Olavarría. Empezó el juicio por el femicidio de una chica que, 12 años antes, vio morir a su madre por la violencia de género
Diego Pais se enfrenta a la pena máxima por el asesinato de su novia, Valentina Gallina, golpeada y apuñalada en enero de 2020; la chica era hija de Valeria Cazola, ultimada en la misma ciudad por su pareja, en 2008
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Olavarría fue escenario del trágico destino de una madre y una hija, muertas con 12 años de diferencia, ambas por causa de la violencia machista. Esa misma ciudad, ahora, es la sede del juicio por jurados en el que se reconstruirá el más reciente de los casos, con un hombre en el banquillo.
Tras haber sido suspendido dos veces, esta tarde comenzó el debate por el asesinato de Valentina Gallina, que el 4 de enero de 2020 fue encontrada agonizante, producto de golpes y puñaladas, en la casa del barrio Isaura, donde vivía con su novio, Diego Ezequiel Pais, el hombre cuyo destino será resuelto por 12 ciudadanos supervisados por el juez Joaquín Duba, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Azul. Llega acusado de homicidio triplemente agravado por el vínculo, ensañamiento y mediando violencia de género. Se le imputa haber matado a su pareja, que tenía 19 años, y haber dado la versión de un falso ataque de vecinos del barrio para desviar la investigación.
En el pedido de elevación a juicio, al que tuvo acceso la agencia Télam, la fiscal María Paula Serrano dio por probado que el crimen ocurrió el 4 de enero de 2020, pasadas las 11, en una vivienda ubicada en calle 108, entre Lamadrid y Moreno, de Olavarría.
Valentina fue hallada en estado agonía debido a los golpes y puñaladas sufridas, cuando los efectivos de la comisaría local llegaron a su domicilio tras ser alertados sobre un ataque presuntamente cometido por un grupo de personas que vivía en otro barrio, según dijo su pareja.
Según las fuentes, Valentina fue trasladada de urgencia al Hospital Municipal Héctor Cura, donde murió a los pocos minutos.
Tras el crimen, la fiscalía dispuso una serie de medidas tendientes a dilucidar lo sucedido, al tiempo que los efectivos de la Jefatura Distrital, del Comando de Patrullas y de la Policía Científica realizaron varias diligencias con el objetivo de identificar a los supuestos agresores que habían sido señalados por Pais, quien relacionó el ataque con problemas que un hermano suyo tenía con vecinos de otro barrio.
“Relata muchas armas, muchos disparos, mucha gente durante más de siete horas en su vivienda […] resulta imposible e inexplicable que frente a dicho panorama ni él ni Valentina hayan presentado heridas de arma de fuego, teniendo en consideración las dimensiones del lugar”, aseguró Serrano en su dictamen, al poner en duda los dichos de la pareja de la víctima.
El acusado había declarado que un grupo de personas había entrado a la casa efectuando disparos de arma de fuego, uno de los cuales impactó en Valentina.
Autopsia reveladora
No obstante, al realizarse la autopsia se estableció que Valentina no presentaba ninguna herida de arma de fuego, sino que había muerto a raíz de un “edema craneal” provocado por una golpiza.
”Le propinó una cantidad indeterminada de golpes en todo su cuerpo, así como también la agredió utilizando un elemento punzocortante en la zona de la cabeza, ocasionándole a nivel externo múltiples lesiones punzocortantes compatibles con elemento productor que posee punta y filo, en cuero cabelludo, en un número superior a 15″, estableció la autopsia.
Estas contradicciones, sumadas a las declaraciones de testigos que relataron que Valentina sufría violencia de género por parte de su concubino, llevaron a la fiscal a pedir la aprehensión de Pais para indagarlo por femicidio.
”No caben dudas de que la agresión de Pais a Valentina estuvo enmarcado en un contexto asimétrico y de cosificación a la mujer por su condición de tal, que se venía acentuando en el tiempo de manera continua y persistente, tanto hacia ella como hacia sus exparejas”, determinó la fiscal.
En ese sentido, una amiga de la víctima contó que el propio acusado le dijo “que matar a una mujer era fácil” y que “él tenía ocho restricciones y andaba por la vida como si nada”.
”Me decía que se pagaba fácil la muerte de una mujer… Me dijo que a él no le iba a temblar la mano el día que le tuviera que pegar a una mujer”, agregó la testigo.
Por su parte, Pais ya había estado acusado de un homicidio cometido a fines de junio de 2016, cuando el comerciante Fernando Palahy, de 40 años, fue asesinado de un balazo en el pecho durante un robo.
El mismo TOC N°1 de Azul lo absolvió y condenó a Walter Ariel “Tata” Leal a la pena de 18 años de cárcel por ese crimen.
Triste antecedente
Valentina fue asesinada pocos meses antes de que se cumplieran 12 años del femicidio de su madre, Valeria Soledad Cazola, asesinada de cinco puñaladas en el abdomen por su novio, Jorge Villanueva, en una de las habitaciones de una pensión ubicada en avenida Alberdi 2744, del barrio Coronel Dorrego.
La mañana del 12 de junio de 2008, vecinos de la mujer vieron a Villanueva salir de la habitación con un bolso y al mediodía un amigo lo encontró en la calle y +el le dijo: “Me parece que maté a Valeria”.
El hombre fue detenido por la policía junto al cuerpo de la víctima, que estaba cubierto por una frazada en la habitación de la pensión.
Villanueva fue condenado a 10 años de prisión en un juicio abreviado realizado en 2009 por el delito de “homicidio simple”, ya que en la ley de ese entonces no estaba contemplada la figura de “femicidio” como agravante.
Por el crimen de Valeria Cazola (Valentina era la mayor de sus tres hijos), la familia había inaugurado en 2019 el hogar para mujeres en estados vulnerables llamado “La Casa Popular de Valeria”, situado en Fassina 1931, del barrio Sarmiento Norte, en Olavarría.
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