“Pensé que la iban a matar”. Vio cómo cinco ladrones golpearon a su hija y la tiraron al piso delante de su nieto
El violento asalto ocurrió en Parque Patricios; los delincuentes, que también le apuntaron con un arma al marido de la víctima, huyeron hacia la Villa Zavaleta en una camioneta robada
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Un violento asalto conmocionó al barrio porteño de Parque Patricios cuando una familia fue atacada por cinco delincuentes armados mientras descargaban sus pertenencias del auto frente al domicilio de la madre de la víctima. Cerca de las 20, tres de los asaltantes rodearon a la mujer, que estaba al volante, y la amenazaron para que entregara las llaves de su vehículo. Al mismo tiempo, otro ladrón apuntó al hombre con un arma y le quitó la riñonera y el teléfono móvil. Todo ocurrió frente al hijo de la pareja, de 10 años, que observó aterrorizado cómo su madre era arrojada al suelo por los asaltantes.
La abuela del chico, Esther, fue testigo clave del ataque. Desde la puerta de la casa le gritó al niño que corriera hacia adentro para ponerse a salvo. Luego se acercó para auxiliar a su hija, que intentaba levantarse después de haber forcejeado con los delincuentes. “Pensé que la iban a matar”, declaró la mujer a LA NACION, todavía conmocionada. Según relató, los delincuentes huyeron sin llevarse el auto, pero lograron escapar en dirección a la Villa Zavaleta, de Barracas, en una camioneta 4x4 sustraída previamente.
El incidente ocurrió en la calle Luna 352, una zona que, según los vecinos, ha experimentado un aumento constante en la inseguridad. Esther, residente del barrio desde hace 54 años, expresó su profunda desilusión por el deterioro que ha sufrido el lugar. “Era un barrio hermoso, pero hace 10 años que no se puede vivir tranquilo”, afirmó. A pesar de haber reforzado su vivienda con tres puertas de seguridad, señaló que los robos son cada vez más habituales y que los vecinos están agotados de vivir en un estado constante de temor.
Otros vecinos compartieron con LA NACION sus experiencias, corroborando que la inseguridad es un problema creciente en la zona. Mario Gago, vecino de la zona, relató que hace apenas dos semanas su sobrino fue víctima de un violento asalto mientras iba camino al supermercado. “Lo interceptaron a plena luz del día, le apuntaron con un arma y le sacaron todo. No se llevaron solo sus cosas, también le dejaron un miedo terrible. Ahora ni quiere salir de casa”, expresó con indignación.
Por su parte, Camila Rietti, otra residente del barrio, señaló que la cercanía con la Villa Zavaleta agrava la inseguridad en el área. “El problema es que estamos al lado de una zona donde la policía no entra. De ahí vienen muchos de los delincuentes que nos tienen aterrados. No importa si es de día o de noche, vivimos con miedo constante”, afirmó. Rietti también comentó que ha reforzado la seguridad de su casa, pero que eso no basta: “Puse rejas, cámaras y alarmas, pero cuando salís a la calle, estás a merced de lo que pueda pasar”.
El chico de 10 años que presenció todo el ataque quedó profundamente afectado. “Está con miedo, no quiere salir de la casa”, explicó su abuela. En el momento del asalto, el menor sostenía la correa de su perro y observaba cómo su madre forcejeaba con los delincuentes. Los gritos desesperados de la familia quedaron registrados en un video tomado por una cámara de seguridad. En las imágenes se puede ver el forcejeo entre la madre y los delincuentes, seguido de la rápida huida de los asaltantes. Mientras escapaban, se escuchan los gritos de Esther, quien en medio de la conmoción les gritaba “¡hijos de puta!”.
Según fuentes policiales consultadas por LA NACION, tras el ataque, la familia realizó la denuncia en la comisaría correspondiente y proporcionó datos clave para la investigación, incluyendo la ubicación del teléfono celular del hombre, localizado gracias al GPS en la Villa Zavaleta. Sin embargo, desde la familia aseguraron que, a pesar de haber entregado esa información, los efectivos policiales se negaron a ingresar en la zona.
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