Negocio millonario: la banda narco de la villa -1-11-14 facturaba casi un millón de pesos por día
El juez federal Ariel Lijo procesó con prisión preventiva a 12 sospechosos, entre ellos al supuesto organizador, Johny Ray Arnao Quispe, alias Pantro; no solo controlaba el negocio de las drogas, sino que extorsionaba a quienes querían llevar adelante alguna actividad legal
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Era un negocio millonario. La banda narco que dominaba la villa 1-11-14 llegaba a “facturar” entre 500.000 y 900.000 pesos cada 24 horas. Y no solo por la venta de drogas al menudeo: a fuerza de imponer el miedo a través de la violencia y las armas, también les cobraban un “canon” a quienes pretenden emprender su comercio legal en el enclave del Bajo Flores.
Es una de las conclusiones a las que llegó el juez federal porteño Ariel Lijo a la hora de procesar al peruano Johny Ray Arnao Quispe, alias Pantro, como presunto organizador del clan que históricamente comandaron sus compatriotas, los hermanos Marco Antonio y Fernando Gonzales Estrada.
“Nada ha impedido que la banda continúe con idéntica actividad en los mismos lugares y a través de idéntica modalidad operativa. Lo que bien podría explicarse, de alguna manera, en función de la recaudación que los libros [anotaciones a mano secuestradas en diversos allanamientos] ilustran, que sería de entre 500.000 y 900.000 pesos por día”, detalló Lijo, que subroga el Juzgado Federal N° 12 porteño, en la resolución en la que procesó a 12 supuestos narcos, entre ellos, a Arnao Quispe.
Pantro fue apresado el 23 de septiembre pasado por detectives de la Policía Federal Argentina (PFA). Su detención y las de otros 22 sospechosos habían sido solicitadas por el fiscal federal Eduardo Taiano, su colega Diego Iglesias, a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), y Cecilia Amil Martín, que conduce la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (Ufeide) del Ministerio Público porteño.
“Las tareas de investigación desarrolladas hasta el momento por la Policía Federal, así como la declaración de un testigo de identidad reservada, posicionan a Arnao Quispe como el actual jefe de la organización narcocriminal, siendo quien coordinaría y supervisaría la distribución de drogas en ambos turnos en los que trabaja la banda a través de los puntos de venta”, sostuvieron en su dictamen los fiscales Amil Martín, Iglesias y Taiano, constituidos en un Equipo Conjunto de Investigación (ECI), figura prevista en el nuevo Código Procesal Penal federal que permite constituir grupos de trabajo de distintas jurisdicciones para investigar un tipo de materia delictiva, en este caso, narcotráfico.
El juez Lijo hizo lugar al pedido del ECI y ordenó el arresto de los 23 imputados y 24 allanamientos en viviendas de la villa 1-11-14 y domicilios ubicados en Flores, Villa Soldati y en Villa Celina, La Matanza.
Al definir la situación procesal de los sospechosos, el magistrado consideró a Pantro como organizador de la banda y le trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 5.000.000 de pesos.
El magistrado afirmó: “Entiendo que las constancias probatorias recolectadas desde un comienzo sirven para aseverar que [Pantro y los otros 11 procesados] integraron hasta sus respectivas detenciones, junto a un nutrido e indeterminado grupo de personas, una organización destinada a concretar actividades de tráfico de narcóticos en el interior e inmediaciones de la villa 1-11-14, logrando montar un andamiaje tal que les permitiera mantener la hegemonía territorial de un vasto sector de aquel asentamiento, controlando varios pasillos e inmuebles ubicados allí, empleando constantemente una cantidad de armas de fuego, sus piezas y municiones con la evidente finalidad de impedir la ocurrencia de situaciones conflictivas que pongan de alguna manera en riesgo el normal desarrollo de las referidas maniobras”.
Pantro había sido arrestado por detectives de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA en su domicilio de Villa Celina. Según fuentes judiciales, fue allanada otra vivienda cerca de la casa del narco. Allí se secuestraron un FAL, dos ametralladoras, dos escopetas, una pistola transformada en ametralladora, municiones, un silenciador y dos chalecos antibalas.
La organización criminal que históricamente lideraron los hermanos Estrada Gonzales, peruanos como Pantro, lleva más de 20 años asentada en el Bajo Flores.
“Se pudo establecer que la estructura de la organización se mantiene vigente, tanto a través de miembros antiguos como de nuevos integrantes, y se ha mantenido el dominio territorial ejercido sobre el sector histórico [de los peruanos] —sin que se puedan desarrollar actividades lícitas ni ilícitas sin la conformidad de la banda— y que en ese sector la actividad principal sigue siendo la venta de estupefacientes”, sostuvieron los fiscales.
Extorsión en el barrio
Los fiscales también afirmaron que la organización criminal atribuida Pantro sumó un nuevo negocio: las extorsiones a comerciantes que trabajan legalmente en la villa.
En el expediente se incorporó una publicación de Facebook que “da cuenta también de la preocupación de vecinos del barrio respecto de la violencia con que operaría la banda. La actividad [ilegal] se habría extendido no solo a la comercialización de drogas, sino también a la extorsión de comerciantes”.
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