Misterio en Olivos: atravesó un ventanal y escapó de un hacker que lo tenía cautivo y que lo amenazaba de muerte
El sospechoso, con antecedentes penales por delitos informáticos, fue detenido por personal de la policía bonaerense después de que la víctima se acercó a un puesto de custodia de la quinta presidencial
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“Pelotudit... ¿Te queres escapar? Te vas a comer una puñalada”, escuchaba la víctima mientras el Gordo o el Hacker, como conocía a la persona que lo tenía cautiva en una casa de Olivos, en Vicente López, lo amenazaba con un destornillador. Entonces, no lo dudó y decidió escapar. Pero para poder huir tuvo que atravesar un ventanal y correr. Recién se sintió a salvo cuando pasó por la quinta presidencial y pudo relatarle a un policía lo que acababa de pasarle. Había estado privado de la libertad tres horas.
El cinematográfico hecho ocurrió el viernes pasado en una casa de Marconi al 600, en Olivos, y dio origen a una a una investigación por posibles delitos de estafa y a la detención de un joven de 29 años, identificado por fuentes judiciales como Amadeo Conrado Uberti, conocido por los apodos de Hacker o Gordo.
La víctima (cuya identidad se mantiene en reserva) quedó traumatizada y, a pesar de la custodia que le había asignado el fiscal Martín Gómez, decidió mudarse para estar lejos de los lugares que solía frecuentar.
El sospechoso fue detenido por detectives de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Vicente López en un allanamiento de urgencia en el domicilio donde estuvo cautiva la víctima.
El personal policial se encontró con un “laboratorio técnico” repleto de CPUs, discos rígidos, placas de video, monitores, memorias, notebooks, posnets, consolas PlayStation, pendrives y tarjetas de débito y crédito, que de acuerdo a las sospechas y lo declarado por la víctima, podrían estar vinculado a maniobras fraudulentas con criptomonedas y clonación de tarjetas.
También se secuestraron 101.880 pesos en efectivo, una máquina contadora de billetes, y los guantes de trabajo y el destornillador con el que, según la denuncia, el imputado amedrentó a la víctima durante su cautiverio.
Según informó la agencia de noticias Télam, cuando fue indagado por el fiscal Gómez por el delito de privación ilegal de la libertad, Uberti negó los hechos.
El Hacker tiene una causa de 2019 por tentativa de robo en el departamento judicial San Isidro, y otra del año pasado donde el juez en lo criminal y correccional porteño Osvaldo Rappa lo procesó por cuatro hechos de “hurto” y cuatro “amenazas coactivas reiteradas” y en la que la perjudicada a través de estafas informáticas fue una empresa de pagos electrónicos en más de ocho millones de pesos, informaron a LA NACION fuentes judiciales.
De acuerdo a lo que luego declaró la víctima, todo había comenzado la semana anterior cuando un conocido con el que juega “online” le presentó al Gordo, quien lo convocó a su casa de Olivos.
En su domicilio, el Hacker le explicó al denunciante que se dedicaba a “minar bitcoins” pero que, como tenía “problemas judiciales”, necesitaba “un cadete con vehículo” para que le vaya a comprar las “placas”.
Ese primer día, Uberti lo mandó a cambiar unos dólares y cuando regresó con 350.000 pesos, le preguntó si necesitaba plata, le quiso dar 100.000 pesos y como se negó, se enojó, pero le dio 10.000 pesos y le dijo que se fuera a comer con su novia.
En los días siguientes, Uberti lo engañó con que ya formaba parte de su “corporación”, que cuando lo necesitaran lo iban a llamar y le iban a decir “hacé base” para que de inmediato fuera a la casa de Olivos, según Télam
El “día del secuestro”, como declaró la víctima al referirse al 6 de mayo pasado, Uberti lo hizo dejar en la casa su billetera con documentos y lo mandó a comprar con otro joven “placas de video” a distintos locales de la avenida Cabildo, en el barrio porteño de Belgrano.
Sin embargo, los comerciantes se negaron a venderles lo que necesitaban, salvo que pagaran en efectivo, por lo que no consiguieron lo que el acusado les había pedido y regresaron a la casa de Olivos.
Según relataron fuentes policiales y judiciales citadas por Télam, cuando la víctima llegó, alrededor de las 19.30, el imputado le dijo de manera intimidatoria: “Te vas a sentar en la computadora y vas a hacer compras online. De acá no te vas y están viniendo dos pibes que te van a cagar a trompadas”
Cuando el otro joven le contó a Uberti que la víctima se quería ir, el sospechoso se puso más violento, lo mandó a pararse contra un rincón y, mientras consumía cocaína, le dijo: “Quedate parado como un soldado, ahora sí te voy a matar, van a venir los pibes y te vas a comer un tiro”.
Luego, siempre según los dichos del denunciante, Uberti se colocó un par de guantes de trabajo y con un destornillador lo amenazaba y le decía: “¿Te querés escapar? Te vas a comer una puñalada”.
Alrededor de las 22.30, cuando llevaba tres horas “cautivo”, y ante lo violento de la situación, la víctima agarró su celular, corrió y escapó atravesando el cristal de un ventanal de la vivienda, acción que le produjo una serie de cortes en sus manos, y continuó su carrera a pie por la calle pidiendo auxilio hasta que fue socorrido por personal policial que custodia la quinta presidencial de Olivos.
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