“My inmortal”: a nueve años del femicidio, la familia compartió un video de Ángeles Rawson cantando su tema favorito
La adolescente de 16 años fue asesinada en un ataque sexual por el encargado del edificio donde vivía, Jorge Mangeri; el homicida fue condenado a prisión perpetua
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A nueve años del femicidio de Ángeles Rawson, la adolescente de 16 años asesinada durante un ataque sexual en el edificio de Palermo donde vivía, su madre, Jimena Aduriz, compartió un video de su hija cantando “My inmortal”, su tema musical favorito.
Según dijo Aduriz a la agencia de noticias Télam, el video fue grabado unos meses antes del homicidio, ocurrido el 10 de junio de 2013, en una de las habitaciones del departamento de la Ravignani 2360 de Palermo, donde la familia en ese momento.
“La música era algo muy importante para ‘Mumi’ [como la familia llamaba a Ángeles] y éste era un tema icónico para ella, uno de sus favoritos. Ya lo había cantado en su fiesta de graduación de séptimo grado”, recordó la madre de Ángeles.
Según Télam, fue Juan Cruz, uno de los hermanos de Mumi y por entonces estudiante de cine, quien la grabó interpretando esa balada que está incluida en Fallen, el primer LP lanzado en 2003 por Evanescence, la banda liderada por la cantante, pianista y compositora Amy Lee.
Por el homicidio de Rawson fue condenado a la pena de prisión perpetua el encargado del edificio, Jorge Mangeneri. Está preso en la cárcel de Ezeiza y le quedan, por lo menos, otros 26 años de encierro.
A un día de que se cumpla el noveno aniversario del crimen de su hija, Aduriz publicó un emotivo texto en su perfil de Facebook.
“Es imposible imaginar lo que es transitar este camino cuando te arrebataron la vida siendo tan chiquita y que esto es irreversible”, escribió Aduriz.
Para finalizar, la madre de Ángeles agregó: “Hoy no puedo resignificar tu muerte; hoy no puedo ser un ejemplo de fortaleza. Hoy solo abrazo tu cajón tratando de sobrellevar este absurdo. Mañana será otro día. Te extraño mi vida, tanto que ahoga. Mami”.
La adolescente fue asesinada el 10 de junio de 2013 en y su cadáver apareció al día siguiente en la planta de tratamiento de residuos de la Ceamse en la localidad bonaerense de José León Suárez.
En el juicio se dio por acreditado que aquel día, a las 9.50 –horario en el que quedó grabada por una cámara de la cuadra–, la adolescente regresaba de su clase de gimnasia, llegó al edificio de Ravignani 2360, en Palermo, pero no entró en su departamento de la planta baja porque se topó en el hall con Mangeri.
Para la Justicia, con algún engaño, el encargado llevó a Ángeles a un sitio del edificio -para la fiscalía fue el sótano y para la querella la portería del octavo piso-, y allí inició un ataque sexual no consumado que, por la resistencia de la víctima, terminó en el homicidio.
Una junta médica concluyó que Ángeles murió estrangulada y sofocada en no más de cinco minutos y que su asesino le fracturó cinco costillas, la clavícula derecha y una vértebra, según recordó Télam.
Si bien la chica no llegó a ser violada, la víctima tenía en una de sus rodillas, en la ingle y en la cara interna de los muslos, lesiones paragenitales que probaron que Ángeles padeció un ataque sexual.
Según la sentencia, Mangeri ató y acondicionó el cadáver de la adolescente dentro de bolsas de residuos para luego desecharlo en algún contenedor de basura, razón por la que al día siguiente fue hallado en la Ceamse de José León Suárez.
La noche del viernes 14 de junio de 2013, Mangeri fue llevado a la fiscalía para una declaración testimonial y allí se autoincriminó cuando le dijo a la fiscal María Paula Asaro: “Soy el responsable de lo de Ravignani 2360″.
Esa confesión no tuvo valor legal, pero la evidencia clave contra Mangeri fue el cotejo de ADN que determinó que debajo de la uña del dedo índice de la mano derecha de Ángeles se halló el perfil genético del sospechoso, lo que probó que la chica rasguñó a su asesino en un intento de defensa.
Además, el encargado tenía 34 lesiones de las cuales más de 20 eran arañazos que habían sido enmascarados con quemaduras.
El 15 de julio de 2015, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) porteño N° 9 condenó a Mangeri a la pena de prisión perpetua como autor de los delitos de “femicidio en concurso ideal con abuso sexual y homicidio agravado criminis causa”.
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