Narcotráfico: la sombra de Los Monos se proyecta en ciudades cordobesas
ROSARIO.– La sombra de Los Monos aparece en San Francisco, Córdoba, en una causa por narcotráfico que provocó un fuerte impacto en esa región luego de que fue detenidoPablo Esser, el presidente del club Sportivo Belgrano, quien está siendo investigado por la Justicia Federal como supuesto líder de una organización que se dedicaba al narcotráfico y lavado de dinero.
La conexión conla banda Los Monos aparece, según fuentes judiciales, a partir de la detención de dos hombres que eran los que llevaban un cargamento de cocaína que iba a ser entregado a Brian Requena, quien –según publicó el diario La Voz de San Justo– es el jefe de una facción de la barra brava de Sportivo Belgrano, conocida como "Los mismos de siempre".
El fiscal federal Luis María Viaut explicó que en ese operativo realizado por la Policía Federal, Requena logró escaparse en inmediaciones del pueblo santafesino de Santa Clara de Buena Vista, en la ruta 10, a unos 100 kilómetros de San Francisco. Allí se iba a hacer la entrega de droga interceptada por el procedimiento judicial.
Uno de los detenidos es Lucas Alfonso, quien –de acuerdo con los investigadores– sería sobrino de Luis Peñalba, que resultó absuelto en el juicio por narcotráfico que se llevó adelante en 2018 bajo el rótulo de la causa Los Patrones. Luis Peñalba hijo, en tanto, fue condenado a 10 años y seis meses de prisión, una sentencia que se unificó con una causa tramitada en Cañada de Gómez.
Peñalba fue trasladado en junio de 2018 a la cárcel de Rawson junto con Emanuel Chamorro, uno de los lugartenientes de Ariel Cantero, alias Guille, líder de Los Monos. En ese momento el principal referente del clan fue enviado a la unidad penal federal de Resistencia, pero desde allí siguió transitando por otras cárceles hasta llegar a Marcos Paz, donde se encuentra alojado.
Los Peñalba y Alfonso son oriundos de Ibarlucea, un pueblo ubicado a 15 kilómetros de Rosario, sobre la ruta nacional 34. Allí se realizaron este miércoles, según informaron fuentes de la Justicia Federal a LA NACIÓN, allanamientos en la causa que se lleva adelante en San Francisco. La actividad visible que tenían era el transporte de leña desde el norte de Santa Fe y Santiago del Estero hasta Rosario, según fuentes policiales.
Para la investigación iniciada en San Francisco, Alfonso sería el nexo con la banda de Los Monos.
En la causa Los Patrones, llevada adelante por el juez federal Marcelo Bailaque, los Peñalba aparecían como un eslabón logístico de Los Monos para trasladar marihuana desde Itatí, Corrientes, hasta Rosario, donde la droga se distribuía en los búnkeres de la organización. En ese expediente fue condenado Elías Sánchez, uno de los engranajes correntinos de la banda.
Este hombre de 41 años, que estuvo prófugo tras abandonar la residencia donde cumplía la prisión domiciliaria, fue condenado también a seis años de prisión en Corrientes.
El abogado de Peñalba, Leonardo Demichelis, por su parte, fue detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en agosto de 2019 y luego fue procesado por el juez federal Carlos Vera Barros, junto con el exjefe de la Brigada Operativa Antinarcóticos de Villa Constitución Cristian Acosta. En esta causa se detectó a través de escuchas telefónicas, según el procesamiento, que se pagaban coimas para evitar procedimientos policiales.
Hasta ahora en la causa que investiga el fiscal Viaut en San Francisco aparece el nexo con Los Monos como supuestos proveedores de la organización que lideraría el presidente del club Sportivo Belgrano de San Francisco. Fuentes de la investigación analizaron que la banda que comandarían Esser y Requena cubrió el espacio vacío en la geografía narco de la zona que dejó la caída de Héctor Argentino Gallardo, alias el Patrón, que controlaba esa región con un grupo de colombianos, que, a su vez, mantenían como emprendimiento pantalla la venta de muebles y préstamos informales llamados "gota a gota".
Requena se mantenía prófugo, luego de escaparse del operativo montado por la Policía Federal y arrojar los más de 3 kilos de cocaína que le habían entregado "los rosarinos". Según el fiscal Viault, la investigación llevó más de dos años porque fue muy complejo lograr realizar el seguimiento y la georreferenciación del lugar donde se hacían las entregas de la droga.
Requena sería el que manejaba la adquisición de los estupefacientes que después se vendían en San Francisco y Frontera. Esser, el presidente de Sportivo Belgrano, estaría apuntado como uno de los engranajes claves para lavar el dinero a través de la financiera Dineral. También fue allanada la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, cuya operatoria estaría relacionada con esta causa.
Tras la caída de Gallardo, que tenía la hegemonía del negocio narco, según la investigación que realizó la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), esa zona limítrofe entre Santa Fe y Córdoba se transformó en un lugar atravesado por la violencia y los asesinatos.
Uno de los eslabones de Gallardo era Franco Figueroa, un hombre que tenía una doble vida. Era árbitro de fútbol e impartía justicia en las canchas de las ligas regionales de Córdoba y de Santa Fe. Pero también sembraba muerte: era un asesino a sueldo del clan. Figueroa fue detenido por Gendarmería acusado de un doble crimen: el de dos hombres, oriundos de Santo Tomé, Santa Fe, que fueron ejecutados porque pretendían irrumpir en los dominios de Gallardo. Germán Losada y Martín Chamorro fueron ejecutados dentro de un auto y luego incinerados. Figueroa los mató con un revólver Smith & Wesson calibre 32 y una pistola 9 milímetros.
En ese escenario narco la sombra de Los Monos se proyecta sobre Córdoba.
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