Masacre de Monte. Cuatro vidas segadas, el dolor de la única sobreviviente y el pedido al jurado: “hacer honor a la justicia”
El fiscal de juicio sostuvo que los policías acusados cometieron un “acto atroz” e “inmotivado”; la defensa le atribuyó toda la culpa al joven que conducía el auto perseguido por los patrulleros
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El fiscal del juicio por la Masacre de San Miguel del Monte, el hecho de violencia institucional en el que tres adolescentes y un joven murieron tras chocar, perseguidos por policías que les dispararon, en mayo de 2019, afirmó que los cuatro policías imputados cometieron un “acto atroz” y actuaron de manera “inmotivada”, y que las víctimas, “al verse rodeadas”, vivieron momentos de “terror, angustia y miedo”. Por eso, pidió ayer a los 12 integrantes del jurado popular, en el inicio del debate, que “emitan un dictamen justo para hacer honor a la justicia”.
Los acusados son el excapitán de la policía bonaerense Rubén Alberto García y a los oficiales Leandro Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez. En la sala de audiencias, en La Plata, estuvo Rocío Quagliarello, que tenía 13 años al momento del hecho y fue la única sobreviviente. La chica, que está a punto de cumplir 17 años, no habló con la prensa. Pero su madre, Loana Sanguinetti, contó que su hija “no es la misma desde que mataron a sus amigos” y que el hecho fue “un antes y un después” en su vida.
El fiscal Mariano Sibuet reconstruyó ante el jurado popular el minuto a minuto de los hechos. Recordó que Danilo Sansone, de 13 años, y Gonzalo Domínguez, de 14, estaban en la plaza principal de San Miguel del Monte, y vieron que a su conocido Aníbal Suárez, de 22, se le había “quedado” el Fiat 147. Lo ayudaron a arrancarlo y el joven les ofreció “ir a dar una vuelta” por el pueblo; los chicos invitaron a sus amigas, Rocío y Camila López, que tenían 13 años, a sumarse.
“Bordearon la avenida Costanera y se cruzaron de frente con el móvil en el que viajaban García y Ecilape. Inmediatamente, ese móvil da una vuelta en U y empieza a perseguir el auto”, relató el fiscal, que durante su alegato mostró una presentación de PowerPoint, la cual ilustró con imágenes de las víctimas y el mapa de San Miguel del Monte.
El fiscal afirmó que “a las 0.47, y sin mediar palabra”, Monreal efectuó “al menos 4 disparos, uno de los cuales impactó en la pierna izquierda de Gonzalo Domínguez”.
“Al verse rodeados los chicos, con uno de ellos gritando de dolor por el impacto que había tenido, el terror, la angustia y el miedo se apoderó de ellos. Por eso quisieron salir de ahí por la ruta 3. Ambos móviles los persiguieron a alta velocidad. Durante el último tramo, García se asomó por la ventanilla y disparo 4 veces más contra el auto. La cantidad de disparos de arma de fuego, la velocidad hizo que el auto perdiera el control. Como consecuencia directa, murieron 4 de ellos”, consideró Sibuet.
Finalmente, el representante del Ministerio Público manifestó que el acto policial que causó las muertes de Gonzalo, Camila, Danilo y Aníbal fue “inmotivado” y le habló directamente al jurado popular: “¿Vamos a permitir justificar la perdida de estos chicos por una acción criminal? Les voy a pedir que emitan un dictamen justo para hacer honor a la justicia. Para que aquellos responsables de estos homicidios respondan por la acción criminal que hicieron”.
Presenciando la audiencia se encontraba la única sobreviviente del hecho, Rocío, quien rompió en llanto al ver la cara de sus amigos fallecidos en la presentación del fiscal.
Las querellas
Luego de Sibuet, tomó la palabra abogada Bárbara Juárez, en representación del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), organización que se presentó como querellante institucional en el juicio, quien describió que la muerte de los cuatro chicos se dio “en medio de una lluvia de balas” e indicó que los cuatro agentes imputados “deshonraron a la institución policial”.
“Las pruebas les van a demostrar que todos son autores del asesinato. No solamente quienes disparaban. Las pruebas van a demostrar que para García y Monreal disparen, necesitaban que sus choferes los pusieran en posición de tiro. Esto no es un juicio contra la institución policial. Son cuatro policías que cometieron un crimen gravísimo”, insistió Juárez.
Por parte de la querella, también expusieron Ricardo Minoli, tío y representante legal de Rocío Quagliarello; la abogada particular de las familias Domínguez y Suárez, Dora Bernárdez; y Margarita Jarque, de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM) y patrocinante de los familiares de Danilo y Camila.
Una polémica defensa
Por su parte, la defensa de los policías Monreal, Ibáñez y García, encabezada por el abogado Guillermo Baqué, endilgó la responsabilidad de los hechos a Aníbal Suárez, a quien acusó de manejar en estado de ebriedad y huir de la policía tras conducir en zigzag, a la vez que manifestó que el joven “también emborrachó a los adolescentes”.
“Estos chicos fueron víctimas de Aníbal Suárez. Los chicos estaban arriba de un auto de una persona que no conocían. Él tenía 3,26 grados de alcohol en sangre. ¿Ustedes saben qué produce eso? Un coma alcohólico. Ecilape y García divisaron a varios NN por el vehículo y vieron que el auto venía zigzagueando y luego se dio a la fuga”, argumentó Baqué ante la jueza del Tribunal Oral en lo Criminal N°4, Carolina Crispiani, y los 12 jurados populares que, dentro de diez días, deberán sesionar y resolver si los imputados son culpables o no de haber cometido el delito de “homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público”.
Las voces de los padres de las víctimas
Antes de ingresar a la sala de audiencias, la madre de Rocío Quagliarello, Loana Sanguinetti, contó que su hija “no es la misma desde que mataron a sus amigos”, que el hecho fue “un antes y un después” en su vida y admitió estar “muy nerviosa”.
”Esto la marcó para toda la vida. Desde esa noche es una tristeza que no nos vamos a sacar nunca”, expresó con angustia Loana junto a su hija, en una entrevista con Télam realizada frente a los tribunales platenses.
Por su parte, Yanina Zarzoso, mamá de Camila, uno de los cuatro chicos que fallecieron aquella noche, opinó que “la prisión perpetua sería lo más reparador” para la memoria de su hija.
”Es lo que venimos esperando hace cuatro años. Merecen perpetua. Nadie va a devolverme la vida de Camila”, afirmó Yanina a esta agencia, a la que precisó que mañana prestará declaración en el debate junto a los padres de Gonzalo Domínguez, Aníbal Suárez y Danilo Sansone, por lo que no podrá presenciar las audiencias hasta testimoniar.
”Es muy difícil para mí porque es revivir todo de nuevo y remueve el dolor. Ahora me siento muy mal, me cuesta afrontar este momento” confesó.
Este martes, a partir de las 10, comenzarán a declarar como testigos los padres de las cuatro víctimas fatales.
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