Mayra Mendoza se expresó sobre el asesinato del joven repartidor en Quilmes: “Tienen que estar presos”

Mayra Mendoza, la intendenta de Quilmes, rompió el silencio sobre el asesinato de Danilo Marcieri, el joven repartidor asesinado asesinado en las últimas horas, y sostuvo que los implicados “tienen que estar presos”. Además, cuestionó al sistema judicial por dejar que “entren y salgan”. En las últimas horas del sábado motoqueros, vecinos y familiares de la víctima se congregaron frente a la comisaría donde se detuvo a los tres sospechosos en el crimen, ante el rumor de la liberación de uno de ellos que tiene 15 años.

Casi a la medianoche del domingo a través de una serie de tuits en su cuenta oficial de Twitter, Mayra Mendoza hizo énfasis en la necesidad de que se aplique la ley contra los señalados por el asesinato de Danilo. “Los tres sindicados como autores de su asesinato ya están a disposición del Poder Judicial”, dijo y agregó: “Tienen que estar presos. No podemos tolerar que entren y salgan sin hacerse responsables de sus actos”.

Fuentes cercanas al municipio se quejaron porque no recibieron ningún llamado ni de Sergio Berni ni Aníbal Fernández. “Pasaron 24 horas del asesinato de Danilo. No recibimos un solo llamado de los Ministerios de Seguridad de Nación y Provincia para interiorizarse de la situación, ayudar en la investigación o ponerse a disposición. Es inadmisible. Son los responsables directos de la seguridad y se hacen los distraídos total la puteada por los hechos de inseguridad se las lleva el intendente”, dijeron a LA NACION.

Tras ello, dijo que siente dolor por la trágica noticia. “Nada me duele más que ver que a un laburante, a un pibe o piba, a un jubilado le hagan daño o le saquen el mango”, sostuvo y añadió: “Todos los días hacemos lo que está a nuestro alcance para que en Quilmes haya más infraestructura y personal capacitado para luchar contra la inseguridad”.

Por último, le exigió al Poder Judicial que actúe. “Pedimos al Poder Judicial que cumpla con su deber y aplique el máximo rigor. Nos presentaremos como querellantes en la investigación penal preparatoria”, dijo. Y agregó: “Es nuestra obligación. Se lo debemos a los vecinos y vecinas que salen a la calle a trabajar y merecen vivir seguros”.

El crimen ocurrió en el cruce de la calle Zapiola y la número 162, en el barrio La Cañada, de Bernal, en el partido de Quilmes. Según se supo a través de fuentes policiales, el hecho sucedió a cinco cuadras de la comisaría quinta de ese barrio.

Los tres detenidos fueron capturados en un allanamiento en el barrio Villa Springfield. Uno es el menor de 15 años y los otros dos son mayores de edad. En el caso del primero, por su edad es no punible para la ley. Lo que se traduce en que la fiscal luego de revisar las pruebas, si considera que tuvo responsabilidad en el asesinato no puede requerir que lo procesen ni que sea sometido a juicio.

Otro violento hecho en Quilmes

Pese a las promesa de Mayra Mendoza de más inversión en seguridad e infraestructura, en las últimas horas también se conoció otro violento robo ocurrido en Quilmes a plena luz del día cuando un jugador del Club Quilmes fue víctima de un asalto en el que le robaron, le pegaron y le clavaron una jeringa en el brazo que lo mareó.

Lautaro Rivero salía el viernes de un tratamiento kinesiológico en el club alrededor de las 9.10 rumbo a la parada del colectivo de la línea 278 A. En ese momento, y en plena luz del día, vio un grupo de tres personas en un basurero que e hicieron señas para interceptarlo.

Acto seguido, los tres hombres, que según contó más tarde el jugador de la quinta división del Cervecero, eran mayores de edad, lo rodearon para robarle. Uno de ellos vestido con una remera roja y un pantalón de jean azul lo tomó por las espalda mientras otro, que usaba una remera de la selección argentina le inyectó la aguja de una jeringa en el brazo izquierdo.

Como consecuencia y en medio del pánico, el joven se mareó y entre los dos delincuentes y uno más que Lautaro no llegó a distinguir lo golpearon en el piso y le quitaron sus pertenencias entre las que tenía su mochila, zapatillas, botinero, teléfono celular y unos auriculares.

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