Misterio y muerte en Retiro: “A mi hija Emmily la forzaron a tener una relación sexual, se negó y la arrojaron por la ventana”
Los padres de Emmily Rodrigues Santos Gomes reclaman que sean encarceladas las personas que estuvieron con su hija en el momento de la caída
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“A mi amada Emmily la tiraron por ese ventanal, nadie me lo va a quitar de la cabeza”, repite entre sollozos, Catia Celine Rodrigues Santos, la madre de la joven brasileña de 26 años, quien exactamente a las 9.15 del 30 de marzo último cayó misteriosamente desde la ventana del departamento del sexto piso ubicado en Libertad 1542 en Recoleta, donde vive el empresario Francisco Sáenz Valiente.
Así, acongojada y llorando durante toda la charla, aprieta un pañuelo entre sus manos para secar sus lágrimas, sentada junto a su exesposo, el padre de Emmily, Aristides Da Silva Gomes, en el estudio de Ignacio Trimarco, el abogado que los representa, quien explicó cuál es la imputación que pesa sobre Sáenz Valiente: “Se lo investiga por femicidio, suministro gratuito de estupefacientes y tenencia ilegal de armas de guerra de uso civil, porque tenía en la vivienda una escopeta con todos los permisos vencidos. Todavía no entendemos porque el juez (Martín Del Viso, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 31) dictó la falta de mérito y lo dejó en libertad con la cantidad de indicios que existen. Por eso presentamos la apelación de la medida”, detalla.
Aseguró, además, que Emmily llegó en buenas condiciones al departamento de Sáenz Valiente pasadas las 3: “Venía con Juliana Magalhaes Mourao y Dafne Santana. Arriba ya estaban Francisco y Lia Figueroa Alves. Los videos demuestran que Emmily ingresó en perfecto estado, lo aclaro porque desde la defensa del empresario dieron a entender que estaba alcoholizada y que no podía estacionar la camioneta que conducía que era de su novio. Y esto no fue así, solo le pidió a una de las chicas que la arrimara bien al cordón porque ella no estaba muy dúctil para hacerlo marcha atrás porque hacía quince días que había sacado el registro de conductor”.
Aristides escucha atento con los ojos enrojecidos y dice con bronca de padre: “Están haciendo todo para ensuciarla y eso nos lastima aún más. Además del dolor que padecemos hay que soportar eso. Hay algo muy claro, todo indica que a mi hija la forzaron a tener una relación sexual, se negó y la arrojaron por la ventana. Emmily intentó comunicarse con su novio (Manuel) cuarenta veces, pero él estaba durmiendo. Eso demuestra su desesperación, que algo malo le ocurría. Si atravesaba un brote psicótico no habría estado coherente para llamar a su pareja. Tenemos entendido que el celular se está peritando y esperamos saber la verdad. Es evidente que ella quiso escapar del departamento y no pudo. No la dejaron salir. Los vecinos que fueron testigos aseguran que gritaba pidiendo auxilio y que detrás de ella estaba Francisco forcejeando, ejerciendo agresiones y violencia sobre Emmily. Parece que él tenía la costumbre de solicitarle amigas para fiestas o encuentros a Juliana Magalhaes, pero con mi hija se equivocó”, dijo desesperado en una entrevista con LA NACIÓN.
-¿Tanto usted como la madre están convencidos de que no tuvo un brote psicótico ni se tiró por la ventana, sino que la arrojaron?
-Aristides: Tengo la convicción de que fue arrojada desde la ventana. Ella jamás cometería un suicidio. Nadie pide socorro ni implora para que alguien llame a la policía y luego se tira al vacío desde un sexto piso. No tiene sentido.
-¿Ella tenía antecedentes de haber padecido alguna vez convulsiones, brotes psicóticos o alteraciones psiquiátricas?
-Aristides: Jamás, nunca tuvo un problema ni psiquiátrico ni psicológico. Era una chica muy feliz, alegre, optimista. Esa era mi Emmily. Sé que están queriendo crear una falsa apariencia de ella basada en una estrategia de cuestionar su moral, pero no lo van a lograr. Emmily no tenía características depresivas, muy por el contrario, ni tampoco consumía drogas.
