Menor desaparecida en Punta Indio: para los psicólogos, la chica era manipulada por la vecina
La chica de diez años que estuvo seis días desaparecida en Punta Indio era manipulada desde hacía tiempo por Victoria Agüero, la vecina que afirmó haberla encontrado en el fondo de su casa, pero que ahora quedó detenida, acusada de haber retenido a la menor desde el primer día.
Así lo sostuvieron los psicólogos del Ministerio de Seguridad bonaerense que se entrevistaron con la chica después de que fuera hallada, esta mañana, en la casa de Agüero, convertida ahora en la escena de un crimen en la que trabajan peritos del área de Casos Especiales de la Policía Científica provincial.
Los profesionales, según pudo reconstruir LA NACION de fuentes de la investigación, explicaron que la víctima se niega a hablar con su madre, Magdalena.
"El equipo de psicólogos del Ministerio de Seguridad, que asistió a la menor, sostuvo que la chica se encuentra manipulada por Agüero desde antigua data", explicaron fuentes policiales. Eso explicaría, según los investigadores, que la víctima, en su primera versión del hecho, hubiese dicho que durante estos seis días se había escondido en una casilla derruida situada en el arroyo Sarandí, a unos seis kilómetros de donde apareció esta mañana, según la primera información, dentro de un Ford Fairlane abandonado debajo de un tinglado, junto a la casa que compartían Agüero y Rivarola.
El hombre al que su mujer llama Eric había sido aprehendido ayer a la tarde, por inconsistencias en su declaración. Esta madrugada fue liberado. Su pareja dijo que en ese contexto, y cuando llegaban a su vivienda, a las 6 de la mañana, vieron la puerta del viejo Fairlane abierta y encontraron a la víctima dentro, con sus ropas mojadas y embarradas. Agüero dijo que la hizo bañarse, le dio de comer, ropa limpia y, entonces, fue al centro de operaciones montado por la policía bonaerense en el Centro Turístico de Punta Indio, cerca del camping municipal El Pericón, para dar cuenta del hallazgo.
Pero el peso de los indicios y las pruebas que daban cuenta de la fragilidad de la versión de la pareja terminó con ellos detenidos por decisión de la Justicia, que les imputó el delito de sustracción agravada de menores, para el cual se prevén penas de 2 a 6 años de prisión.
Después de que, abrumado por la situación, Rivarola confesara que habían tenido retenida a la chica estos seis días (y se lo habían ocultado a la policía, que incluso revisó la vivienda y sus alrededores al menos tres veces en este tiempo), el foco de los investigadores se posó especialmente sobre Agüero. Esta mujer, que dijo haber trabado relación con la madre de la víctima hace cinco meses, es la misma que, tiempo atrás, denunció en la Comisaría de la Mujer de Verónica a la madre de la chica porque, según afirmó, la maltrataba.
Según declaró Agüero, hoy a la mañana sus perros no paraban de ladrar. Entonces, Rivarola fue hasta el fondo de la propiedad y descubrió que una de las puertas delanteras del Ford Fairlane que tenían abandonado debajo de un tinglado estaba abierta. En el interior del vehículo estaba la víctima, embarrada y mojada.
"La víctima no presentaba signos de haber estado expuesta a las inclemencias del tiempo y tampoco tenía síntomas de deshidratación", explicaron fuentes policiales. Esa situación se contrapone a lo que podría deducirse tanto del testimonio de Agüero -que hablaba de una chica abandonada a su suerte- como del de la propia menor, que dijo que había estado en una casa abandonada en cercanías del arroyo Sarandí, a unos seis kilómetros de su vivienda.
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