“Me dicen ‘traé gendarmes’, pero no es como ir al supermercado y agarrar fideos”
El ministro de Seguridad presentó el refuerzo de tropas en Rosario y anunció un nuevo dispositivo de las fuerzas federales en el conurbano
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ROSARIO.- El asesinato de Lucas Cancino, el adolescente de 17 años apuñalado frente a la casa de su abuela en Quilmes, generó un fuerte impacto social. Al igual que lo sucedido en esta ciudad, los vecinos del conurbano también piden fuerzas federales para sentirse más protegidos. “Me dicen ‘traé gendarmes’, pero no es como ir al supermercado y agarrar fideos”, dijo el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que encabezó aquí el acto por el despliegue adicional de 575 efectivos de la Gendarmería. Para Fernández el homicidio de Cancino “es insoportable”. Desligó parte de la responsabilidad en la Justicia por dejar en libertad cuatro días después de un robo a uno de los implicados en ese crimen. Y señaló que en las zonas más “calientes” del Gran Buenos Aires se implementará desde mañana un sistema especial de prevención del delito.
Frente al contingente de gendarmes que arribó en las últimas horas a esta ciudad, el funcionario nacional admitió que no solo se viven situaciones complicadas en esta ciudad, donde se produjeron cinco crímenes en la última semana, con un total de 183 en lo que va del año. El último asesinato registrado aquí fue el de Mariel Lezcano, a quien un sicario ejecutó a sólo cuatro cuadras de donde se realizó el acto que encabezaron Fernández y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti.
El ministro de Seguridad de la Nación anunció que a partir de las 6 de mañana comenzará un operativo sobre determinados puntos en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, donde participarán 6000 efectivos de fuerzas federales, que ya estaban asignados en esas zonas. “Gendarmería se ocupará de realizar patrullajes en las terminales y estaciones de trenes, mientras que Prefectura llevará adelante operativos desde La Plata hacia Quilmes”, detalló Fernández.
Fernández pretendía con el envío de 575 gendarmes a Rosario apagar uno de los focos de mayor violencia del país. Cuando logró cumplir el pedido del gobernador Perotti estalló un grave problema en la provincia que gobierna Axel Kicillof. Por eso en Rosario, el ministro admitió a LA NACION que “hay otros lugares complejos como Buenos Aires y nuestra responsabilidad es ver cómo le encontramos la vuelta”.
En apenas 12 horas, tres asesinatos sacudieron al conurbano. Al crimen de Cancino le precedieron las muertes del subcomisario Rodrigo Becker y del comerciante Gonzalo Refi. Estos tres crímenes en ocasión de robos expusieron los niveles de violencia del delito en la provincia de Buenos Aires. “Conozco esa zona de toda mi vida”, comentó Fernández al referirse al asesinato del estudiante en Quilmes. Agregó que su padre le enseñó a manejar en ese lugar y que su madre vive allí.
El problema para las autoridades es que el margen de disponibilidad de refuerzo de efectivos de fuerzas federales es limitado. A Rosario llegaron gendarmes provenientes de los destacamentos móviles de Santiago del Estero, Córdoba y Campo de Mayo y Ezeiza. En tanto, el operativo de seguridad que comenzará mañana en el conurbano, según anunció Fernández, estará compuesto por unos 6000 efectivos, que cumplían funciones allí. El último refuerzo de agentes federales en los municipios bonaerenses se concretó en julio del año pasado, cuando en medio de la pandemia comenzó a preocupar el incremento de la inseguridad.
Sabina Frederic, antecesora de Fernández, ordenó en ese momento que 315 gendarmes se desplegaran en Quilmes, Almirante Brown, La Matanza, Moreno, Esteban Echeverría. Florencio Varela y Lomas de Zamora. Cuando Perotti reclamaba a la por entonces ministra de Seguridad que enviara más uniformados federales a Santa Fe esta le respondía que a Kicillof “le habían dado” 315 agentes.
Los gendarmes están asentados en el conurbano bonaerense desde 2010, cuando se puso en marcha el operativo Centinela. Desde ese momento, y ante cada crisis de seguridad, el gobierno nacional, tanto de Cristina Kirchner como de Mauricio Macri, apeló al uso de este tipo de despliegue y las situaciones de emergencias se transformaron en problemas endémicos, como también el caso de Rosario, donde se anunciaron el envío de unidades de la Gendarmería en seis oportunidades desde 2014.
La diferencia con respecto a las otras veces que llegaron gendarmes a Rosario, según Fernández, es que “esta vez se quedarán”. Según el ministro, a partir de marzo comenzará a funcionar en esta ciudad el nuevo destacamento móvil VII de Gendarmería, que estará compuesto por 1000 agentes. En Rosario tiene su base el móvil II de esa fuerza, que tienen funciones en toda la zona del Litoral, no sólo Santa Fe.
El nuevo destacamento no tiene ni siquiera un terreno dónde montarse. El ministro admitió que se levantará “con una construcción en seco”. Fuentes de la cartera de Seguridad de Santa Fe señalaron que, probablemente, en un principio serían utilizados contenedores adaptados como salas y habitaciones para diagramar los operativos y alojar a los gendarmes. Es un sistema empleado, por ejemplo, por los cascos azules de la ONU en las misiones de paz.
En el antiguo móvil II, según fuentes de la cartera de Seguridad, hay 3500 uniformados, de los cuales 2500 están en Rosario, donde –si se cumplen los anuncios oficiales- desde marzo se contará con 4000 gendarmes, que se sumarán a los 5400 policías que están operativos en esta ciudad. En resumen, aquí habrá 9400 efectivos de fuerzas de seguridad para combatir una violencia que supura del narcomenudeo, peligro al que hasta ahora nadie le encontró la vuelta.
El titular del Organismo de Investigaciones de Santa Fe, Marcelo Saín, exministro de Seguridad provincial, opinó que “no se puede estar recurriendo todo el tiempo a las fuerzas federales, sino que en Santa Fe hay que discutir cómo se construye una nueva policía”. Las tres leyes que se enviaron a la Legislatura de Santa Fe para cambiar una ley que fue dictada en 1975 no fueron tratadas desde mediados del año pasado.
A diferencia de la provincia de Buenos Aires, en Santa Fe el crimen no está vinculado a la inseguridad –sobre todo a los robos- sino al sicariato narco. Según el último informe del Observatorio de Seguridad Pública, uno de cada tres asesinatos fue por encargo. Además la mayoría de los homicidios surgen en tramas asociadas a organizaciones criminales o economías ilegales. En el departamento Rosario seis de cada diez casos tienen que ver con tramas mafiosas.
“La ayuda la pedimos y la hacemos explícita porque por sí solos no podemos enfrentar la magnitud y el desarrollo de estas organizaciones criminales”, admitió Perotti en el acto que se hizo en la explanada donde se encuentra el Museo del Deporte, en el barrio La Tablada en el sur de Rosario, uno de los más complejos en materia de violencia.
“Hay una clara transición en la formación de la policía, con incorporación de equipamiento y de nuevos agentes: 1600 este año y 2500 el año próximo”, sostuvo el gobernador. La partida de 3000 millones de pesos que envió la jefatura de Gabinete el año pasado para la compra de equipamiento todavía no fue usada en Santa Fe, porque se reprogramó la licitación; el gobernador fue cuestionado por la oposición por la supuesta lentitud en disponer de esos fondos.
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