Pink Panther en Núñez: extraditan a Italia al ladrón de joyas que vivía con su familia bajo una identidad falsa
La decisión fue tomada por el juez federal Sebastián Casanello; Zvjezdan Begic había sido detenido el año pasado; era buscado por el robo de 20 relojes de lujo y dos importantes brazales, valuados en 200.000 euros, de una joyería de Milán
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Sus vecinos lo conocían como Eduardo René Díaz y bajo esa identidad vivía en Núñez con su pareja y sus hijos. En realidad se llama Zvjezdan Begic y nació en Montenegro el 29 de marzo de 1975. Hace casi un año fue detenido por División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA) y en las últimas horas, el juez federal Sebastían Casanello resolvió que sea extraditado a Italia, país que había ordenado su captura internacional por su presunta participación en un millonario golpe ocurrido en 2016 en una joyería de Milán, donde un grupo de ladrones robó 20 relojes Rolex, Patek Philippe, Hamilton y Cartier, y dos brazaletes valuados en 200.000 euros cada uno.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes con acceso al expediente. El sospechoso detenido en Núñez y que Casanello decidió extraditar, según fuentes de la investigación, era integrante de la denominada organización criminal Pink Panther. Las llamadas Panteras Rosas protagonizaron millonarios golpes en joyerías de Europa.
Durante el juicio de extradición, Begic, que fue defendido por el abogado Carlos Broitman, negó ser parte de la banda que protagonizó el millonario robo en una joyería de Milán. Sostuvo que cuando ocurrió el asalto estaba en la Argentina y dijo que su profesor de golf puede dar fe de la situación.
“Begic negó ser uno de los delincuentes que aparece en una filmación utilizada como prueba para ordenar su captura. Pero es una cuestión que deberá demostrar en el juicio en Italia, no era una cuestión para tratar en un debate sobre el pedido de extradición”, afirmó una fuente que participó de las audiencias.
En el juicio de extradición, el Ministerio Público estuvo representado por la auxiliar fiscal Maria Juliana Márquez. quien en su alegato fundamentó su posición de extraditar al sospechoso.
Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, el falso Eduardo René Díaz fue ubicado después de que personal de Interpol de Italia le comentaran a sus colegas argentinos que el sospechoso tenía una novia o pareja de nacionalidad argentina.
“Hubo una búsqueda en redes sociales. Se lograron determinar ciertas cuestiones laborales de la mujer de Begic y después se ubicó el edificio donde vivía el sospechoso y su familia”, según reconstruyeron fuentes oficiales.
Begic fue detenido el 21 de abril del año pasado a las 8.47 cuando salió del edificio cuando salió del edificio de avenida del Libertador y Ramallo, en Núñez, y comenzaba a caminar sin saber que estaban tras sus pasos.
Pesos, euros y dólares
Cuando fue apresado, el sindicado ladrón tenía en su poder $57.600, 870 euros, 2134 dólares, 2000 guaraníes y dos teléfonos celulares.
La denominada organización criminal Pink Panther. Las llamadas Panteras Rosas protagonizaron millonarios golpes en joyerías de Europa. A Begic, que llegó a vivir en Cannes, y a sus cómplices les adjudican un robo donde obtuvieron un botín de 2.500.000 de euros que se llevaron en dos bolsas negras. Fue en 2005 en una joyería de Saint-Tropez. El millonario golpe duró 75 segundos y los ladrones escaparon en una lancha a motor.
Según el diario francés Libération, un cómplice de Begic fue detenido. Cometió un error que lo llevó tras las rejas: en un bar situado a pocos metros de la joyería bebió una gaseosa y su ADN quedó en el sorbete de plástico. Fue apresado poco después en Ámsterdam, capital de los Países Bajos.
En cambio, Begic escapó. Fue condenado en ausencia en Francia a la pena de 15 años de cárcel. En 2016 habría ingresado en la Argentina con un documento ucraniano a nombre de Tymoffi Ivanenko.
“En la Argentina se reencontró con su pareja, a la que habría conocido en Italia”, explicó a LA NACION una fuente que participó de la investigación.
Los detectives de la Oficina Buenos Aires de Interpol comenzaron a investigar los pasos de Begic en el país hace 18 meses antes de su detención, cuando sus colegas de Italia descubrieron la relación del sospechoso con una argentina.
“El prófugo y la mujer argentina se habrían conocido en Italia. Ella volvió a la Argentina y aquí se reencontraron. A partir de esa investigación aportada por colegas italianos comenzamos a seguir sus rastros en el país”, dijo una fuente policial.
No hay registro de un trabajo formal o informal de Begic en la Argentina. Su pareja tendría negocios vinculados con el rubro de los cosméticos.
“No existe ningún indicio de que haya protagonizado algún hecho delictivo en la Argentina. Tampoco se conoce la existencia de algún plan criminal. Tenía un bajo perfil y no llamaba la atención”, agregaron los detectives policiales consultados.
Sí llamó la atención del personal de Interpol la cantidad de dinero que tenía en su poder el prófugo en el momento de ser detenido. “No es nada habitual salir a la calle con esa cantidad de plata de diferentes países”, explicaron los voceros consultados.
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