Lobo tenía 18 años. Arrestaron al policía que intencionalmente arrolló y mató a un perro
Se inició una causa por maltrato animal contra el conductor de la camioneta policial
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La indignación social creció con la difusión en las redes sociales de la terrible imagen de una camioneta policial que arrolla a un perro. Las autoridades policiales de Corrientes habían anticipado una sanción para el agente que conducía ese vehículo. Y el ministro de Seguridad provincial confirmó que se decidió el arresto preventivo del policía.
También se abrió una causa judicial por maltrato animal, un delito que tiene una pena máxima de un año de prisión en suspenso. Se trata de una ley que no es actualizada desde 1954. Con la certeza que en la Justicia no se encontrarán con un veredicto más contundente, organizaciones que protegen a los animales se autoconvocaron para marchar en la localidad correntina de Goya, donde se registró la muerte del perro atropellado. Los organizadores de la marcha reclaman la inmediata destitución del policía involucrado en este salvaje episodio, que habría sido identificado como Jorge Sedano, cabo de la Policía de Corrientes.
En sus publicaciones en las redes sociales, las asociaciones que protegen a los animales en Goya difundieron que el perro mortalmente arrollado se llamaba Lobo y tenía 18 años.
El ministro Buenaventura Duarte dijo que “se decidió el arresto preventivo de esta persona, hasta que se resuelva la situación penal, la cual creo será muy rápida ya que las imágenes cuentan por sí solas todo lo que pasó”. El agente bajo investigación había ingresado en la fuerza provincial en enero pasado, según consignó en diario La República.
La imagen de la cámara de seguridad deja poco lugar a dudas. El conductor de una camioneta policial esperó que un perro pasase delante del móvil, frenó durante unos segundos y arrancó en el momento en que el animal ya no podía evitar ser arrollado.
“Se ve que pudo haber tomado la actitud de ver qué pasó con el can y evidentemente no detuvo la marcha del patrullero”, indicó el ministro de Seguridad correntino.
La terrible secuencia fue grabada por un sistema de videovigilancia privado en la localidad correntina de Goya. La viralización de esa secuencia generó un fuerte repudio social. Y la reacción colectiva provocó la sanción al suboficial que manejaba ese patrullero y el inició de una causa penal, que por la falta de actualización normativa no superará la expectativa de un año de prisión en suspenso.
El horror que causa la imagen del patrullero pasando con sus ruedas sobre el cuerpo del animal impactó, incluso, en la política local. El intendente de Goya se puso al frente del reclamo de sanciones. “Quiero informarles que ya se tomaron las medidas y sanciones correspondientes por el atropello que realizó el policía a un perro en la vía pública”, dijo Mariano Hormaechea a través de las redes sociales pocas horas después de difundirse el hecho.
El jefe comunal de Goya agregó: “Además, la Policía de Corrientes presentará una denuncia penal contra el agente. Lamentamos profundamente lo sucedido”.
“Una vez que el video se viralizó empezamos la investigación interna. Se identificó el móvil, y el chofer. Luego se envió un veterinario de la fuerza al lugar, y se confirmó la lamentable noticia del fallecimiento del animal”, expresó en declaraciones a Radio Dos el comisario mayor Roque Báez, Jefe de la Unidad Regional de Goya.
“Se informó a Jefatura, y se recibió la determinación de iniciar un sumario interno y de trasladarlo a otra jurisdicción para la investigación imparcial del caso”, había explicado el jefe policial. Frente a la indignación social, el Ministerio de Seguridad correntino anuló esa decisión y el agente involucrado en la muerte del perro fue arrestado en forma preventiva.
En diálogo con Radio Sudamericana, el Jefe de la Policía de Corrientes, Alberto Arnaldo Molina fue directo al responsabilizar al suboficial que manejaba el patrullero: “El agente creyó que el animal ya había pasado, pero las imágenes son claras”.
El caso podría encuadrarse en un delito previsto en la llamada ley de maltrato animal. El inciso 7 de la norma 14.346 define como acto de crueldad sobre un animal a “lastimar y arrollar animales intencionalmente, causarles torturas o sufrimientos innecesarios o matarlos por sólo espíritu de perversidad”. Sin embargo, esa ley nunca fue actualizada desde su promulgación en 1954. Entonces la máxima pena prevista es de un año de prisión. Pena excarcelable.
En varias oportunidades se intentó en el Congreso adaptar ese ley a nuevos conceptos de violencia contra los animales. La última vez fue en 2019, pero no prosperó el proyecto que buscaba incrementar la pena a cuatro años de cumplimiento efectivo.
Hasta el momento, una de las mayores penas por maltrato animal fue confirmada por la Corte Suprema en 2013: once meses de prisión.
Las asociaciones que protegen a los animales reclaman, hace tiempo, una reforma legal para sancionar con más fuerza casos como el ocurrido en Goya.
El caso de Rubio en Mar del Plata
Otro caso de similares características tuvo una condena el mes pasado en Mar del Plata. En vísperas del inicio del debate oral y público el acusado aceptó un juicio abreviado, reconoció culpabilidad y se le fijó una pena de un año y medio de prisión en suspenso, más el cumplimiento de reglas de conducta durante otros dos y el decomiso del vehículo con el que cometió el delito.
Adrián Guillermo Rodríguez sumó en este proceso los cargos por este caso de maltrato y crueldad animal que lo llevó a los tribunales y también los correspondientes a la denuncia por amenazas contra una mujer que manifestaba en su contra para pedir justicia por matar al animal.
Rubio era un perro callejero, de tamaño mediano y color claro. Su lugar de referencia era una estación de servicio de la ruta 11, en el acceso hacia Mar del Tuyú. Allí los empleados le daban de comer y mucho cariño. Lo habían adoptado como mascota.
El 13 de agosto de 2019 Rodríguez pasó por allí y mientras esperaba para cargar combustible se molestó porque el animal le ladró y también lo habría enfrentado, intentado morderlo, según comentaría luego.
Su malestar fue tal que tomó una correa que tenía en su camioneta, lo ató y lo cargó en la caja. Cuando avanzó por un camino vecinal lo bajó del vehículo y, siempre atado, lo arrastró por la cinta asfáltica a alta velocidad. Le provocó lesiones letales.
Vecinos que advirtieron la situación difundieron en redes sociales todo lo ocurrido. La reacción de la comunidad fue repudiar a Rodríguez, incluso con manifestaciones frente a su comercio.
El impacto del caso fue tal que desde el propio municipio se declaró a Rodríguez persona no grata en el distrito, resolución acompañada por unanimidad de los bloques políticos representados en el Consejo Deliberante.
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