Los Monos no olvidan. Murió “Popito” Salazar, el preso baleado cuando era trasladado por el Servicio Penitenciario de Santa Fe
Volvía de una salida transitoria en la que había visitado a un pastor evangélico cuando, en una emboscada, un grupo comando disparó una ráfaga de ametralladora contra la camioneta enla que viajaba; había estado acusado en la causa por el crimen del Pájaro Cantero, líder de la narcobanda asesinado en 2013
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ROSARIO. Los Salazar estaban condenados por Los Monos, que siempre sostuvieron que detrás del crimen del líder de la banda Claudio Cantero, conocido como Pájaro, estaba el clan Bassi y sus sicarios, entre ellos, Osvaldo “Popito” Salazar, que este miércoles murió por las graves heridas que le provocó una emboscada mortal, con ametralladoras, cuando era trasladado el domingo pasado en un auto del Servicio Penitenciario en una salida transitoria a un pastor evangélico.
Lucas Salazar, hermano de Popito, había sido asesinado en marzo de 2019 en Villa Gobernador Gálvez, zona que dominaba antiguamente Luis Bassi, el hombre fuerte que disputó el territorio con los Cantero en esa zona entre 2012 y 2013.
Osvaldo Salazar fue el único condenado en la causa en la que se investigó el crimen de Pájaro Cantero. Pero no lo sentenciaron por el asesinato, sino por tenencia ilegal de arma de fuego. Los otros acusados, como Pollo Bassi, Milton Damario y Facundo Muñoz, fueron absueltos en marzo de 2017 por el homicidio del líder de Los Monos.
El 21 de marzo de ese año, una semana antes de que se conociera el fallo, los acusados fueron emboscados en la autopista Santa Fe-Rosario, en un ataque a tiros que no logró el objetivo de ejecutar a los reclusos que eran trasladados en una camioneta del Servicio Penitenciario desde Coronda a Rosario. Nunca se estableció en la justicia quién estuvo detrás del ataque, pero siempre las sospechas recayeron sobre Los Monos. El atentado fue una especie de venganza anticipada, por lo que sospechaban que se concretaría una semana después: la absolución por el beneficio de la duda de los acusados, por lo que el crimen del líder de Los Monos quedará impune.
Este antecedente sirve como contexto porque la metodología es similar a la que provocó la muerte a Osvaldo Salazar, quien estaba preso en el penal de Piñero no por el crimen de Pájaro Cantero sino por otros delitos que cargaba sobre su espalda.
El domingo pasado, Popito tenía previsto ir a visitar a un pastor evangélico cerca de la Unidad Penal Nº16. Era parte de una visita transitoria que estaba autorizada por la justicia. Salazar fue trasladado en una camioneta por un agente Penitenciario, que tenía puesto un chaleco antibalas. Desde un Ford Focus color blanco, tres hombres comenzaron a disparar contra el móvil del SP.
El preso sufrió graves heridas y también, aunque menores, el agente penitenciario, quienes fueron trasladados al hospital de Emergencias de Rosario. Salazar murió esta madrugada a causa de las lesiones de arma de fuego. En el hospital había temor entre los trabajadores porque estaban atendiendo a un preso al que habían atacado para matarlo. Y el resquemor era que se repitiera dentro del hospital otro ataque, a pesar de que había un patrullero de custodia.
Salazar estaba alojado en el pabellón Nº15 del penal de Piñero, donde se presumen que alguien dio información sobre la salida que tenía prevista el preso el domingo pasado, porque la emboscada estuvo planeada y salió como esperaban, porque Popito falleció.
Las sospechas es que este crimen proviene de aquella vieja historia en la que Salazar, junto con el clan Bassi, estuvieron involucrados en el asesinato del líder de Los Monos, un clan que, a pesar de que la Justicia consideró que no había pruebas para condenarlos, tiene firme su postura de que esta banda fue la que ejecutó el 26 de mayo de 2013 a Pájaro en la puerta de un boliche de Villa Gobernador Gálvez.
Durante la tarde del domingo, agentes del Comando Radioeléctrico detuvieron a tres jóvenes que se movían en el auto que se usó en el ataque contra Salazar. Dentro del Ford Focus encontraron una ametralladora FMK3 que se habría usado en el atentado contra el preso. Uno de los detenidos tiene relación con Ariel Cantero, alias Guille, el líder de Los Monos, que está actualmente preso en el penal de Marcos Paz. La principal hipótesis es que se trató de una vieja venganza del clan Cantero, para quienes el paso del tiempo no logra olvidar las deudas por sangre.
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