigilancia sobre la ruta, a fin de limpiar el camino del rodado que transporta la carga”. El auxiliar sostuvo que esa acción se confirmó a partir de la escucha de una comunicación en la que “Miranda expresó que iba ‘a estar barriendo’ la ruta, en alusión a identificar posibles controles de seguridad”.
Las escuchas también les permitieron saber que los sospechosos habían emprendido camino hacia el sur y se habían alojado en un hotel de Metán, en el sur de Salta, y que los tripulantes del Chevrolet Aveo y del Fiat Cronos “reportaban entre sí sus movimientos”. El grupo grande que iba en el primer auto era el de los “barredores” y “caminantes”. En el otro Vaca iba solo y llevaba la carga de droga.
Esa sospecha encontró sustento en una comunicación en la que Juan Carlos Miranda le advirtió a Vaca: “Ñano, descargá rápido, que ahí pasó la Federal; fueron a dar la vuelta. Descargá y volá de ahí”.
Vaca se deshizo del material estupefaciente y, siguiendo instrucciones, se dirigió a la estación de servicio de Trancas, en Tucumán, muy cerca de la frontera sur de Salta. Allí los atraparon los agentes federales, que advirtieron que “todos los ocupantes que Miranda llevaba en su auto tenían los calzados con barro”, lo que, según el auxiliar fiscal Viltes Monier, “evidencia la modalidad de tráfico descripta”.
La fiscalía consiguió hilar otro indicio poderoso: una comunicación entre la pareja de Juan Carlos Miranda con otro implicado, quien aún no fue detenido. “Hemos perdido como la guerra; ya se llevaron a Agus [Agostina Miranda], a Maxi, al jujeño, al ‘Grandote’ [Vaca]. Todos detenidos en Tranca. Nosotros hemos escapado”, le dijo, al tiempo que le aclaró que “no los pillaron con nada”, es decir, no les encontraron la droga en su poder.
Peligrosos y con posibilidad de fuga
El fiscal general Villalba justificó el pedido de prisión preventiva de los acusados en función de los “riesgos procesales latentes”, como el de fuga y de entorpecimiento de la investigación. Lo basó en varias inconsistencias migratorias registradas por los acusados al salir del país hacia Bolivia.
También resaltó la peligrosidad de Ismael Ballester, de quien reveló que tiene pendientes dos juicios: uno, en Jujuy, por dos hechos de robo calificado, en despoblado y en banda ocurridos en 2014 en la localidad de Yuto, y otro, a requerimiento del Juzgado de Instrucción N°2 de Tucumán, como partícipe de un asalto ocurrido el 24 de marzo de 2016 en un puesto tambero de la localidad de Choromoro, donde un grupo de ladrones irrumpió a los tiros y mató de cuatro balazos a Oscar Marcelo Gallardo, un trabajador rural de 65 años.
En definitiva, la jueza Giménez dictó las prisiones preventivas sobre la base de los antecedentes de la organización y la falta de arraigo de los acusados, la peligrosidad de los detenidos y la “extrema gravedad” del hecho imputado. También valoró que existe “mucho material incriminatorio en su contra”.
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