Motochorros: después de disparar 12 veces, un subcomisario mató a dos ladrones e investigan si lo hizo por la espalda

Un subcomisario de la Policía Federal Argentina (PFA) quedó detenido, acusado de doble homicidio, después de haber matado a dos presuntos motochorros de 17 y 18 años que habrían intentado robarle. El uniformado disparó, al menos, 12 veces, y la Justicia investiga si lo hizo por la espalda, cuando los adolescentes escapaban. Uno de ellos, además, tenía un tiro en la frente.

Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, el hecho ocurrió ayer a la tarde en Wilde, Avellaneda. La fiscal Natalia Miliore, a cargo de la investigación, indagó esta tarde al subcomisario Néstor Garrido, de 49 años, que cumple funciones en la División Auxiliares de Seguridad y Defensa de la PFA. El oficial dijo que le exhibieron un arma y que él repelió la agresión con varios disparos. Al término de la audiencia la representante del Ministerio Público pidió que la aprehensión del policía se convierta en detención mientras continúa la investigación.

Todo ocurrió ayer pocos minutos después de las 18.30 en Boulevard de los Italianos y Lafuente, cuando el subcomisario Garrido volvía caminando a su casa. Había estado en la vivienda de un familiar, propiedad que está desocupada y que él había ido a controlar que no fuera usurpada. La escena del presunto intento de robo y de los disparos del jefe policial fue registrada por una cámara de seguridad.

Garrido estaba vestido de civil cuando, según consta en el sumario, fue sorprendido por dos jóvenes que circulaban en una moto Honda XR 150. Dijo que los motochorros se le acercaron y uno de ellos, exhibiendo un arma de fuego, le espetó: “Quedate quieto”.

En ese momento, Garrido se identificó como policía. Habría dado la voz de alto, sacó de una riñonera una pistola Glock calibre nueve milímetros y comenzó a disparar.

“El jefe policial disparó al menos 12 veces. Uno de los ladrones recibió seis balazos y el otro, cuatro. Los primeros informes de los peritos indican que los disparos ingresaron de atrás hacia adelante. Es decir, por la espalda”, dijo a LA NACION una fuente de la causa.

Uno de los supuestos motochorros murió a poco de ingresar en el hospital Presidente Perón, de Avellaneda, donde fue trasladado en ambulancia. El otro falleció hoy en horas de la madrugada.

“Uno de los supuestos delincuentes tenía un balazo en la frente. Se trata del joven de 17 años. Ahora se investiga si recibió ese tiro cuando ya estaba herido en el piso o si Garrido le disparó de frente, cuando le mostró el arma”, agregaron las fuentes consultadas.

El arma que tenían los motochorros y que secuestró el personal de la policía bonaerense que llegó al lugar de los hechos era de utilería, según explicaron los voceros consultados.

“La pistola utilizada por el subcomisario Garrido no era el arma reglamentaria provista por la PFA. Ahora investigaremos si tenía permiso de uso y tenencia” de la Glock, sostuvo una fuente con acceso al expediente.

Si bien falta la confirmación oficial, los jóvenes motochorros tendrían antecedentes en el fuero penal juvenil. Uno de ellos, por encubrimiento, y el otro, por robo en poblado y en banda.

“No sabía que robaba”

“Me enteré todo ayer, no sabía que robaba. Él arreglaba motos, iba a la escuela, lo controlaba a ver dónde estaba. Desde hace un tiempo sospechaba que tenía mala juntas”, sostuvo a la agencia de noticias Télam Gerardo C., padre del joven de 17 años muerto.

El hombre dijo que se enteró de la muerte de su hijo por un comisario. “Mi familia es trabajadora, salimos a cortar pasto con él y su hermano. Pasó lo que no tenía que pasar. Lo llamé a mi hijo para saber dónde estaba porque no me respondía los mensajes y me atendió un comisario que me dijo que le habían pegado dos tiros”.

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