Misterio en Florencio Varela. Allanan una iglesia e imputan a un cura por encubrir el crimen de un joven y la desaparición de otro
Se trata del excapellán policial Fernando Papa, acusado de haber provisto un teléfono celular a uno de los principales sospechosos del hecho que tuvo como víctimas a Lautaro Morello y a Lucas Escalante
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Un cura que se desempeñó como capellán de la Policía Bonaerense fue imputado por “encubrimiento” en la causa en la que se investiga el asesinato de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas Escalante, quienes fueron vistos por última vez hace un año en el partido de Florencio Varela.
Según informaron fuentes policiales y judiciales a la agencia de noticias Télam, se trata del cura Fernando Papa, actualmente vicario de la iglesia Nuestra Señora del Huerto, quien quedó imputado sin prisión preventiva por pedido del fiscal Daniel Ichazo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°1 de Berazategui, quien tiene a su cargo la investigación del caso.
El fiscal Ichazo solicitó a personal de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) que allane las oficinas y dependencias de la iglesia que conduce Papa, ubicada en la calle 863 al 2600, en San Francisco Solano, Quilmes.
Según precisaron las fuentes, el cura fue notificado de la imputación del encubrimiento del crimen de Morello y la desaparición de Escalante.
Un investigador precisó que Papa “se embarró solo” al declarar como testigo en la causa que tiene al comisario mayor Francisco Centurión, a su hijo Cristian y su sobrino Maximiliano Centurión como principales imputados.
“En su propia declaración se embarró solo diciendo que le prestó su teléfono celular [a Francisco Centurión] y después borró todo”, dijo a Télam aquel detective.
Durante el procedimiento en la iglesia se incautaron dos celulares –Samsung y Motorola– y un vehículo marca Chevrolet, que serán peritados.
Papa había sido capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires –aunque dejó de serlo tras la amputación de una pierna– y “tenía un vínculo muy estrecho” con Centurión padre y con toda su familia, explicó una calificada fuente de la pesquisa.
Si bien no fue detenido, Papa quedó imputado por el delito de encubrimiento agravado, para el cual se prevé una pena de entre uno y seis años de prisión.
La acusación principal
El fiscal Ichazo pidió la elevación a juicio para los dos principales acusados –los primos Cristian y Maximiliano Centurión– por “homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento, y privación ilegal de la libertad–, y planteó como hipótesis que el comisario mayor Centurión pudo haber asesinado a una de las víctimas para lograr la impunidad de su hijo y su sobrino.
Por eso, lo acusó de los delitos de “sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada (en perjuicio de Lucas) y, alternativamente, por homicidio agravado para procurar la impunidad para sí o para otro.
Es decir que el fiscal acusó a Cristian y Maximiliano Centurión de haber matado y calcinado a Lautaro y de haber mantenido cautivo a Lucas, mientras que al comisario Centurión no lo acusa del crimen de Lautaro, pero sí del secuestro de Lucas y, eventualmente, de haber sido quien lo asesinó para darle impunidad a su hijo y a su sobrino.
Para Ichazo, el 9 de diciembre de 2022, Cristian y Maximiliano Centurión “estrangularon y propinaron golpes a Lautaro Tomás Morello, con claras intenciones de darle muerte, provocándoles múltiples heridas en su cráneo y mandíbula, causándole finalmente su óbito por estrangulamiento [...] para luego disponer del cuerpo del mismo, e incinerar sus restos, en una zona rural a los fines de deshacerse de las evidencias del delito”.
En tanto, junto al comisario mayor Centurión, se les imputa que el 10 de diciembre de año pasado, en el domicilio del policía “ejerciendo violencia privaron de su libertad a Lucas Escalante”, a dónde había ido junto a Lautaro engañado por Cristian, quien le había prometido que le iba a entregar vales de nafta que estaban destinados a patrulleros.
Según el requerimiento de elevación a juicio, Centurión padre arribó a su domicilio por la noche de ese 10 de diciembre y se sumó “al plan de su hijo y sobrino”, de mantener privado de su libertad a Lucas “en un lapso mayor a un mes”.
Como imputación alternativa, para el representante del Ministerio Público, el exjefe policial asesinó a Escalante “con la finalidad de lograr la impunidad de su hijo y sobrino”.
“Si bien el modo en que se la ultimara el homicidio de Lucas Escalante no pudo determinarse a partir de la falta del hallazgo del nombrado, empero el conjunto de elementos indiciarios conducen de manera unívoca a dicha conclusión, pues, qué mayor fortuna podría haber cobrado la víctima Lucas encontrándose en las mismas circunstancias que Lautaro Morello y en manos de los criminales Cristian Centurión, Maximiliano Centurión y Francisco Centurión”, sostuvo.
Por otra parte, Ichazo también elevó a juicio a otros cinco policías, entre ellos al exjefe de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes, Luis Zaracho y el extitular de la comisaría de Bosques, Sergio Enrique Argañaraz.
El fiscal solicitó que ambos sean enjuiciados en un tribunal ordinario por los delitos de “encubrimiento calificado por ser el delito precedentemente grave y por su condición de funcionario público”.
Por su parte, a los oficiales Ramiro Yair Forchinito, Juan Manuel Britos y Damián Rodríguez se los imputó del delito de “encubrimiento”, señalaron los voceros judiciales.
Para el fiscal, tanto Forchinito como Britos, que era oficial administrativo de la DDI de Quilmes, “colaboraron a ocultar, alterar y hacer desaparecer elementos probatorios y han omitido denunciar individualizar a los autores del delito precedentemente grave”.
Respecto a Rodríguez, el fiscal le imputa las mismas acciones entre el 12 y el 29 de diciembre del 2022, ya que fue el encargado de tomarles declaración cuando eran testigos.
Escalante fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Morello para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar, a bordo de un auto BMW que al día siguiente apareció incendiado.
El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 de diciembre a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, “semicalcinado y en avanzado estado de descomposición” y, según la autopsia, la muerte se produjo por “asfixia mecánica”.
El último destino en el que quedó acreditado que estuvieron los dos amigos, sobre la base de la declaración de testigos y por el análisis de antenas de celular y cámaras de seguridad, fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en la localidad de La Capilla, partido de Florencio Varela.
Si bien el móvil del hecho aún no está esclarecido, una de las hipótesis que se investiga es que Cristian y Maximiliano Centurión le ofrecieron como anzuelo a las víctimas los vales de nafta gratuitos que tiene la policía bonaerense para abastecer los móviles de combustible.
En el marco de la causa se continúan realizando rastrillajes en distintas zonas de la zona sur del conurbano bonaerense, ordenados por el fiscal Ichazo y llevados a cabo por agentes, perros rastreadores, Defensa Civil y Bomberos de la PFA.
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