“No tenemos paz ni la vamos a tener nunca”, dijo el padre de la piloto asesinada
Claudio Rodríguez declaró en el juicio por el homicidio de su hija que la familia de los imputados aún los amenaza; dos hermanos están procesados como autores del asalto mortal ocurrido el 10 de noviembre de 2018 en Villa Ballester
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El padre de Zaira Ailén Rodríguez, la piloto de karting de 21 años asesinada de un tiro en la cabeza durante un robo que sufrió el 10 de noviembre de 2018 en Villa Ballester, dijo hoy, tras declarar como testigo en el juicio junto a su esposa y el novio de su hija, que “no tienen paz ni la van a tener” tras el crimen y sus consecuencias. Por eso, pidió “prisión perpetua” para los dos acusados, los hermanos Pablo Daniel y Gastón Maximiliano Murray.
“No tenemos paz, ni la vamos a tener nunca porque mi hijita no está y la familia (de los imputados) nos sigue amenazando”, expresó Claudio Rodríguez a la prensa tras declarar ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 5 de San Martín, durante la primera jornada del debate.
El hombre afirmó que ya lleva “ocho denuncias hechas por amenazas, pero nadie hace nada”, mientras que su esposa, Sandra, quien también declaró hoy en el debate, aseguró que los acusados “no bajan la mirada” y que su abogado es “muy soberbio en su forma de dirigirse a los jueces y a los testigos”.
“Es horrible verles las caras, es horrible saber que ellos salieron a matar”, expresó la mujer a la prensa.
Por su parte, el padre de Zaira dijo: “Pasar por el momento de la reconstrucción de lo que ha sucedido te lleva al día cero y a la hora que pasó, es terrible”.
Y luego se refirió a la declaración de Nicolás Impiombato, novio de Zaira y testigo del hecho, quien vivió todo más de cerca, y manifestó que se sintió “nervioso”, ya que pensaba en no fallar para que su relato “no tenga dudas”.
Antes del inicio del debate, el padre de la víctima dijo a la agencia de noticias Télam que espera “prisión perpetua para ambos” acusados, los hermanos Murray. Pablo, de 25, y Gastón, de 29, están detenidos con prisión preventiva imputados como coautores del delito de “robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, en concurso real con homicidio criminis causae” -es decir, matar para ocultar otro ilícito-, para el que se prevé. como pidió el padre de la víctima, la pena de prisión perpetua.
El caso
El debate por el crimen de Zaira tendrá otras dos jornadas, el miércoles y viernes de esta semana, y al igual que la de hoy, se llevarán cabo de forma presencial ante el TOC 5 de San Martín, conformado por los jueces Adrián Berdichevsky, Luis Molinari y Javier Antonucci.
De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio, al que tuvo acceso Télam, el fiscal Fabricio Iovine dio por acreditado que el hecho ocurrió el 10 de noviembre de 2018 a las 20.45, en el cruce de las calles Lamadrid y Sarmiento, de Villa Ballester, partido de San Martín.
La corredora de karting estaba con su novio -también piloto, pero de la categoría TC Mouras- a bordo de un Volkswagen Gol Trend blanco estacionado en la puerta de la casa de ella. En esas circunstancias, dos delincuentes que se movilizaban en una moto se acercaron a la pareja con fines de robo.
Uno de los “motochorros” amenazó a los novios con un arma de fuego para que bajaran una de las ventanillas y debido a ello Impiombato arrancó a toda velocidad y embistió la moto de los delincuentes.
Ante la reacción del conductor, uno de los asaltantes comenzó a disparar contra el auto de la pareja y Zaira recibió un tiro en la cabeza, a la altura de su oído derecho, herida que le produjo la muerte cuando llegó al Hospital Castex.
“Los rastros balísticos levantados en el lugar, el examen de la cantidad de impactos recibidos por el Volkswagen Gol y, obviamente (y lamentablemente), el proyectil recibido por Zaira Rodríguez en su cabeza dejan fuera de todo margen de dubitación el dolo de muerte en el accionar de los causantes al no haber podido lograr el fin de robo”, sostuvo Iovine.
La moto fue la clave para llegar a los sospechosos, ya que el propio novio de Zaira, al acelerar para evitar el asalto, se llevó por delante el vehículo y lo llevó arrastrado durante 150 metros debajo de su propio auto.
Cuando la Policía identificó esa moto por su patente pudo llegar a la casa de los Murray, donde el padre de los hermanos colaboró con la policía y entregó a su hijo Pablo, quien confesó ser el autor del crimen.
El joven también será enjuiciado por el delito de “amenazas agravadas por el uso de arma de fuego” en perjuicio de su expareja, en un episodio que ocurrió en septiembre de 2018, cuando la chica estaba embarazada de nueve meses.
Por su parte, el mayor de los Murray fue capturado ocho días después del homicidio; cumplía una condena de un año y nueve meses de prisión por “amenazas, lesiones leves agravadas por la relación de pareja y robo simple”.
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