Los tres símbolos nazis que tiene grabados en su piel el atacante de Cristina Kirchner
Las imágenes del Martillo de Thor, el Sol Negro y la Cruz de HIerro tienen una sola lectura al ser portadas en conjunto
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Una de las particularidades de los neonazis es que hacen visible su ideología de odio. Fernando Andrés Sabag Montiel entraría en ese perfil. Nadie que no quisiera ostentar su simpatía por el régimen que provocó el Holocausto grabaría en su piel símbolos tan identificables. No porta la esvástica, pero el tatuaje en el dorso de su mano izquierda despeja toda duda: la Cruz de Hierro.
Es la representación de la condecoración al valor en combate que otorgaba Prusia y la continuación de Alemania. No es una imagen nazi en sí misma, ya que Die Bundeswahr (el ejército alemán) mantuvo hasta hace poco tiempo una versión modernizada como su logo principal, pero, al igual que los verbos alemanes, las imágenes hay que traducirlas en su contexto y los neonazis argentinos adoptan, en general, la Cruz de HIerro como una reivindicación del periodo de Adolf Hitler, sin detenerse en procesos históricos de desnazificación de estandartes.
La esvástica no puede ser usada abiertamente, por eso disimulan -no tanto- su pertenencia con otros símbolos. Y para no causar inmediato rechazo fuera del ambiente neonazi, siempre se tiene a mano con la Cruz de Hierro la explicación de que en realidad se estaría hablando de una imagen relacionada con los Caballeros Templarios. Esa es otra historia, y en el caso de Fernando Andrés Sabag Montiel el contexto es diferente a la mítica orden de cruzados y sus ramificaciones mágicas. Es que en el dorso de la mano derecha lleva el tatuaje del Martillo de Thor. Y no se habla en ese emblema de las películas de Marvel.
La imagen es tomada de la mitología nórdica y fue apropiada por los grupos neonazis y la troupe de extrema derecha que se canaliza políticamente en Europa con partidos cuyo ascenso los lleva a merodear el poder a partir del descontento social. Es otro símbolo que, a partir de las apropiaciones del III Reich, pasó a relacionarse con los neonazis. Las barras bravas europeas, mano de obra de los proyectos nacionalistas locales, hacen visible ese emblema cuando buscan provocar un efecto político.
En España, la Comisión Estatal contra la Violencia, la Xenofobia y el Racismo en el Deporte publicó un manual de símbolos prohibidos en los estadios. En el detallado informe establece la imagen de la Cruz de Hierro, del Martillo de Thor (en su versión de Mjolnir, la que lleva tatuada el atacante de Cristina Kirchner) y el Sol Negro como referencias claras al nazismo y advierte que estandartes con esos logos representan a grupos que promueven la violencia.
Cruz de Hierro y Martillo de Thor. Pero, no hay dos sin tres en el cuerpo tatuado de Sabag Montiel. También aparece en uno de sus codos la imagen del llamado Sol Negro. Y en ese caso el vínculo es con el misticismo de Heinrich Himmler, uno de los más atroces líderes del nazismo. Esa representación de un símbolo de triunfo dominaba la sala de reuniones de los principales oficiales de las SS.
Las tres imágenes en un mismo cuerpo no podría ser considerada como una confusión en el momento de elegir tatuajes. Habla de la intención de transmitir el pensamiento del portador. Su forma de presentarse ante el mundo, de decir quién es.
Y un detalle adicional. Los neonazis y sus parientes cercanos aquí -solo en la versión local que pocos puntos en común tienen en la historia- los anarquistas, tienen especial predilección por el recuerdo de fechas. Sabag Montiel atacó a Cristina Kirchner el 1° de septiembre. En 1939, Adolf Hitler lanzó ese día la invasión a Polonia que fue inició de una guerra que costaría millones de vidas.
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