Otro ladrón muerto: esta vez, en una zapatería del centro comercial de Flores
Los gritos, el estruendo de una explosión y el estallido de la vidriera rota sorprendieron a quienes se habían animado a estar en la calle, en una mañana fría y lluviosa, en el corazón de Flores. Rápidamente los sucesos comenzaron a dilucidarse: en el piso yacía un hombre. Dentro del local, uno de tantos en el histórico paseo comercial del barrio, en Membrillar, casi Rivadavia, estaba uno de los dueños de la histórica zapatería Muglia. Se tomaba la mano, atravesada por un proyectil.
La víctima relató a la policía, que rápidamente llegó al lugar, que solo un momento antes aquel hombre había entrado en su local y le había apuntado con un arma, con fines de robo. Él, que estaba detrás del mostrador en L en el que lucen modelos, moldes y hormas de los zapatos que la familia Muglia confecciona desde hace 75 años, se resistió.
Se trenzaron en lucha y, en la refriega, el dueño de la zapatería recibió un tiro en la mano. Ambos cayeron sobre la vidriera que da a la calle. Cuando llegó la ambulancia del SAME, los paramédicos constataron la muerte del asaltante y asistieron al comerciante herido.
Los médicos se sorprendieron al revisar el cuerpo del ladrón fallecido. No pudieron encontrar a simple vista la causa de la muerte, ya que no tenía heridas visibles que pudiesen provocar el deceso. Las autoridades esperan el resultado de la autopsia para tener las razones de la muerte del delincuente, estimándose que se trató de un infarto ocasionado durante la pelea con su víctima.
Fuentes del gobierno de la Ciudad comentaron que aún no pudo identificarse al ladrón, dado que no portaba alguna identificación. La hipótesis del infarto tiene que ver con la edad del asaltante, estimada en algo mas de 60 años.
El damnificado fue trasladado al Hospital Piñero, donde se constató la "herida de arma de fuego en mano izquierda con orificio de entrada y salidas, además de escoriaciones múltiples en el rostro". El abogado del comerciante aclaró que aún se encuentra en condición de demorado, mientras la Policía Científica realiza peritajes para determinar la forma en que ocurrió el mortal asalto.
Cerca del cuerpo del delincuente fue encontrada una pistola calibre 32 largo y en el bolsillo de la campera utilizada por el ladrón se hallaron una navaja y precintos.
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