Catia: Fue un femicidio, no un suicidio. Mi hija no tuvo ningún brote psicótico, eso es una mentira infame (llora y se lleva las manos a la cara).
-¿Cómo están seguros que no sufrió un brote psicótico?
-Aristides: Nosotros consultamos con un psicólogo muy renombrado en Brasil y nos aseguró, basado en la grabación donde escuchó su voz con pedidos de auxilio, que no sufrió para nada un brote psicótico, porque si una persona presenta un cuadro así habla cosas sin sentido. Y ella todo el tiempo solo reclama ayuda y pide que llamen a la policía. Habla como si le estuviesen haciendo algo, sintiendo dolor
-¿Desde cuándo vivía Emmily en la Argentina?
-Aristides: Desde 2018. Vino con el propósito de seguir la carrera de medicina. Anteriormente cursaba abogacía en Brasil. Planeaba abrir una clínica de dermatología estética, era su gran proyecto.
-¿Sabían algo del novio de Emmily, de la relación que tenía con él?
-Aristides: Conocí al primer novio que estuvo con ella dos años. Pero al actual no tuve oportunidad.
-¿Pudieron hablar con él después de lo que sucedió con Emmily?
-Aristides: Todavía no, estuvimos muy ocupados y conmocionados desde que llegamos y aún no conversamos con él.
-¿Emmily era modelo?
-Aristides: En Brasil trabajaba para una agencia, aquí circunstancialmente hacía trabajos como modelo. Pero estaba más que nada muy dedicada a hacer cursos de estética.
-¿Desconfían de Juliana, la mujer que la acompañó al departamento?
-Aristides: Claro, con certeza. Una prueba irrefutable de las dudas que nos genera es que luego de que Emmily cayera ella dijo que no la conocía con anterioridad. Tenemos fotos de otros tiempos donde estuvieron juntas. ¿Por qué mintió? Además es médica, si nuestra hija estaba con un brote psicótico como dicen, ¿por qué no le dio los primeros socorros? ¿No merecía que por los menos la acompañara al hospital? El colmo fue que cuando llegó al nosocomio fue registrada como NN. Tenemos información de que ella podría haberla forzado a tener una relación en grupo. Seguramente Emmily se negó, comenzó a gritar. Ahora surgió un audio donde vocifera desesperada ‘me pincharon’. Y aparecieron jeringas y preservativos usados en el departamento. Todo muy oscuro.
-¿Creen que Emmily intentó defenderse?
-Aristides: Emmily pesaba cincuenta kilos y medía 1,55. Quién va a creer que si tuvo un brote, un hombre que la doblaba en peso y altura y una mujer médica no pudieron controlarla. Otro detalle, la ventana estaba destruida, ¿a usted le parece que Emmily tenía tantas fuerzas para romperla?
-¿Qué opinan de la medida del juez que dictó la falta de mérito y dejó en libertad al propietario del departamento?
-Aristides: El juez para tomar una decisión debería haber aguardado los resultados de todas las pericias, porque las evidencias de que la arrojaron por la ventana son contundentes. Que le hayan otorgado la libertad es un privilegio inconcebible. Muchas personas haciendo mucho menos están presas. No quiero creer que lo liberó porque es poderoso a nivel económico... ¿No somos todos iguales ante la ley?
-Catia: Si lo que pasó con Emmily no tiene justicia, eso va a estimular que hechos así sigan sucediendo. Y la próxima víctima puede ser un hijo de cualquiera, una sobrina. ¿El juez no piensa en eso?
¿Cómo hacen para soportar tanto dolor sin la contención de sus seres queridos, tan lejos de su país?
-Catia: Yo no puedo contener las lágrimas, estoy destrozada. Las mamás me van a saber entender, siento que no tengo más vida. Recibí la primera comunicación cuando estaba en Bahía, Brasil, donde vivimos, a través de Carol, una amiga de Emmily. Enseguida lo llamé al papá y compré pasajes de madrugada para venir a Buenos Aires. La sensación es inexplicable, una se siente morir.
