“No quiero que entren en mi casa”: antes de disparar, el policía habló con Chano e intentó calmarlo
Según la declaración de una uniformada, el oficial subayudante Facundo Amendolara buscó que el músico Santiago Moreno Charpentier accediera a recibir atención médica; según la testigo, antes de usar su arma reglamentaria, su compañero dio la voz de alto
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“Salgan todos de acá. Los voy a matar a todos. No quiero que entren en mi casa”, gritaba Santiago Moreno Charpentier, más conocido como Chano. Afuera lo escuchaban su madre, Marina Charpentier, el psiquiatra Gonzalo Caligiuri y tres policías bonaerenses que acababan de llegar al Barrio Parque la Verdad, en Capilla del Señor, en Exaltación de la Cruz, donde vive el cantante. Fue entonces que el oficial subayudante Facundo Amendolara buscó “entablar” una conversación con el músico para calmarlo y que recibiera atención médica. Pero los intentos fueron en vano y, después de agarrar una cuchilla de cocina, el artista continuó con las amenazas y arrinconó al uniformado, quien, “después de dar la voz de alto, y sin otra opción ante el peligro de vida, efectuó un disparó con fines disuasivos para neutralizar al atacante”.
Así lo sostuvo bajo juramento de decir la verdad la oficial de la policía bonaerense Vanesa Flores, uniformada que presta servicios en la comisaría 2a. de Exaltación de la Cruz y quien junto con sus compañeros Amendolara y Mariano Giaccio fueron el domingo a la noche a la casa de Chano tras una llamada del personal policial que hace horas adicionales como seguridad del Barrio Parque La Verdad.
Chano está internado en el Sanatorio Otamendi. Hoy su madre sostuvo: “La primera víctima es mi hijo, que está luchando por su vida”.
Marina Charpenter habló con los medios de comunicación en la puerta del Sanatorio Otamendi. “Acá no hay nadie contra nadie, no es la mamá contra la policía. Acá solo hay víctimas, una es mi hijo”.
La mujer dijo “no está en contra” de la policía de Capilla del Señor porque es “la gente que ayudó” a su hijo en varias oportunidades.
“Solo llamé a una guardia médica para que ayuden a mi hijo. Solo pedí ayuda. Solo pido que hagan algo con la Ley de Salud Mental, porque estamos todos los padres de los enfermos de adiciones. La adicción es una enfermedad y nadie nos da respuestas. Si quieren saber lo que padece un adicto, escuchen las letras de mi hijo, hace 20 años que pide ayuda”, afirmó, conmovida.
Voz de alto
El testimonio de Flores es coincidente con la declaración de su compañero. “Amendolara quiso tomar distancia y le dio la voz de alto. Y lejos de que Moreno Charpentier depusiera su actitud y, ante tan real y letal agresión ilegítima, el oficial subayudante hizo uso de su arma de fuego con la que efectúa un disparo contra la integridad de Chano”, sostuvo Giaccio, según el expediente judicial al que tuvo acceso LA NACION.
Los demás testigos afirmaron haber visto la actitud violenta del músico y fueron coincidentes con las amenazas de que “iba a matar a todos”, pero no el momento del supuesto ataque a Amendolara.
La llamada de emergencia en la seccional de la localidad Parada de Robles fue recibida a las 22.50 del domingo a la noche. Quince minutos después, la comitiva policial llegó a la casa del músico donde recabaron los primeros testimonios de las personas presentes.
Lo primero que vieron los policías fueron dos ambulancias y a la madre de Chano acompañada del psiquiatra de la empresa de medicina prepaga OSDE.
Según Flores, Marina Charpentier comentó que Chano estaba en un actitud violenta y que los había amenazado con un cuchillo y un palo [sic]. La madre del músico, dijo la testigo, quería el “acompañamiento” policial para intentar brindarle ayuda médica a su hijo.
En un primer intento de hablar con Chano, según Flores, el músico espetó: “Salgan todos. Los voy a matar a todos. No quiero que entren en mi casa”.
