Para los forenses, el cuerpo de Ángeles Rawson estuvo entre 4 y 10 horas boca arriba antes de ser descartado

En otra jornada del juicio por el crimen de Ángeles Rawson declararon hoy los médicos forenses que hicieron la reautopsia al cuerpo de la adolescente asesinada en 2013.

Se trata de los médicos forenses Roberto Cohen y Oscar Lossetti, quienes expusieron sus conclusiones ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9. Según sus testimonios, el cuerpo de Ángeles pudo haber estado inmóvil y boca arriba entre cuatro y diez horas después del crimen, hasta que fue acondicionado y movido para ser descartado.

Los expertos indicaron además, según consignó Télam, que detectaron en el cadáver de Ángeles "livideces cadavéricas".

Las livideces son las manchas que aparecen en los cadáveres por la acumulación de sangre de acuerdo a la posición en la que quedó un cuerpo, y en el caso de Ángeles, los dos tanatólogos mencionaron del tipo "ventrales, dorsales y laterales".

Para Cohen la "transposición de livideces" que vio en Ángeles le hizo concluir que la víctima ?después de fallecida estuvo en de cúbito dorsal? (boca arriba) por un lapso de "entre cuatro y diez horas" y luego cambiaron de posición el cuerpo probablemente para acondicionarlo para su descarte.

Incluso, Cohen dijo que si bien el cuerpo presentaba "tres tipos distintos de ligaduras" de hilo sisal al cuello, soga en abdomen y piernas y una cinta plástica de confitería en tobillos-, todas fueron postmortem y con el mismo fin de acondicionar el cuerpo para su descarte.

Cómo y dónde fue descartado el cuerpo de Ángeles es uno de los puntos que la instrucción del juez Javier Ríos y la fiscal Paula Asaro nunca pudo aclarar en la acusación que llevó a juicio al portero Jorge Mangeri (47).

Lo declarado hoy por el forense Cohen hace suponer que en caso de confirmarse su autoría, Mangeri pudo haber dejado el cadáver de Ángeles boca arriba y oculto en algún sitio del edificio -se sospecha de su casa en el 8vo. piso o del sótano de Ravignani 2360-, y al cabo de unas horas lo ató y embolsó para sacarlo del edificio y llevarlo a algún contenedor de basura.

Una vecina del edificio, la abogada Norma Susana Sosa, propietaria del 4o."A", declaró en la instrucción y también en este juicio oral que aquel 10 de junio de 2013, Mangeri le tocó el portero eléctrico alrededor de las 17 para pedirles que sacaran la basura más temprano, a eso de las 18.

Cuando el propio imputado declaró en el juicio, dijo que sacó la basura más temprano porque se sentía mal y quería irse a buscar a su esposa Diana Saettone a la casa de sus suegros en la localidad bonaerense de Talar de Pacheco.

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