“Me dan esperanzas”. La evaluación de las testimoniales, según el padre de uno de los acusados de matar a Fernando Báez Sosa
En un breve diálogo con LA NACION, en un cuarto intermedio, Javier Thomsen hizo un balance de las primeras declaraciones de los amigos de la víctima
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En un rápido balance de las declaraciones de los amigos de Fernando Báez Sosa que comenzaron a declarar hoy como testigos ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores, Javier Thomsen, padre de Máximo Thomsen, uno de los ocho imputados por el homicidio, sostuvo: “Me dan esperanzas”.
Así lo dijo en un breve diálogo con LA NACION durante el segundo cuarto intermedio dispuesto por la presidenta del tribunal, María Claudia Castro, en la larga segunda audiencia del juicio.
Thomsen explicó que sus esperanzas están basadas en que las afirmaciones de los amigos de Báez Sosa, asesinado a golpes el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, “fueron vagas” y que para que pudieran relatar los hechos vividos les tuvieron que pasar distintos videos.
“Si ellos que estaban ahí [con la víctima] tuvieron afirmaciones vagas, qué pueden decir otros testigos que no estuvieron”, dijo en la breve charla.
Después, a la agencia de noticias Télam, agregó: “Con los testimonios [de los amigos de Fernando Báez Sosa] queda muy claro que no existió un plan [para matarlo]”.
El primer testigo de la audiencia fue Oscar Rossi, el padre de Julieta Rossi, la novia de Báez Sosa. “Juro que no le deseo a nadie ver lo que yo vi en el cuerpo de Fernando. Ni un animal en medio del campo, ni un cazador con un animal. No le deseo a nadie como papá ver a Fernando acostado y esperando que lo ingresen en un cajón”, dijo.
Amigos de Báez Sosa identificaron a Máximo Thomsen, Luciano Pertossi y Enzo Comelli como tres de los agresores que en un principio atacaron a “patadas en la cabeza, el pecho y la mandíbula”.
“Sé que Thomsen le pegó, yo diría que en el pecho; el que me sacó a mí [por Luciano Pertossi] es el que estaba pegando patadas en el costado de la cabeza y el resto de los agresores no lo recuerdo”, dijo el testigo Lucas Filardi.
Juan Bautista Besuzzo, otro de los amigos cercanos de Fernando, también pudo identificar a algunos de los agresores de su amigo y afirmó: “Si tuviese que decir… uno era Enzo Comelli. Es uno de los que le dio uno de los primeros golpes y lo dejó arrodillado”. Además, aseguró que Máximo Thomsen le dio tres patadas en la mandíbula.
Sobre el final de su testimonio, Besuzzo concluyó: “No fue una pelea, fue una especie de emboscada”. Ese mismo concepto había utilizado ayer Fernando Burlando, abogado querellante de la familia de Báez Sosa, para referirse a la supuesta planificación del ataque de parte de los ocho acusados.
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