Otra fuga de película. Un preso fue trasladado a un hospital y se escapó por la puerta principal mientras todos dormían
Cristian Pizarro Rivero cumplía una condena de seis de prisión por transportar más de 2300 kilos de marihuana
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Un preso condenado por narcotráfico, que cumplía la sentencia en una cárcel de Mendoza, fue el protagonista de la segunda fuga de un penal del Servicio Penitenciario Federal (SPF) en una semana. Hace siete días, Mauricio Laferrara, alias Caníbal, jefe de sicarios de una banda narco de Rosario, huyó del penal de Villa Devoto.
En las últimas horas, el interno, identificado por fuentes policiales como Cristian Darío Pizarro Rivero, aprovechó el traslado al hospital Central, de Mendoza, para huir por la puerta principal del nosocomio. Pizarro Rivero fue uno de los cuatro miembros de una banda de narcotraficantes condenados por transportar casi 2300 kilos de marihuana. El Tribunal Oral Federal N° 2, de Mendoza, le impuso una pena de seis años de prisión.
Según la investigación encarada por la Justicia Federal de esa provincia, Pizarro Rivero era el chofer del camión Mercedes Benz que la Gendarmería secuestró cuando se trasladaba desde Formosa a Mendoza. Pero, al llegar el camión tuvo un desperfecto mecánico, allí fue inspeccionado por los efectivos de la mencionada fuerza federal de seguridad que, debajo del arroz a granel que transportaba, hallaron 2474 paquetes que, al pesarlos, se determinó que contenían más de 2300 kilos de marihuana.
A partir de la reconstrucción de la fuga realizada por los investigadores judiciales se determinó que Pizarro Rivero logró que, el 17 de octubre pasado, lo trasladaran desde el penal federal de Mendoza al hospital Central de la capital provincial, para someterse a una intervención quirúrgica.
Hasta el momento ninguna autoridad del SPF explicó por qué se permitió que Pizarro Rivero, permaneciera más de doce días internado en el hospital Central, con una custodia mínima. Durante la madrugada de hoy, el narcotraficante condenado, se levantó de la cama 10, salió de la habitación 303 del tercer piso y abandonó el hospital Central por la puerta principal.
La fuga del condenado quedó registrada por una cámara de seguridad a las 3.30. El guardiacárcel que custodiaba al narco advirtió la evasión a las 6.30, cuando ingresó en la habitación para comprobar si el preso estaba en su cama. En las imágenes registradas por los dispositivos electrónicos se pudo observar que vestía una campera azul, pantalón deportivo negro con líneas a los costados y zapatillas marrones. Además, tenía alguna dificultad al caminar, posiblemente provocada por la cicatriz de la herida causada durante la intervención quirúrgica.
La búsqueda del prófugo quedó a cargo de los efectivos de la comisaría 3ra. de la policía de Mendoza y del personal del SPF. Pizarro Rivero tiene su familia en una casa del Departamento Guaymallén, aunque, anoche, cuando la vivienda fue allanada, no hallaron ningún rastro del narco evadido.
La evasión de Pizarro Rivero ocurrió siete días después de la fuga del sicario Laferrara de la Unidad Penal II de Villa Devoto. Esta fuga, de matices escandalosos, derivó en la decisión de la cúpula del SPF de pasar a disponibilidad preventiva a ocho oficiales, entre los que figuran el director y el subdirector de la cárcel porteña.
Hasta el momento, las autoridades del SPF no tomaron la misma decisión con respecto a los responsables de la cárcel federal de Mendoza. Apenas, se inició un sumario contra el guardiacárcel que custodiaba a Pizarro Romero. Tanto la fuga de Laferrara como del narco mendocino ocurrieron pocos días después del cambio de autoridades en la cúpula del SPF.
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