La fiscalía decidió que sigan presos los once sospechosos del asesinato en Villa Gesell
VILLA GESELL.- Los once jóvenes detenidos el sábado pasado por el crimen de Fernando Báez Sosa, que murió tras ser golpeado frente al boliche Le Brique, seguirán detenidos y afrontarán hoy ruedas de reconocimiento ante testigos de la mortal agresión. Fuentes judiciales aseguraron que incluso Pablo Ventura continuará alojado en una sede judicial, ya que las dudas de la fiscalía sobre su participación en el hecho persisten luego de su indagatoria.
Ventura fue el único de los sospechosos que aceptó dar su testimonio en una indagatoria. La fiscal Verónica Zamboni, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Villa Gesell, acusó a los detenidos del delito de "homicidio agravado por el concurso premeditado por dos o más personas", el cual prevé como única pena la prisión perpetua.
En los 45 minutos que duró su indagatoria, Ventura aseguró que había estado por última vez en Villa Gesell en enero del año pasado, que este año tenía previsto un viaje familiar al exterior y que la noche del crimen cenó con su familia en un restaurante de Zárate, donde viven los once jóvenes arrestados. Su abogado presentó como prueba un video registrado por la cámara de seguridad de esa parrilla en el que se observa a Ventura junto con su padre y su madre. En declaraciones periodísticas, el dueño de ese comercio explicó que esa filmación fue realizada la noche del viernes pasado. Báez Sosa fue golpeado por la patota de jóvenes poco antes de las 5 del sábado pasado.
Los otros diez detenidos fueron identificados por fuentes vinculadas por la investigación como Matías Benicelli, de 20 años; Ayrton Viollaz, de 20; Máximo Thomsen, de 18; Luciano Pertossi, de 18; Ciro Pertossi, de 19; Lucas Pertossi, de 20; Alejo Milanesi, de 20; Enzo Comelli, de 19; Juan Pedro Guarino, de 19, y Blas Cinalli, de 18. Según las fuentes judiciales, los diez son defendidos por el mismo abogado, que aconsejó a sus clientes negarse a declarar hasta conocer las pruebas. Ese letrado habría sido defensor el año pasado del intendente de Zárate, Osvaldo Caffaro. Algunos de los arrestados serían familiares directos de una funcionaria de esa municipalidad. Al menos uno de los jóvenes arrestados, Máximo Thomsen, habría tenido algunos trabajos ocasionales como patovica en un bar de Zárate, según contaron personas que conocen al grupo que veraneaba en Villa Gesell. En Zárate, en tanto, jóvenes que compartieron salidas con los acusados señalaron que en otras oportunidades habían protagonizado disturbios.
Ventura es el único de los sospechosos que no fue arrestado en Villa Gesell, sino en Zárate. La policía habría llegado a Ventura, que no integra el club Arsenal Náutico Zárate como el resto de los imputados, luego de que este fuese nombrado por los otros detenidos.
Jorge Santoro, el abogado de Ventura, señaló que su defendido respondió todas las preguntas de la fiscal. "Ya entregamos el celular para que lo periten. Ahí se van a dar cuenta de que Pablo nunca estuvo en Gesell. Para la fiscal esa va a ser una prueba clave", dijo Santoro a LA NACION, en la puerta de la fiscalía descentralizada N° 6 de Villa Gesell.
Una de las pruebas que los investigadores tendrían para dar con quienes golpearon a Báez Sosa -más allá del video del ataque- es el rastro de sangre encontrado en una zapatilla. Los diez jóvenes detenidos en una casa alquilada en Villa Gesell, a poca distancia de la escena del crimen, habrían apuntado informalmente, en diálogos con la policía en el momento del allanamiento, a Ventura como propietario de esa zapatilla ensangrentada. El dato es importante en la investigación, ya que la víctima recibió fuertes patadas en la cabeza. El abogado Santoro descartó que esa prueba señalase a su cliente. Sostuvo que Ventura calza 49,5 y mide dos metros. "Esa zapatilla no coincide con el talle de mi cliente, no es suya". El abogado también afirmó que tiene cuatro testigos que serán muy importantes para acreditar que Ventura nunca estuvo en el lugar del crimen.
"Tengo como testigos a cuatro amigos de Pablo que pasaron la noche con él en Zárate. También tengo a una vecina que lo vio llegar a la casa y ahí se cierra el círculo", dijo el letrado.
Más allá de la opinión del abogado, la fiscalía aún mantiene bajo sospecha a Ventura. Ese joven será colocado también en las ruedas de reconocimiento que se realizarán hoy. En ese momento, los amigos de la víctima observarán a grupos de chicos con semejanzas físicas en procura de identificar a quienes golpearon a Báez Sosa. Una coincidencia positiva en una rueda de reconocimiento es una de las pruebas más importantes en una investigación judicial.
De todas maneras, los detectives buscaron este lunes, en la casa que alquilaban los detenidos, nuevos elementos que puedan vincularlos con el crimen. "La policía se llevó muchas botellas de alcohol", dijo un vecino.
Para Berni, fue "una desgracia"
El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, aseguró hoy que el crimen de Fernando Báez Sosa, de 18 años, a la salida de un boliche en la localidad balnearia de Villa Gesell fue "una desgracia" y señaló la necesidad de "desarrollar políticas de prevención" sobre el consumo de alcohol.
"Lo que ha pasado en Villa Gesell fue una desgracia. El alcohol exacerbó la violencia en un grupo de jóvenes, que por sobre todas las cosas tiene la particularidad de jugar al rugby", dijo el funcionario desde San Bernardo, donde participó de la entrega de 10 móviles policiales para sumar al patrullaje en el partido de la Costa.
Asimismo Berni remarcó que el crimen "se pudo haber evitado, como todo", pero que "la realidad es que el alcohol es constante en estos grupos", por lo que propuso "desarrollar políticas de prevención en lo que tiene que ver con ese consumo".
"Si no tenemos conciencia como sociedad de que tenemos que generar políticas públicas donde se intervenga a esos jóvenes que consumen los fines de semana antes de salir a la noche, me parece que no vamos a afrontar el problema", concluyó el funcionario.
Informe Alejandro Horvat, enviado especial
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