Neuquén: un soldado apareció muerto de dos tiros en la cabeza en el mismo regimiento donde mataron al conscripto Omar Carrasco
Pablo Córdoba, de 20 años, realizaba una guardia dentro del predio; la familia asegura que le ocultan información y pide que se retomen los peritajes; es el mismo lugar donde mataron a Omar Carrasco en 1994
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La muerte de un soldado pone nuevamente en el ojo de la tormenta al Ejército Argentino, más precisamente al regimiento militar de Zapala, Neuquén. Pablo Córdoba tenía 20 años y el 1º de junio pasado fue encontrado con dos disparos en la cabeza cuando cumplía su turno. “Nuestro hijo no se suicidó”, dijo hoy su madre, quien junto al padre del joven denuncian que la institución les oculta la verdad.
Pablo Córdoba cumplía servicio en el regimiento militar de Zapala, Neuquén, el mismo en el que fue asesinado a golpes el soldado Omar Carrasco en 1994 por parte de un subteniente y dos soldados, muerte que marcó el final del servicio militar obligatorio.
El 1º de junio último, a la madrugada, Córdoba realizaba una guardia dentro del predio, frente al casino de oficiales. Allí fue encontrado con dos disparos en la cabeza y un fusil FAL sobre el pecho. Debido a que aún estaba con vida, fue trasladado al hospital de Zapala. Cuando su familia fue informada sobre lo ocurrido, desde el regimiento le dijeron que había intentado suicidarse.
Sus padres y su hermana fueron a verlo. Los médicos les dijeron que tenía dos disparos en la cabeza. A las horas, el joven falleció. El viernes pasado, recibieron el resultado de la autopsia y decidieron presentar una denuncia para que se investigue de manera correcta su muerte.
“Dicen que mi hijo se habría quitado la vida, pero la autopsia dice que hay un tiro por debajo de la garganta y otro en la sien, pero al ser una FAL, cualquiera de esos dos impactos lo hubieran dejado agonizando”, dijo hoy Natalia Uribe, madre de Pablo, a radio Splendid, al indicar que el joven no habría tenido oportunidad de realizarse un segundo disparo por propia voluntad.
“La autopsia la recibimos el viernes pasado, a un mes de la muerte de mi hijo, quizás hablo desde le desconocimiento, porque es una autopsia incompleta. No dice el calibre del arma, qué disparo se dio primero y su trayectoria. Solo dice que tiene signos de muerte violenta. El 1 de junio nos enteramos que tenía dos disparos, pero ese día no nos dijeron dónde estaban esos disparos”, explicó Natalia.
Luego, explicó que en ese momento, si bien dudaron de que fuera un suicidio, creyeron que el arma podría haberse disparado, matando a Pablo.
“Su papá es militar, es mecánico de munición del Ejército, es suboficial, y como entiende de armas, suponía que el arma estaba en automático y que los disparos eran en la misma zona, porque cuando está en automático, pueden salir dos o tres disparos. Pero cuando recibimos el informe médico, no tuvimos dudas, vimos que los disparos se encuentran muy distanciados entre sí. Son disparos que lo hubieran dejado agonizando”, advirtió la madre de Pablo.
Natalia detalló que el informe médico es diferente al de la autopsia. Indicó que uno de los proyectiles va desde abajo de la pera en dirección ascendente, con salida por el sector opuesto de la cabeza; y el otro disparo es en la sien.
“Estamos insatisfechos con lo que se están haciendo para investigar su muerte, porque no tenemos claridad de lo que se pasó. Si hubiéramos visto antes la autopsia, habríamos denunciado todo desde el principio. Creemos que se trató livianamente, porque dicen que un soldado se quitó la vida, pero creemos que lo mataron”, dijo sobre la causa que se encuentra en el juzgado federal de Zapala.
“Fuimos a la defensoría de Neuquén y tuvimos acceso a toda esa información. Sabemos que nuestro hijo no se suicidó, no se mató. Cambiamos de representación porque consideramos que las cosas no se estaban haciendo bien”, lamentó Natalia.
Por otra parte, en declaraciones a medios locales, Natalia le reclamó al Ejército: “Si no tiene nada que ocultar, que se ponga a la par nuestra a pedir que se investigue el hecho”.
Daiana Córdoba, hermana de Pablo, habló ayer con C5N y explicó las incongruencias en los argumentos que les dieron desde el principio. “El primero que se enteró fue mi papá, a él le dijeron que tenía que ir al hospital, que mi hermano se había disparado. Luego le avisó a mi mamá y por último me enteré yo. Cuando llegamos al hospital justo salió el médico y nos dijo que mi hermano tenía dos disparos, que se lo tenían que llevar a hacer una tomografía. Después de eso nos confirmaron que le quedaba una hora de vida”, detalló.
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