Modificaban fusiles AR-15 para venderlos en favelas de Río de Janeiro
Usaban encomiendas para traer fusiles AR-15 desde los Estados Unidos, que compraban por US$S 1500 y se los vendían a los jefes del Comando Vermelho, en las favelas de Río, a US$ 20.000. En cuatro propiedades de Flores, armaban los fusiles y les colocaban una serie de accesorios. Incluso, habían transformado una de esas viviendas en un polígono de tiro clandestino para comprobar el funcionamiento de las armas antes de enviarlas a Brasil.
Hasta anoche, los investigadores contabilizaron más de 300 armas en las once propiedades que pertenecen a los cuatro integrantes de la banda transnacional que vendía fusiles de asalto a una de las organizaciones criminales más importantes de ASudamérica del Sur.
Hace tres semanas las autoridades argentinas recibieron un alerta de la Homeland Security, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Ese aviso surgió a partir de la intensificación de la vigilancia de posibles actividades criminales en la Argentina originadas en los Estados Unidos, en un método de prevención de ataques ante la inminente cumbre del G-20 en Buenos Aires.
Los investigadores de los Estados Unidos descubrieron el envío de un cargamento de fusiles AR-15 desde ese país a la Argentina. Esae arma fue utilizada en los últimos atentados registrados en los Estados Unidos, en los últimos tres años. Por tal motivo, el contrabando de semejante arma es consideradoa una situación de riesgo por las autoridades norteamericanas. El fusil AR- 15 fue el arma utilizada por Nikolaz Cruz, en el ataque contra el colegio secundario Stoneman Douglas de Parkland, Florida, que dejó 17 muertos. Varios AR- 15 fueron encontrados en la habitación del Hhotel Mandalay Bay desde la que Stephen Paddock abrió fuego contra los asistentes a un concierto en Las Vegas. Omar Mateen, también usó un AR- 15 para matar a 49 personas en el club nocturno gay Pulse, en Orlando, Florida.
Por estos antecedentes, cualquier movimiento de fusiles AR- 15 fuera de lo habitual provoca alertas en las agencias de Inteligencia y de Seguridad de los Estados Unidos.
Esto fue lo que ocurrió con la encomienda que remitía un sospechoso que habría sido identificado como "Michael Núñez". En el paquete que llegó al centro de distribución de Retiro el mes pasado, había cinco fusiles AR- 15 desarmados.
A partir de esa pista, el juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola, autorizó a la Aduana y a la Gendarmería a que iniciaran una investigación. Así se planificó una entrega controlada de la encomienda.
Un campo privado de tiro
En manos de un armero, el fusil AR- 15 puede ser transformado en la versión militar, denominada M4, que dispara ráfagas. Por tal motivo es un arma codiciada por los miembros del Comando Vermelho que se enfrentan con grupos especiales de las fFuerzas aArmadas brasileñas por el control de las favelas de Río de Janeiro.
Precisamente, uno de los cuatro detenidos durante los allanamientos realizados en las últimas horas es un armero que se dedicaba a modificar toda clase de fusiles, y que con sus cómplices tenían un arsenal de 300 armas y una gran cantidad de proyectiles calibre 7.62 y 5.56.
Además de secuestrar esos cinco fusiles AR- 15, los investigadores de la Aduana y de la Gendarmería, desbarataron el taller en el que el armero hacía silenciadores y adaptaba los fusiles a los requerimientos de sus compradores.
Una plancha de fundición de dos centímetros de espesor amurada a una pared de ladrillos pintados con cal y decenas de impactos de balas y un tambor de 200 litros, con una cantidad similar de marcas, hallados en el fondo del inmueble de Balbastro al 2000, eran los blancos utilizados para probar las armas.
Según fuentes de la investigación, en el listado de armas secuestradas figuran ametralladoras Halcón, fusiles FAL, M 16 y AK 47, y pistolas Colt, Browning, Beretta.
El arsenal acopiado por esta banda en propiedades de Río Cuarto, General Alvear, en Mendoza, Flores, Haedo y Campana, incluía accesorios como silenciadores, miras telescópicas e insumos de recargas.
Fuentes vinculadas al Ministerio de Seguridad de la Nación iniciaron un análisis de la información obtenida durante los allanamientos y de las más de 300 armas secuestradas y estimaron, en principio, que el cargamento no tendría vinculación con la inminente cumbre del G-20.
Los investigadores concluyeron que el contrabando de armas formaba parte de una triangulación que el Comando Vermelho hizo a través de la Argentina. En este análisis coincidieron otras agencias gubernamentales.