Narcotráfico en Rosario: la Justicia ya la había condenado, pero un rival la sentenció a muerte
Mariel Lezcano cumplía arresto domiciliario para cuidar a su hijo, de 3 años; pero recibió amenazas y el miércoles un sicario golpeó a su puerta y, cuando abrió, le disparó a la cabeza
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Mariel Soledad Lezcano había comenzado, hace dos meses, a purgar la condena a seis años de prisión por narcotráfico. La Justicia le había concedido el arresto domiciliario, para que cuidara a su pequeño hijo. Pero tenía los días contados: su familia había recibido amenazas. Un rival dictó su sentencia de muerte y los sicarios entraron en acción. El miércoles a la tarde, cuando sonaron los golpes a la puerta de su vivienda en un pasillo de Ayacucho al 4300, en el barrio rosarino de La Tablada, la venganza quedó consumada: en cuanto abrió, la joven de 21 años recibió un tiro en la cabeza y, cuando ya estaba en el piso, otro en la cadera, que no cambió el trágico final, porque ya estaba muerta.
“Claramente fue una ejecución. Vinieron a riesgo de que por ahí ni siquiera importaba quién era la víctima. Dispararon apenas abrieron la puerta. Esto claramente es un mensaje a la familia que vive ahí”, dijo el fiscal Gastón Ávila. Precisó: “Dos personas que supuestamente se movilizaban en moto tocaron la puerta, les abrieron y sin mediar palabra dispararon. La víctima recibió un disparo en la cabeza, que es el que le habría causado la muerte, y otro en la cadera cuando estaba en el piso”. El representante del Ministerio Público de la Acusación sostuvo que Lezcano estaba con su hijo de 3 años y con una adolescente de 13 y confirmó que la familia “ya había recibido amenazas”.
Lezcano había sido condenada como miembro de rango medio de la banda liderada por René “Brujo” Ungaro, un peso pesado del crimen organizado rosarino que, además de purgar pena como líder de una asociación ilícita dedicada al narcotráfico y otro tipo de delitos violentos, fue sentenciado a 17 años de prisión como autor del homicidio de Roberto “Pimpi” Camino, histórico jefe de la barra brava de Newell’s, cometido hace más de una década.
Anoche, una pareja fue detenida por el asesinato de Mariel en una vivienda de la calle Chacabuco al 4100, a solo diez cuadras de la casa donde vivió Leonel Messi: una chica de 16 años y un joven identificado solo por sus iniciales (A.D.), que tenía en su poder una pistola calibre 9 milímetros, el mismo con el que fue ejecutada Mariel Lezcano. El peritaje que ordenó realizar el fiscal Ávila determinará si, efectivamente, se trata del arma homicida.
Relaciones peligrosas
Las primeras líneas de investigación sobre las que trabaja el fiscal Ávila parten de participación de Lezcano en la banda del Brujo, que desde la cárcel organizó las actividades delictivas en los barrios Tablada, Municipal y Parque del Mercado. Allí, en esa zona del sur de Rosario, disputó el territorio con el clan Camino, en una guerra sangrienta que dejó un saldo de al menos 20 homicidios en los últimos años.
El Brujo Ungaro fue condenado a 7 años de prisión como organizador de esa asociación ilícita, y en agosto último recibió una pena de 12 años como líder de la misma banda, pero por comercialización de estupefacientes, junto a los hermanos Lautaro y Alan Funes. En ese juicio Lezcano recibió la pena de seis años como coautora de tráfico de estupefacientes y condenada a 6 años de cárcel.
Según el fiscal del juicio, Federico Reynares Solari, Mariel Lezcano ocupaba “los eslabones intermedios de la organización” junto a Kevin Oviedo y Daniela Ungaro, hermana del Brujo y expareja del empresario narco Luis “Gringo” Medina, asesinado a fines de 2013.
De acuerdo a la sentencia, “los acusados integraban una organización montada por lo menos desde el mes de noviembre de 2016 hasta el 26 de abril de 2018, con distribución de roles”. Su objetivo era “ejecutar actos relacionados con el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, ya fuera en grandes cantidades o en pequeñas porciones destinadas al comercio al menudeo en los barrios La Tablada, Municipal y Parque del Mercado de Rosario y en la localidad de Funes”.
Hasta hoy no había sido confirmado oficialmente, pero la policía le dijo al fiscal Ávila que la adolescente demorada por el homicidio de Mariel Lezcano estaba relacionada con el clan de los Funes. Por eso, no se descarta que la ejecución del miércoles a la tarde-noche en La Tablada esté vinculada con algún tipo de pase de facturas interno de la banda condenada en agosto.
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