Aristides: Lloré mucho y al mismo tiempo siento mucha tristeza, ansiedad, un vacío demasiado grande, no tengo consuelo. Tengo otra hija de diez años, pero para la mamá era su única hija. Estamos tristes porque cuando llegamos a la Argentina no se hablaba de la tragedia y los padecimientos a la que habían sometido a una joven que terminó falleciendo, sino que asociaban la figura de nuestra amada hija con drogas, fiesta sexual, prostitución, como para ensuciarla y desmoralizar. Y se mostraba al dueño de la vivienda como un hombre poderoso, pero bueno. Se llegó a decir que Emmily había consumido cocaína cuando todavía no se conocen los resultados de las pericias toxicológicas. No quiero generalizar, pero es muy triste la manipulación de la información. Eso puede influir en decisiones judiciales, tiene peso.
¿Confían en la Justicia?
-Aristides: Imploramos que el juez se apegue a la verdad, a las evidencias. Creo que si así hubiese ocurrido Francisco no estaría libre.
-Catia: Nosotros éramos amigos además de padres. Conversábamos mucho. Era mi única niña, ahora ya no voy a poder escuchar más su dulce voz. No puedo soportar pensar en eso.
“Hubo violencia sexual previa”
Ignacio Trimarco. el abogado de la familia de Emmily, es directo cuando traza su hipótesis de los hechos: “Sáenz Valiente cometió femicidio y suministró estupefacientes, dos delitos por los que debería estar preso y no libre”.
Y agregó: “Hubo violencia sexual previa. Las tres testigos, Juliana, Dafne y Lía dicen que no hubo sexo, pero se encontraron preservativos usados, jeringas y la ropa de Emmily en la habitación de Sáenz Valiente. El jean en perfecto estado de conservación, pero el imputado dice que intentando sostenerla en la ventana se lo arrancó. La foto demuestra que está intacto, ni las cadenitas que son muy frágiles se rompieron”.
Para el querellante, “la defensa del empresario dice que Emmily llegó drogada y alcoholizada. Está acreditado en las videofilmaciones que llegó manejando, estacionó en la puerta y luego caminó e ingresó al departamento sin problemas. Por su parte, Lía asegura que cuando Emmily y las chicas llegan al departamento ya estaba la droga preparada y que consumían tuci y cocaína. Ella y Dafne explican que consumieron toda la noche. ¿Eso no es suministro?”.
Trimarco apunta a los dichos de las testigos sobre el consumo de sustancias psicoactivas. “Ellas definen a Emmily como experta consumidora, pero no está probado en el expediente, ni Emmily tiene ninguna lesión en el tabique nasal ni rastros de consumo. Sáénz Valiente admitió que consume cocaína, entonces, ¿para quién era el tuci? Lía y Dafne dijeron que ya habían ido a ese departamento a consumir estupefacientes”.
También cuestionó la forma en que, a su entender, trabajaron los primeros investigadores del caso: “No se preservaron ni el lugar del hecho ni las manos de la víctima para resguardar el material genético que pudiera existir debajo de las uñas en caso de defenderse. Está acreditado que el imputado mantuvo en uso su celular y borró su cuenta de Instagram luego de la llegada de la policía cuando el protocolo establece que se deben resguardar los dispositivos electrónicos. Y un abogado de su parte estuvo presente en el lugar de los hechos mientras estaba el personal policial, que no cumplió con el protocolo que lo impide”.
Señaló directamente Trimarco a una de las testigos: “Juliana declara y tiene muchísimas contradicciones; debería estar detenida también. Es médica y no le dio socorro en ningún momento”,
“La familia niega enfáticamente que Emmily ejerciera la prostitución -aseveró el abogado- o fuera escort como pretendieron ensuciarla. Los vecinos testigos son esenciales: coinciden con que pide auxilio y que llamen a la policía. Ninguno habla de brote psicótico ni que dijera incoherencias. Emmily no tiene antecedentes psiquiátricos ni de consumo de drogas.”
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