“Pegar tiros o quemar la persiana”. La caída del capo de la mafia china que pedía videos como prueba para pagar el “trabajo”
En las últimas horas, detectives de la Policía Federal detuvieron a Zheng Jianwei, conocido como Adrián, acusado de reclutar mano de obra para que concretaran las extorsiones y las amenazas a comerciantes chinos
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Apenas el conductor estacionó el auto, el joven que estaba sentado del lado del acompañante se bajó y cruzó la calle. Caminó hasta el supermercado Fu Shun y, por debajo de una de las puertas, deslizó un papel, que en idioma chino tenía escrita una advertencia: “Tenés que pagar cincuenta mil dólares dentro de dos días si no, te matamos”. El muchacho, de nacionalidad venezolana y de 22 años, no lo advirtió, pero a pocos metros de él, había un oficial de la Policía de la Ciudad, que observó todo el accionar sospechoso y, después de darle la voz de alto, lo redujo.
Poco segundos después, el uniformado hizo lo mismo con el conductor del auto, un joven colombiano de 24 años. En el interior del vehículo secuestró otras cinco notas, también escritas en chino: “Te doy dos días, prepara 50 mil dólares o te voy a cagar a tiro”; “Arregla ya”; “Última oportunidad, en dos días, si no arreglás, te mato a tu familia uno por uno y van a salir en las noticias”; “Te doy una última oportunidad: si en dos días no arreglás te mato a tu familia, si no crees, vamos a probar”, y “Prepara 50 mil dólares, si no arreglás el problema, la vas a pagar vos”. Todas las amenazadas finalizaban con un número de teléfono para que la víctima se comunicara con los extorsionadores.
Los dos jóvenes quedaron detenidos. En su indagatoria ante el juez porteño Darío Bonanno, los dos jóvenes dieron la misma versión: que, poco antes de ser detenidos, cuando se detuvieron en un semáforo en rojo, se les apareció un ciudadano chino y les ofreció dinero a cambio de que arrojaran por debajo de la puerta un papel en el supermercado situado en La Rioja 2137, en Parque Patricios. Ambos fueron procesados por el delito de extorsión en grado de tentativa.
En parte, no mentían. Tras dos años y ocho meses de investigación, detectives de la División Antifraude de la Policía Federal Argentina detuvieron en las últimas horas a Zheng Jianwei, conocido por su alias de Adrián, acusado de ser quien les encargó el “trabajo” de dejar la amenaza en el supermercado Fu Shun, de Parque Patricios, un mensaje de la denominada mafia china, a cambio de 500 pesos.
En el expediente, el Ministerio Público está representado por el fiscal Leonel Gómez Barbella, que tiene delegada la causa y solicitó la detención y la indagatoria de Adrián.
Adrián, según fuentes policiales, operaba desde una pescadería de la zona de Once. El procedimiento que derivó en su detención fue denominada como Operación Pescado Explosivo.
Tras el análisis de los teléfonos celulares secuestrados en poder de los jóvenes detenidos en Parque Patricios, los detectives policiales y judiciales pudieron recuperar mensajes de WhatsApp que se enviaban los “brazos ejecutores” de la mafia.
En uno de los mensajes de audio, uno de los sospechosos detenidos le explicaba a su interlocutor cómo era el “trabajo”: “Lo que tenemos que hacer es eso que te pasé en los videos, boluda, nada más. Es pegar tiros o prenderle fuego la persiana al chino, es una boludez”.
En otro de los chats, un de los sospechosos contó que “lo de la granada de humo o granada de fuego” se paga “entre 2000 o 3000″. En otro mensaje, hubo una definición: “Son giladas, quilombos de la mafia china”.
En las pruebas halladas en los teléfonos celulares quedó claro que los “ejecutores del plan” criminal tenía que hacer una filmación cuando lograran concretar la “misión”.
“Con ese video, me lo pasás. Con ese video del chino [supermercado] quemándose ya ganás. Yo te pago al otro día, a la noche”, afirmó un sospechoso, según la prueba incorporada al expediente judicial.
Zheng Jianwei, según informaron fuentes judiciales, va a ser indagado mañana por el juez Bonanno.
“Para pagar por los ‘trabajos’, el jefe, Adrián, exigía un video donde quedara documentado que efectivamente el mensaje a los damnificados llegaba”, explicaron fuentes de la PFA.
Según fuentes de la División Antifraude, que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, Adrián y sus “brazos ejecutores” son parte de A. C., una facción de la mafia china que significa Argentina-China.
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