Odio y dinero, los motivos detrás del asesinato de un empresario español
Roberto Fernández Montes apareció carbonizado en Cañuelas; el sábado, su yerno y un empleado sacaron el cadáver envuelto en sábanas desde el departamento de la víctima, en Caballito
El plan era matar al empresario español, de 67 años, en su piso de Caballito y "descartar" el cuerpo en un descampado del interior bonaerense. Simular una desaparición para ocultar el homicidio. Pero todos los recaudos para no dejar rastros ni huellas no les sirvieron de nada: las cámaras de alta definición del edificio de la víctima registraron a los dos sospechosos cuando cargaban, envuelto con sábanas que se mancharon de sangre, un pesado bulto que bajaron por el ascensor y cargaron, en el subsuelo, dentro de un auto que más tarde fue hallado, incendiado, en Almirante Brown.
Los investigadores tenían la certeza, desde un principio, de que dentro de ese envoltorio arrastrado por los dos hombres estaba el cadáver de Roberto Fernández Montes. Una de las hijas del empresario reconoció a uno de los dos sujetos como Santiago Corona, marido de su hermana, de 34 años. El otro se llama Ricardo, tiene 43 años y es conocido por el apodo de "El mecánico" y es un ex empleado de la víctima. Para los detectives, con los dos sospechosos detenidos, era un caso cerrado; sólo faltaba el cuerpo, que apareció ayer, carbonizado y seccionado, en un descampado de Cañuelas. Anoche, Corona se negó a declarar; "el mecánico" en cambio, había empezado a hablar. Se cree que los 20.000 pesos que faltaban de la casa de la víctima fueron el pago por su participación en el crimen.
Fernández Montes, que tenía dos hijas y era viudo, fue asesinado en su piso de Aranguren 36, Caballito, el sábado pasado entre las 12.09 y las 13.31. El autor material del hecho sería "El Mecánico" y el intelectual, el yerno. Según María del Carmen, pareja de la víctima desde hacía 13 años, el sábado Corona llegó hasta el edificio de Caballito, con una fingida preocupación, y se sumó a la búsqueda que habían encarado ella y la hija menor del empresario. "Este individuo, esta mala persona, aparece con la hija [mayor de la víctima] como si no hubiese pasado nada. Nos decía «cálmense, estén tranquilas» y a mí me dijo «Maru, seguime con tu auto que hacemos el camino hasta el galpón»" de la empresa familiar, Mini Vial, en Chacarita, dedicada a las excavaciones en obras de construcción.
La maquinaria investigativa se puso en movimiento a las 3.40 del domingo, cuando la menor de las hijas de Fernández Montes denunció en la comisaría 11» la desaparición de su padre. "Cuando volvió le pidió al encargado ver las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del edificio e identificó al yerno como una de las dos personas que retiraban del ascensor un bulto, que estaba cubierto con una sábana manchada de sangre", según confiaron a LA NACION calificadas fuentes de la Policía Federal.
En las primeras horas del domingo, después de analizar todas las imágenes, los detectives de Homicidios de la Federal y el juez porteño Hernán López ya no tenían dudas de que Fernández Montes había sido asesinado, pero les faltaba encontrar el cuerpo.
El móvil del crimen, según creen los investigadores, fueron una importante cantidad de dinero y el odio. "El yerno lo estafó por 2.000.000 de pesos", afirmó un investigador. Fue hace nueve meses, dijo la pareja del empresario: "De un día para el otro Roberto descubrió que lo citaban de la AFIP porque tenía deudas, que sus camiones y sus empleados estaban sin seguro y que estaba todo impago. Su yerno era quien manejaba la administración y le escondía todo. Como él no podía creerlo me pidió ayuda y empezamos a hacer una investigación. Ahí supimos que [Corona] había sacado como 10 o 15 créditos sin consentimiento y que la plata que entraba la giraba a su cuenta corriente".
Fernández Montes vivía con una de sus hijas. El sábado, la mujer se fue a pasar el día a una quinta en Escobar. A las 8.42, él salió con su Suzuki Fun. A las 9.05 llegó "El mecánico": ingresó por la cochera y subió por la escalera hasta el 5° piso. "Suponemos que entró con un control remoto que le dio el yerno de la víctima. Una hipótesis es que esperó al empresario en el pallier", dijo una fuente policial.
A las 12.09 Fernández Montes regresó. Ingresó su auto en la cochera marcha atrás. A las 12.54 llegó su yerno, que para no dejar huellas, tenía puesto en una mano un guante negro. A las 13.28 las cámaras de la cochera registraron cómo uno de los sospechosos abrió el baúl del auto del empresario. "El primer intento para sacar el cadáver fue a las 13.31, pero todo hace suponer que cuando el yerno y «El mecánico» estaban por salir del ascensor con el cuerpo envuelto en la sábana ingresaba alguien en el edificio, y retrocedieron".
A las 13.45 salieron finalmente del ascensor con el cuerpo hacia la cochera y a las 13.49 se fueron del edificio en el Sukuzi Fun, que el domingo fue hallado en el barrio 9 de Julio, de Almirante Brown.
Ayer, un baqueano encontró los restos carbonizados de un hombre en Cañuelas. El cadáver tenía un rosario metálico. La familia de Fernández Montes afirma que es el que él usaba.
De la estafa al asesinato
Una empresa familiar
El empresario Roberto Fernández Montes, de 67 años y nacido en España, era propietario de una firma dedicada a las excavaciones en obras de construcción
Fraude al descubierto
La compañía era administrada por Santiago Corona, yerno de Fernández Montes, hasta que el año pasado se detectó una estafa de entre uno y dos millones de pesos
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