“No fue una tragedia de casualidad”: atacaron a balazos el edificio donde funcionan un canal de TV y dos radios
El atentado quedó registrado por cámaras de seguridad; es la segunda amenaza, en Rosario, que tiene como blanco un medio de comunicación
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ROSARIO. A las 0.34 de este lunes, un hombre armado se bajó de un auto y disparó contra el frente de Televisión Litoral de Rosario. Luego dejó un mensaje, que tiene relación con la guerra entre bandas narco, y escapó con total impunidad. El ataque –uno más que tiene como objetivo a la prensa local– generó una fuerte conmoción. “Esto no fue una tragedia mayor de casualidad”, afirmó esta mañana el presidente de Televisión Litoral, Gustavo Scaglione.
Este ataque se suma a otras amenazas contra periodistas y medios de comunicación. A principios de octubre pasado apareció en la puerta de la sede de Telefé Noticias en Rosario un cartel con la leyenda “vamos a matar periodistas” y firmado: “Con la mafia no se jode”.
En medio de una violencia desenfrenada en esta ciudad, donde se produjeron siete crímenes durante el fin de semana largo y ya se contabilizan 273 asesinatos en lo que va de este año, la cifra más alta de la que se tiene registro, el atentado a Televisión Litoral generó un fuerte repudio y conmoción.
Hubo un fuerte repudio de las organizaciones ligadas a los periodistas y a las empresas de comunicación, como la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y el Sindicato de Prensa de Rosario.
“Adepa repudia el ataque a balazos que sufrió esta madrugada el edificio de Televisión Litoral y reitera su alerta emitida en octubre pasado por la grave amenaza a medios y periodistas rosarinos por parte de bandas de narcotraficantes que operan en esa ciudad. Lo sucedido en las instalaciones de Telefé Rosario y ahora en Televisión Litoral debe comprometer a todos los poderes del Estado nacional y de la Provincia de Santa Fe en la defensa de la libertad de expresión y en la efectiva protección a medios y periodistas,” se sostuvo en un comunicado.
También lo hizo el intendente rosarino, Pablo Javkin, que cuestionó: “Pasan, tiran y se van. Sin persecución, con impunidad”.
Generar conmoción social
Las tramas narco buscan generar un impacto social con este tipo de ataques, como ocurrió con los balazos contra la sede de los tribunales federales, a fines de septiembre, y el doble crimen de Claudia Del Debbio y Virginia Ferreyra, que fueron baleadas el 23 de julio pasado, cuando esperaban un colectivo en la zona sur de Rosario.
El atentado contra Televisión Litoral se produjo a las 0.34. Según el registro de las cámaras de seguridad de la empresa, un Volkswagen UP! se detuvo a unos 20 metros del portón de ingreso, y un joven con un casco de moto puesto bajó, se dirigió hacia el frente del edificio y realizó un disparo. La vaina aún no pudo ser localizada. Una hipótesis es que la vaina quedó encasquillada, porque intentó realizar un segundo disparo, pero el arma se trabó. Se sospecha que el tiro sería de una pistola 9 milímetros. A esa hora de la madrugada había empleados en el edificio de la empresa, donde funcionan Canal Tres, Rosario3, Radio Dos, y FM Vida.
Scaglione, titular de la compañía, alertó sobre la compleja situación que atraviesa Rosario. “Cuando mirábamos las imágenes de las cámaras de seguridad no lo podíamos creer. Esto no fue una tragedia mayor de casualidad”, dijo.
“Por ahí se enoja la política, con base en lo que denunciamos y exponemos de la situación de seguridad. Nosotros lo hacemos por nosotros mismos, porque queremos que esto cambie, porque le puede pasar a un familiar nuestro”, advirtió el titular de la empresa.
La violencia ligada al narcotráfico escaló hasta los medios de comunicación en Rosario. Luego de las amenazas a Telefé Noticias, donde se instaló la leyenda “vamos a matar periodistas”, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) detuvo a un joven de 22 años, que fue imputado por intimidación pública. Días antes, este joven había amenazado a través de un mensaje de Facebook. Le secuestraron en su casa latas de pintura que podrían haber sido usadas para escribir el mensaje intimidatorio en una tela, que luego se colgó en la puerta del canal.
