Pelea. La víctima reconoció al futbolista de Arsenal como uno de los atacantes
MAR DEL PLATA.- Matías Montín, el joven de 20 años que sufrió lesiones en el cráneo tras un ataque sufrido el pasado martes a la madrugada en la discoteca Ananá, declaró hoy ante la fiscal Andrea Gómez y reconoció entre los protagonistas de la gresca a Matías Belloso, futbolista de Arsenal y único de los tres acusados por este caso que sigue el proceso en libertad.
Gabriel Galvano y Andrés Bracamonte, los otros dos imputados, continúan alojados en la Unidad Penal N°44 de Batán a la espera que la justicia resuelva el pedido de excarcelación que anteayer presentó su abogado. El primero, que reconoció haberle pegado un "botellazo" a Montín, afronta cargos por Lesiones graves, en tanto para los otros dos la caratula es lesiones leves en riña. Bracamonte es hijo del barra conocido como Pillín, jefe de la hinchada de Central.
La víctima aceptó responder a preguntas de la investigadora judicial desde la habitación del Hospital Privado de la Comunidad donde permanece internado desde hace cinco días. Las primeras 72 horas estuvo Montín en terapia intensiva, dada la complejidad y riesgo del hematoma interno que todavía tiene en la cabeza, producto de al menos tres golpes con una botella de champagne.
Mientras brindaba este testimonio judicial, Montín sintió algunas molestias en un brazo, por lo que se interrumpió la declaración y los médicos se abocaron a seguir esos síntomas ante el riesgo de una posible derivación de la lesión que tiene en la cavidad craneana, según confirmó el padre de la víctima, Carlos Montín.
Desde la madrugada del martes último, cuando sufrió la brutal agresión, Montín no tiene registro de lo ocurrido. Pero sí puede recordar situaciones anteriores y posteriores. Por ejemplo, la discusión previa que uno de uno de sus amigos tuvo en el baño con Belloso, que este último selló a golpes. Y luego el momento en que está rodeado por sus amigos y asistido por una enfermera del local nocturno, según confiaron a LA NACION familiares del joven y fuentes judiciales.
Todavía en internado, pero de buen ánimo, producto de una leve pero sostenida recuperación que logró durante estas últimas jornadas, Montín le contó a la fiscal que Belloso había golpeado en el baño a uno de sus amigos. Cuando supo de lo ocurrido se quiso acercar para preguntarle por qué lo había atacado de esa manera.
Allí es donde se da el cruce violento en el que las versiones confrontan. Los acusados advierten que solo atinaron a defenderse porque se les acercaba el grupo de Montín. Los amigos de la víctima aseguraron que no fueron a pelear, que iban todas las noches a ese lugar y que solo se acercaban a pedir explicaciones para que se calme la tensión tras lo ocurrido en el baño.
Galvano, en su declaración, admitió que le pegó a Montín un golpe con una botella de champagne. El joven presenta por lo menos tres lesiones cortantes, todos con apariencia de ser producidos con un objeto contundente: tiene lesiones óseas y cortantes en cráneo y también una inflamación muy importante a la altura del ojo izquierdo, que recién en las últimas horas comenzó a ceder.
Sergio Fernández, abogado de Galvano y Bracamonte, señaló que este último fue "espectador de lujo" de la pelea ya que considera que no tuvo intervención directa en los golpes a Montín. Los testimonios de amigos de este último los involucran a todos casi por igual.
El ataque se produjo cuando se cumplía media hora del pasado lunes y restaba otro tanto para el cierre de Ananá, que funciona en la planta baja del complejo La Normandina. La fiscal Gómez, que tomó la posta en la causa que había iniciado su colega Paulo Cubas, asegura que los responsables del local no dieron aviso a la policía, que recién tomó conocimiento del hecho casi nueve horas después.
Cuando se ordenó ubicar a los agresores, que estaban identificados porque esa noche habían reservado una mesa en el sector VIP, se descubrió que estos habían dejado el hotel. La policía interceptó a Bracamonte y Galvarno en Zárate, cuando iban rumbo a Rosario en un BMW del primero . Belloso también fue parte de ese viaje, pero no estaba en el vehículo cuando el grupo fue detenido. Para el fiscal Cubas, los agresores querían fugarse.
Los dos acusados fueron aprehendidos y trasladados a Mar del Plata en una patrulla. Belloso se presentó por sus propios medios en los tribunales, donde declaró y una hora después quedó en libertad, aunque siempre imputado.
Carlos Montín dijo a LA NACION que Belloso se comunicó con él para pedirle disculpas por lo que había pasado. Para ese entonces los otros dos imputados ya estaban camino a la cárcel.
La fiscal Sánchez trabaja desde ayer en la causa y anticipó que por el momentono cambiará la caratula de la causa, que el abogado de la querella, Ignacio Trimarco, pide que pase a tentativa de homicidio. Entre los primeros pasos que dio fue participar del allanamiento a la discoteca Ananá, solicitado por la querella. Allí pudo conocer en detalle las características de la escena, se buscaron otros elementos de prueba y se revisaron las cámaras de seguridad, que registraron parte de lo acontecido pero no el momento crucial de la agresión.
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