“Negra de m...”: un policía de la Ciudad insultó a una vecina que lo filmaba y le dio un carpetazo en un ojo
El hecho se produjo en el barrio porteño de San Cristóbal durante un procedimiento por un altercado vecinal; la víctima radicó la denuncia contra el uniformado, quien le pidió disculpas y le dijo “denunciame, total yo me quiero ir de acá”
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Una vecina del barrio de San Cristóbal denunció que recibió insultos e incluso un intento de agresión física de parte de un efectivo de la Policía de la Ciudad que presta servicio en una Comisaría Vecinal de la zona.
El episodio ocurrió el pasado 19 de diciembre, pero trascendió públicamente en las últimas horas cuando la víctima, Verónica, se encargó de dar a conocer a los medios lo que le ocurrió aquel día durante un procedimiento policial que tuvo lugar en la puerta de su casa, situada en Estados Unidos al 3200.
La mujer filmó con su propio celular el intercambio que sostenía, detrás de la ventana de su vivienda con este uniformado, que se encontraba en la vereda junto a otros colegas tras un llamado al 911 por un altercado que se había registrado entre vecinos de esa misma propiedad.
“¿Qué pasó señora?”, le preguntó el policía, contrariado, al advertir que era filmado. La vecina le contestó: “nada, ¿por qué? ¿No lo puedo filmar?; el uniformado, que estaba a pocos metros, la miraba fijamente a través de las rejas de la vivienda.
“¿Qué tiene usted para filmarme?”, le dijo el policía, molesto, a lo que la mujer le contestó “son pruebas de las mentiras”. La tensión fue en ascenso y el cruce verbal continuó. “Señora, ¿por qué me tiene que filmar? Guarde el celular”, le indicó el agente, a lo que la mujer se negó y redobló la apuesta: “¿Cuál es el inconveniente que lo filme, por qué lo tengo que guardar?
Fue entonces que el policía se desbordó con una grosería: “Bueno, está bien, andate a la puta que te parió...”, le espetó, y pareció que se iba. “Dale, perfecto”, le respondió la vecina. El efectivo dio media vuelta y se le puso cara a cara, barrotes de por medio.
“Ahora filmame, dale, andate a la puta que te parió”, le lanzó, sin tapujos. “Esta es la policía que tenemos”, le respondió Verónica, y el uniformado se alejó, no sin antes lanzarle un fuerte insulto: “Sí, sí, por gente como vos, negra de mierda”. “Uy, encima racista, ¡qué lindo! Qué linda denuncia que te vas a comer”, sentenció la mujer, mientras el hombre se alejaba hacia donde se encontraban sus compañeros.
“Me dio en la cabeza y en el ojo”
En diálogo con el noticiero de C5N, Verónica amplió en detalle y contó que estaba con su hija menor de 3 años cuando recibió las agresiones verbales. Contó, entonces, algo que no llegó a grabar con su celular. Dijo que cuando salió a la calle para tratar de identificar al policía recibió un fuerte golpe en el ojo derecho con la carpeta del agente que la había insultado, lo que le produjo un importante hematoma.
“No lo puedo creer, es una agresión que no se puede explicar, totalmente injustificable. No encuentro palabras. Luego, la cobardía de taparse el nombre [de la placa] cuando salí e intenté identificarlo. Mi hija de 3 años estuvo al lado y tuvo que presenciar todo, desde los insultos hasta cuando me pegó con la carpeta”, narró.
La denunciante añadió que había cuatro policías en la escena y “solo uno ofreció llamar a un superior” ante su pedido, luego de la agresión. Contó que, a continuación, el oficial que la había insultado y agredido se le acercó para pedirle disculpas, planteándole un descargo insólito.
“Se acercó a pedirme disculpas porque se había equivocado, y me dijo que si lo denunciaba le hacía un favor, porque él se quería ir de la fuerza. Eso fue más indignante, más todavía que las agresiones verbales y físicas. El racismo no se explica”, afirmó la vecina de San Cristóbal.
La mujer relató que llamó al 911 y acudió al lugar un nuevo móvil policial -había otros dos, del procedimiento-, que fue el que finalmente la trasladó a la Comisaría Vecinal 3 “B”a radicar la denuncia.
“Me mandaron un tercer patrullero y ahí me llevaron a hacer la denuncia; mientras tanto, el oficial seguía de servicio, no lo esposaron ni lo detuvieron. Nunca elevaron el sumario”, se quejó.
Por último, Verónica relató que todavía sufre dolores de cabeza por aquel golpe que le dejó el ojo morado. “Gracias a Dios la tomografía salió bien, porque también me dio en la cabeza”, aseguró.
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