Repudiamos el ataque armado en la madrugada de hoy contra la sede de Televisión Litoral donde funciona Canal 3, LT2, https://t.co/FbukcitoqV, FM Vida.
— Sindicato de Prensa Rosario (@spr_prensa) December 12, 2022
El cartel en cuestión fue encontrado el pasado 11 de octubre en instalaciones de Telefé Rosario, situado cerca del puerto. “A todos los medios de Rosario. Dejen ensuciar y condenar a los pibes con la lengua que vamos a matar periodistas. Con la mafia no se jode. Si no, caravana con el Noba [cantante de la llamada “cumbia 420! que murió en un incidente vial]”, decía el texto.
En la investigación, los fiscales Federico Rébola y Franco Carbone todavía no llegaron a dar con los autores intelectuales de esta grave amenaza.
Contactos con Nación
Tras el ataque, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, salió a repudiar este episodio violento e intimidatorio. “Pasan, tiran y se van. Sin persecución, con impunidad. A donde sea, ya no les importa. Déjenme organizar las fuerzas [de seguridad] en el territorio. Denle de una vez a Rosario las herramientas para defenderse”, escribió Javkin en su cuenta de Twitter.
Luego se comunicó con el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, con quien quedaron en tener un vínculo más directo en la coordinación de algunas acciones en materia de seguridad. La semana pasada, Fernández dijo que el intendente de Rosario no hablaba con él porque no lo llamaba nunca. Este lunes sonó el teléfono y conversaron en medio de una nueva crisis por el crecimiento de los homicidios y las amenazas y los ataques contra los medios de prensa y los periodistas.
Pasan, tiran y se van. Sin persecución, con impunidad. A donde sea, ya no les importa. Déjenme organizar las fuerzas en el territorio. Denle de una vez a Rosario las herramientas para defenderse.
— Pablo Javkin (@pablojavkin) December 12, 2022
Según señalaron fuentes cercanas a Aníbal Fernández, el ministro de Seguridad instruyó a la llamada Mesa de Operaciones de Rosario, que integran la policía provincial y las fuerzas federales –se sumaron 200 efectivos más la semana pasada al Destacamento Móvil 7, donde hay un total de 1000 gendarmes–, que se ponga a disposición del fiscal para investigar quién pudo haber ordenado el ataque a Televisión Litoral.
“Estoy en comunicación con el Presidente y con el ministro de Seguridad; les pedí ayuda ante esta escalada. Le pido al Ministerio de Seguridad de la provincia acciones concretas; tienen toda nuestra colaboración”, planteó el intendente.
Cárceles, bases de operaciones narco
Horas después del ataque contra Televisión Litoral, que estaría relacionado con las internas entre los grupos narcos dentro de las cárceles, la fiscal Valeria Haurigot ordenó una serie de allanamientos en penales provinciales y federales a raíz de una causa contra el narco Julio Rodríguez Granthon, un expiloto peruano que maneja la provisión de cocaína en Rosario y es señalado como responsable de varios homicidios en el marco de tramas mafiosas. En el allanamiento que se realizó en la Unidad Penitenciaria Nº1 de Ezeiza se secuestraron 13 celulares, en el pabellón donde está detenido este narco, que ya fue condenado dos veces y está acusado del crimen del exconcejal rosarino Eduardo Trasante. En la prisión de Piñero, a 20 kilómetros de Rosario, se incautaron 30 móviles.
“Pareciera que hay algo que no está funcionando, porque si sabemos que los planes se originan en su mayoría desde la cárcel, y luego, en procedimientos grandes como el que hicimos hoy, llevamos adelante semejante secuestro, esto merece un replanteo”, consideró la fiscal.
Sobre el atentado a Televisión Litoral, la funcionaria del MPA señaló que detrás de la persona que dispara y deja una amenaza “siempre hay algo más”. Dijo que la firma del mensaje “con la mafia no se jode”, que fue “asignada a diferentes grupos o incluso queriendo derivar responsabilidad de una banda a otra, no es una marca registrada” y no implica nada en sí misma.
Es una modalidad que “puede ser utilizada por cualquiera” o contra quienes aparecen en primer lugar como posibles autores. Habló, incluso, de lealtades “poco duraderas” entre los integrantes de bandas, porque luego comparten pabellones en prisión y “cambian las lealtades”.
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