En ese momento, explicó la mujer policía en su declaración, su compañero Amendolara intentó hablar con Chano para calmarlo y convencerlo de recibir atención médica para poder trasladarlo a un lugar para su internación.
“Chano invita a esta comisión [por los policías] a ingresar en su casa. Intentamos hacerlo entender que se aproximara al patio delantero. Pero después de un primer avistamiento [sic] en las afueras de la casa, regresa hacia el interior y se dirige a la cocina”, afirmó la mujer policía.
Según la testigo, Chano abrió un cajón y tomó un elemento metálico que guardó en su campera y salió hacia el patio delantero. En ese momento, su madre le dijo: “Calmate, Chano”.
“Esto [el pedido su madre] en vez de calmarlo lo torna en una actitud más violenta y se torna más agresivo”, dijo Flores. Según la mujer policía, en ese momento mostró la cuchilla y amenazó a todos los presentes con apuñalarlos
Flores aseguró que trató de esquivar “esa secuencia” y Chano la increpó con “postura de apuñalamiento” y de “ataque”. Tenía el cuchillo en la mano derecha.
“En ese momento Giaccio le gritó que saliera. Entonces Chano dirigió su mirada hacia mis compañeros”, dijo Flores.
La mujer policía sostuvo que el músico se dirigió de una forma violenta, hostil y rápida hacia donde estaba Amendolara, de 27 años, que había quedado más aislado de las demás personas.
“Mientras el agresor avanzaba, mi compañero retrocedía y le impartía la voz de alto a efectos de hacer cesar dicha agresión sumamente violenta. Pero lejos de ello, [Chano] arrinconó a Amendolara no brindándole salida o escape observando un peligro real, letal e inminente”, dijo la mujer policía sobre lo que observó el domingo a la noche.
Según la oficial Flores, en ese momento, su compañero extrajo su arma reglamentaria y ante el peligro inminente dio varios veces la voz de alto.
“Chano hizo caso omiso a la orden. Y ante el hecho sumamente violento, observando el peligro para su vida y de ser alcanzado por los filos del cuchillo, sumado a su actitud agresiva totalmente fuera de sí, no quedándole otra opción, de efectuar un disparo con fines disuasivos, a fin de neutralizarlo. Chano cayó al suelo con el cuchillo en su poder y Amendolara le sacó el arma para evitar otras lesiones para sí u otras personas”, afirmó la testigo.
La investigación de los hechos ayer cambió de fiscalía. Según informaron fuentes judiciales, el expediente quedó a cargo del fiscal Martín Zocca, integrante de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIyJ) de Delitos Complejos y Violencia Institucional del Departamento Judicial de Zárate-Campana.
Los primeros testimonios y las primeras medidas de prueba fueron tomadas por el fiscal de Exaltación de la Cruz, Juan Manuel Esperante.
Hoy, según informaron a LA NACION fuentes judiciales, el oficial subayudante Amendolara fue notificado de la realización de un peritaje balístico para que, si es su intención, designe perito de parte. La diligencia se haría el martes próximo y estaría a cargo de especialistas de la Policía Federal Argentina (PFA).
“Amendolara fue notificado del contenido del artículo 60 del Código Procesal Penal. El tiene que ser notificado de los peritajes para que pueda ejercer así sus derechos y controlar la realización de las diligencias, si es que así lo quiere . No implica un acto de procesamiento. Es un acto que prevé el código en defensa de sus derechos”, sostuvo una fuente del caso.
En declaraciones a la agencia de noticias Télam, el fiscal general de Zárate-Campana, José Luis Castaño sostuvo que se Amendolara quedó “imputado de hecho”.
El expediente fue caratulado como averiguación de ilícito. “Por el momento no hay un hecho para imputarle al policía. Sí, tenemos un hecho incuestionable: una persona terminó herida por una bala policial y se sabe quién disparó. Ahora tenemos que determinar si ese accionar estuvo justificado y si constituyó o no un delito”, explicaron a LA NACION fuentes de la investigación.
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