“No soy un asesino, solo quise defenderme”, dijo el policía que mató a la perra Tita
El sargento Elías Saavedra dijo que el animal lo mordió cuando realizaba un operativo en una casa de Playa Unión, en Chubut; pidió perdón a la familia
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El último testimonio en el juicio por la muerte de la perra Tita fue el del policía que le descerrajó el tiro que segó su vida el 26 de marzo del año pasado, durante un operativo en la casa de Playa Unión, donde, más que una mascota, era una más de la familia. El sargento Elías Saavedra negó ser un asesino de animales. “Yo no soy así, solo me quise defender”, afirmó, en el juicio que se lleva adelante desde el miércoles de la semana pasada en los tribunales de Rawson, Chubut, en un debate que, además de la materialidad del hecho y la eventual responsabilidad penal del policía, pone el foco sobre la condición de los animales como seres sintientes y sujetos de derecho, y sobre su rol como integrantes de “familias multiespecie”. Para la fiscalía, se trató de un “biocidio”, un delito contra la vida.
La querella le imputó a Saavedra el delito de maltrato animal y la fiscalía, el de “daño en concurso ideal con abuso de autoridad”. El fiscal general Fernando Rivarola y la procuradora fiscal Eugenia Domínguez destacaron que “el hecho no solo afectó a la familia [de Tita], sino también al Estado y a la sociedad toda”. El juez de Garantías Gustavo Castro dará a conocer su veredicto el próximo jueves.
Según detalló el Ministerio Público Fiscal de la provincia, el policía contó qué pasó ese día, en la primera semana de cuarentena por el coronavirus: “Estaba lavando el móvil porque ya terminaba mi turno. Me pidieron que fuera a un procedimiento, y porque tengo vocación de servicio fui, fuera de mi horario de trabajo”, dijo.
El procedimiento se refería a una obra en construcción en la casa de Marionella Castillo, donde vivía Tita. Un vecino denunció que allí trabajaban albañiles en una ampliación de la vivienda, actividad que estaba prohibida por las restricciones para evitar la expansión del Covid-19. Hasta allí fue la comitiva policial que integraba Saavedra. Cuando los policías entraron en la propiedad, la perra les salió al paso, amenazante. A partir de entonces, las versiones difieren y son, precisamente, los argumentos entre los cuales deberá resolver el juez Gustavo Castro.
“En mi profesión nunca vi un perro tan agresivo. Me dio un tarascón; a la vez que le pedía al dueño que la agarre, le tiré una piedra y me seguía atacando. Para esta situación no estaba preparado. Tuve que actuar de una forma en la que no era yo. Pero no me quedaba otra, porque la perra seguía saltando y atacando. La situación era muy especial. Son milésimas de segundos y hay que estar en esa situación. La perra estaba agresiva, violenta, con baba en la boca. Fue algo muy fuerte y no se lo deseo a nadie. Creo que el dueño no pudo agarrar a la perra, porque también tenía miedo. Y fue así que di dos pasos atrás y disparé hacia abajo, hacia la tierra, con la intención de persuadirla. Nunca la quise matar. Estuve cuatro días sin dormir, sin poder hablar a mis hijos y mi señora. Subí al móvil y sentí un golpe en mi mejilla [fruto del forcejeo con Marionella Castillo, que lo increpaba por haber baleado a Tita]. Salí en el móvil y le dije a mi encargado que le había pegado el tiro a la perra. Yo no soy así, solo me quise defender. Pero no tuve intenciones de disparar hacia el perro”, concluyó.
Dijo que esta situación lo está afectando personalmente y a nivel familiar, y finalmente señaló: “No le deseo a nadie lo que yo estoy pasando. Nadie nos prepara para esta situación”. Y le pidió disculpas a Castillo.
Antes de eso, hoy, declaró Alicia Cicalese, médica generalista en el Hospital Santa Teresita. Contó que en la puerta de su consultorio conversó con Saavedra luego que ya hubiera sido atendido en la guardia por la mordedura de la perra e hizo alusión al pantalón roto del sargento.
Este testimonio cuestiona las afirmaciones de Castro y de Maximiliano Muñoz, su pareja, que afirmaron en todo momento que Tita solamente enfrentó y le ladró a Saavedra, pero no lo mordió.
¿Qué es el biocidio?
Según publicó el Ministerio Público Fiscal de Chubut, en el inicio del juicio oral y público contra el sargento Elías Saavedra la procuradora fiscal Eugenia Domínguez y el fiscal Fernando Rivarola utilizaron la palabra “biocidio” al momento de fundamentar legalmente el delito cometido.
Se trata de un concepto contemplado en la Declaración Universal de los Derechos del Animal. En esta declaración, en su artículo 11 se indica que “todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad, es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida”.
La mencionada declaración fue proclamada el 15 de octubre de 1978 y fue aprobada por las Naciones Unidas (ONU) y por la UNESCO.
El maltrato animal es, un factor que predispone a la violencia social y, al mismo tiempo, una consecuencia de la misma, casi siempre es ejercida por las personas de mayor jerarquía, es decir, las que tienen el poder en una relación, pero también se puede ejercer sobre objetos, animales o contra sí mismo.
Según estudios médicos, una persona que abusa de un animal no siente empatía hacia otros seres vivos y tiene mayor riesgo de generar violencia hacia otras personas. La Asociación Psiquiátrica Americana lo considera como uno de los diagnósticos para determinar desórdenes de conducta.
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