Pablo Ventura fue finalmente desvinculado de la investigación del asesinato en Villa Gesell
El juez de Garantías de Dolores, David Mancinelli, aceptó el pedido de la defensa de Pablo Ventura y dictó el sobreseimiento del remero de Zárate, que había sido involucrado en el homicidio de Fernando Báez Sosa por dichos de los diez sospechosos detenidos en Villa Gesell. Ventura no fue identificado por ninguno de los catorce testigos que participaron en las ruedas de reconocimiento. Además, había presentado videos y testimonios de vecinos que estaba en Zárate el 18 de enero pasado a la madrugada, cuando mataron a Báez frente al boliche Le Brique.
Ademas, Ventura, que fue el último de los sospechosos en ser apresado el día del homicidio, fue el único que aceptó declarar para explicar que no estuvo en Villa Gesell la madrugada del homicidio, mientras que los otros arrestados se negaron a ser indagados. Cuando los policías bonaerenses irrumpieron en la casa que alquilaban los sospechosos preguntaron a quien pertenecía la zapatilla negra ensangrentada al menos uno de los ahora imputados respondió: "A Pablo Ventura", con lo que involucró en la causa al remero de 21 años,
Este hecho sumado a que una vecina manifestó que vio salir a una persona a bordo de un automóvil blanco abonaron la sospecha sobre Ventura debido a que la familia de ese muchacho tiene un vehículo de similares características al señalado a los detectives.
El 18 de enero por la tarde, una comisión policial partió rumbo a Zárate, para buscar a Ventura y lo detuvo en la puerta de su casa. Pero, la familia aportó grabaciones de cámaras de seguridad que indicaron que esa madrugada estuvo en Zárate y, además, revisaron las imágenes de los peajes que en ningún momento registraron el paso de Ventura. Con estos elementos más los resultados de los reconocimientos, la Justicia de Garantías de Dolores dictó su sobreseimiento en la tarde de ayer.
Más allá de las evidencias que la familia Ventura, filmaciones de un restaurante que ubicó a Pablo en Zárate pocas horas antes del asesinato de Báez Sosa, y el testimonio de personas que lo vieron cerca de su casa en el momento del crimen, las 4.44 del 18 de enero, el remero participó en las 14 ruedas de reconocimiento y ningún testigo del homicidio lo ubicó en ese ataque frente al boliche Le Brique.
La fiscal Verónica Zamboni y los abogados que representan a la familia de Báez Sosa presentaron ayer sendos escritos en los que no expusieron objeciones al pedido de sobreseimiento presentado por la defensa de Ventura.
Fuentes vinculadas con la investigación confiaron que en el peritaje sobre los teléfonos de los diez sospechosos aparecieron una importante cantidad de mensajes entre los sospechosos relacionados con "cargadas" a Ventura.
Los peritos de la Policía Federal también descargaron el contenido del celular de Ventura, quien había entregado la clave para permitir la apertura del aparato y mostrar su disposición para colaborar con la investigación. En ese teléfono móvil no fue encontrado documento alguno que tuviese interés para la causa seguida en Villa Gesell.
Según consta en el expediente, los investigadores habían puesto bajo a un posible sospechoso llamado "Pablo Ventura", que se había ido de Villa Gesell en un Peugeot 208 blanco a las 7.30, antes de que llegaran los detectives policiales a la casa que alquilaban los sospechosos. Tanta precisión con respecto a un nombre y apellido y un auto que efectivamente coincidía con el de la familia Ventura solo podía haber llegado a conocimiento de la policía, por boca de alguien que lo conociera y que, eventualmente, tuviera alguna inquina en su contra. Pocos días demandó probar que ese señalamiento encerraba una mentira.
Ventura no había estado en Villa Gesell la madrugada del crimen; de hecho. José María, el padre de Pablo aportó una filmación del viernes 17 a la noche, horas antes del homicidio de Báez Sosa, donde él, su hijo y su esposa ingresan en un restaurante de Zárate. Y el registro de las cámaras de seguridad del municipio zarateño lo muestran llegando a la cuadra de su casa, en el norte bonaerense, en su auto, casi a la misma hora del crimen.
Tranquilidad para una familia
El padre de Pablo, aseguró ayer a Télam que con esa medida a favor de su hijo, en su familia ahora están "contentos, completamente tranquilos y ya liberados".
Agregó que ya habían comenzado a retomar sus actividades normales y, pese a que se iban a tomar unos "tres o cuatro días de vacaciones", contó que anteayer decidieron abrir la farmacia familiar en la que trabajan, donde la gente fue a darles aliento y abrazarlos.
"Nos merecíamos un bálsamo en el corazón", dijo José María Ventura y comentó que Pablo "se encuentra bien" y que está "más fuerte" que él y su esposa.
Por su parte, el abogado Santoro señaló que "la alegría es medida", ya que no se olvidan que "hay una víctima de 19 años en el medio, y en ese sentido", tanto la familia Ventura como él "tienen mucho respeto por eso".
Santoro consideró que "las pruebas presentadas y los testigos aportados fueron contundentes respecto de la inocencia de Pablo". Entre los elementos mencionados por el abogado para fundamentar el pedido figuró la filmación del restaurante La Querencia de Zárate de la noche del viernes 17 de enero, que registró el ingreso de Ventura junto a sus padres. Además, destacó que "no se lo ubica en la escena del lamentable hecho", y que "han depuesto los testigos propuestos" por la defensa que "en forma contundente lo ubican en la localidad de Zárate" en el momento del asesinato de Báez Sosa.
"Se cayó definitivamente la idea expuesta de que había sido 'sacado en forma clandestina' de Villa Gesell, ya que los rodados de la familia se comprobó que nunca salieron de Zárate", consideró el abogado y explicó que el remero "estuvo siempre a derecho, presentándose a indagatoria y respondiendo a todo requerimiento" de la fiscal Zamboni.
Ventura fue liberado el 21 de enero pasado, luego de ser alojado durante tres noches en una comisaría. Luego de cumplir con las cuatro jornadas de reconocimientos dispuestas por la fiscalía, el joven pudo volver con su padre a Zárate el 28 de enero. Esa noche se reencontró con su madre después de diez días.
"Quiero regresar a la rutina y volver a remar", Había comentado en ese momento el muchacho, que fue señalado por una vieja historia de hostigamiento al que lo sometían el grupo de diez sospechosos detenidos por el brutal asesinato de Báez Sosa.
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