Habló la mamá de Mariano Benedit: "No fue un suicidio; fue un robo y lo mataron"
La mujer se limitó a responder así cuando fue abordada por la prensa en la casa del asesor financiero; antes, un hermano de la víctima, aseguró que "no tuvieron amenazas" y que el ex jugador de pato "no tenía armas"
La mamá de Mariano Benedit, el asesor financiero que apareció muerto con un balazo en la cabeza en Costanera Sur, habló por primera vez sobre su hijo, de 32 años, tras conocerse el triste desenlace.
"No fue un suicidio; son inventos", declaró cuando fue abordada por la prensa en la entrada de la casa del también ex jugador de pato.
Antes, Miguel, un hermano de Mariano, se refirió a la hipótesis del suicidio (los investigadores creen que en la escena del crimen se montó un simulacro por la manera en la que fue encontrado el cuerpo). "Que yo sepa no tenía armas. Es imposible un suicidio", enfatizó al ser consultado.
Por otro lado, insistió en que él y su familia se encuentran desconcertados, además de tristes, por lo ocurrido en las últimas 48 horas: primero la desaparición y después el fallecimiento de su hermano cuyo paradero era un misterio desde anteayer en Recoleta, donde vive la familia hace décadas.
En otro orden de cosas, Miguel aseguró que "no recibieron llamados ni amenazas" por lo que descartaron, a las pocas horas de desaparecido, que se tratara de un secuestro.
A las palabras de la mamá y de un hermano de Mariano, se sumaron también las de una tía, Josefina, quien aseguró a la señal TN: "Pienso que lo mataron; no me cabe la menor duda". Y, enseguida, agregó: "Lo del suicidio es un cuento; esto es una tristeza".
Más tarde, Bernardo, el hermano mellizo de Mariano, insistió en que la víctima "no tenía una pistola", y descartó enseguida que se haya suicidado porque era diestro y el tiro fue en la sien izquierda.
"Muchas cosas se dijeron, pero Mariano era alegre, no tenía problemas económicos. No tenía nada raro. Iba a ver a clientes todo el día", concluyó.
El caso
Mariano Benedit, asesor financiero y ex jugador de pato, apareció ayer muerto con un balazo en la cabeza, tras permanecer 24 horas desaparecido.
En un primer momento, su familia creyó que se trataba de un secuestro y esperaba la llamada de los delincuentes para conocer cuánto dinero debía pagar. No obstante, la comunicación telefónica nunca llegó porque la víctima ya estaba muerta.
Su cuerpo fue encontrado en un descampado de la Costanera Sur con un orificio de bala en la sien izquierda y una pistola nueve milímetros en su mano derecha.
La principal hipótesis de los detectives de la Policía Federal es que fue un homicidio y no un suicidio. "El cadáver estaba muy prolijo, las piernas estaban juntas y rectas. Todo indica que fue acomodado en el lugar", dijo a LA NACION una alta fuente de la investigación.
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