Máximo Thomsen culpó a otro de los condenados por el golpe que dejó “fuera de combate” a Fernando Báez Sosa
En un recurso para recurrir el fallo del Tribunal de Casación Penal bonaerense que confirmó el fallo a prisión perpetua, el abogado Francisco Oneto apuntó a Enzo Comelli
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Roto el pacto de unidad que reinó durante más de cuatro años y tras el cambio de abogado defensor, Máximo Thomsen, uno de los cinco jóvenes condenados a prisión perpetua por el homicidio de Fernando Báez Sosa, decidió contraatacar y culpó a Enzo Comelli, otro de los acusados que recibió la máxima pena, de ser el agresor que golpeó a traición y dejó “fuera de combate” a la víctima.
Así surge del recurso que presentó el nuevo abogado defensor de Thomsen, Francisco Oneto, para recurrir la sentencia del Tribunal de Casación bonaerense que el mes pasado confirmó las condenas de primera instancia. El joven de 24 años fue señalado por los testigos del juicio como el autor de la patada que recibió la víctima cuando estaba indefensa en el suelo, después de haber sido derribada a los golpes.
Como lo hizo Matías Benicelli, otro de los condenados a prisión perpetua, en un escrito ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense presentado a principios de mes, Oneto criticó la estrategia defensiva de su colega Hugo Tomei, letrado que representó a todos los acusados desde la instrucción y durante el juicio oral que se hizo en la ciudad de Dolores entre enero y febrero del año pasado.
“En este caso, y sin perjuicio de la formación y solvencia del doctor Tomei, que este letrado no pone en tela de juicio, las circunstancias hicieron que la asistencia técnica brindada por la defensa, no sea efectiva y sustancial, pues la incompatibilidad de intereses entre los imputados, impidió que cada uno cuente con la posibilidad de expresarse de forma tal de preservarse totalmente a sí mismo, sin miramientos respecto de la situación procesal de su consorte, incluso se impidió que cuenten con un asesoramiento que analice de forma individualizada su posición frente a los hechos, y que aconseje la forma de proceder más adecuada para aminorar las consecuencias penales de los mismos, o directamente desvinculares, sin reparar en las consecuencias de tal proceder en sus consortes de causa”, sostuvo Oneto en su presentación, a la que tuvo acceso LA NACION.
Para el nuevo abogado de Thomsen, “la defensa eficiente necesariamente debe ser egoísta, y no solidaria como en este caso”.
Para Oneto, según explicó en 118 páginas de su presentación, “se vio resentido el derecho del imputado a expresarse libremente respecto de los hechos y circunstancias que considera que hacen a su defensa, sin encontrarse limitado en su expresión, por las consideraciones que su defensor haga, respecto de los efectos que sus dichos pudieran causar sobre la situación procesal de sus consortes, con motivo de ejercer la defensa conjunta”.
El abogado defensor de Thomsen hizo una serie de enumeraciones de las situaciones de la que, según él, su asistido fue privado:
- Afirmar que la pelea adentro del local bailable [Le Brique de Villa Gesell] no lo tuvo por protagonista, sino a Blas Cinalli [condenado a la pena de 15 años de prisión como partícipes secundarios del homicidio] y se omitió interrogar a testigos ese sentido. Tal omisión colocó el móvil homicida sobre Máximo, cuando, en cambio, debió estar sobre Cinalli.
- Pedir un peritaje para determinar si algún golpe en concreto produjo el deceso, e interrogar sobre las conclusiones periciales al experto. Si no fue productor del deceso, por ejemplo el golpe que produjo el moretón que tiene el occiso en el mentón, que resultaría compatible con el golpe que asesta al inicio de la pelea Comelli, de una potencia tal que derriba al occiso, no pudiéndose descartar que ese solo golpe haya producido la muerte y, por tanto, resultar atípica una eventual intervención ulterior de Máximo, por subsumirse en una tentativa de delito imposible, a poco de dirigirse las agresiones contra un cuerpo sin vida. Ello producto de que Máximo omitió declarar que el que da la primera piña que derriba a Báez Sosa y lo pone fuera de combate es Comelli. Piña a la que Tomás D’Alessandro [amigo de la víctima] refiere que fue a traición.
- Declarar que él no estaba en condiciones de ejercer violencia letal porque [Cristian] Gómez [patovica de Le Brique] cuando lo sacó del local de esparcimiento nocturno lo ahorca hasta que cae desmayado y nadie interrogó a los custodios en ese sentido, ni mucho menos a los demás imputados, que, si bien se podrían haber negado a declarar también pudieron haber aportado información útil corroboraba por medios de prueba independientes.
- Interrogar a Lucas Pertossi [condenado a 15 años de cárcel] al momento de declarar si vio cuando sacaron a Máximo y lo desmayaban.
- De declarar que desconoce, pues no tiene recuerdos del acometimiento que habría provocado el deceso, qué intervención le cupo en los sucesos que culminaron la muerte de Báez Sosa y que lo que habría hecho lo sabe porque se lo contó Benicelli.
- Se le quitó la posibilidad de interrogar a Benicelli en ese sentido.
- Se le quitó la posibilidad de pedir un peritaje psicológico para determinar qué pudo haber ocasionado la transitoria pérdida de memoria y en su caso, los motivos por los cuales eso era así.
- Se le impidió solicitar un peritaje y resonancia magnética para esclarecer la posibilidad de ocurrencia de un evento neurológico.
- Se le impidió solicitar pericia para determinar los efectos del ahorcamiento que sufrió y si como consecuencia de ellos puede perder la memoria o incluso la conciencia o capacidad de motivarse por la norma.
- Se le impidió declarar que el desencadenante del hecho no fue la pelea de adentro. Fue que cuando estaban en la puerta del lugar, y según le cuenta Benicelli, Báez Sosa, que estaba con sus amigos, les tiraba besos a Comelli y alguno más, y ahí fueron directo a pegarle. En ese sentido debió ser interrogado el testigo que dice que alguien le decía a Báez Sosa que no los provoque, de modo tal de acreditar que los hechos fueron aún más inmediatos, fugaces e impredecibles de lo que se cree.
“Máximo omitió proferir estos dichos porque tenía el mismo defensor que sus consortes de causa, los cuales podían verse perjudicados por tales afirmaciones. Tomar por caso que Comelli, que al haber sido el que asestó el primer potente golpe en la mandíbula, y de determinarse que fue la causal del deceso, podría haber respondido en solitario como autor de homicidio doloso”, sostuvo Oneto.
En la parte final de su presentación del recurso de “inaplicabilidad de la ley contra la decisión del Tribunal de Casación Penal bonaerense”, el nuevo abogado de Thomsen solicitó que por todo lo expuesto, “se tenga por deducida la pretensión recursiva, se declare admisible, y se remitan las actuaciones a la Suprema Corte de Justicia bonaerense, a la cual pido se revoque la decisión recurrida de conformidad con los agravios expuestos”.
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