“Lo del perro es mentira”. La escucha telefónica de Pachelo donde habla de Tom, el labrador de María Marta García Belsunce
Así surge de los audios de una serie de escuchas telefónicas que podrían ser difundidas en las próximas audiencias donde el exvecino de Carmel es juzgado por el homicidio ocurrido el 27 de octubre de 2002
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Cuando presentó los lineamientos de la acusación, en la primera audiencia del tercer juicio por el homicidio de María Marta García Belsunce, Patricio Ferrari, uno de los dos fiscales generales adjuntos de San Isidro, mientras apoyaba una bala calibre 32 en una mesa, afirmó: “Nicolas Pachelo, meses antes de la muerte de la víctima, le sustrajo a ella su mascota, su perro Tom, el hijo que con Carlos Carrascosa [el esposo] no habían podido tener, para exigir un rescate. Nunca apareció. Y, desde ese episodio, le tuvo miedo a su vecino y abogó para que lo echaran del country Carmel”.
LA NACION tuvo acceso a las transcripciones de una serie de escuchas telefónicas donde Pachelo, juzgado por su presunta responsabilidad en el crimen, se refirió, entre otras cosas, a Tom. “Para mí, nunca en la puta vida le secuestraron un perro y es todo mentira. Para mí lo del perro es mentira. Para mí no se lo secuestraron nunca y es totalmente mentira”.
En las próximas audiencias se podrían conocer los audios de las citadas escuchas telefónicas. El ahora acusado del homicidio fue una de las personas que tuvo su línea telefónica intervenida por orden de la Justicia después del asesinato ocurrido hace casi 20 años.
“Todo está basado en un perro y en una supuesta pelea a muerte que tengo con María Marta, que tampoco existió, y en una discusión con una amenaza de por medio, que tampoco existió. Todo está basado en un perro que no existe. Nunca pasó esto. Mirá si le voy a secuestrar el perro y voy a pedirle 2000 dólares de rescate. ¿Quién carajo te paga 2000 dólares por un perro?”, sostuvo en otras de las conversaciones, cuya transcripción tuvo acceso LA NACION.
Durante las últimas seis jornadas, ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4, a cargo del debate, desfilaron testigos propuestos por el Ministerio Público Fiscal que hablaron sobre Tom, el perro labrador de la víctima. La estrategia de los fiscales Ferrari, Andrés Quintana y Federico González es probar la hipótesis del secuestro y del pedido de rescate.
María Marta, según testigos, había empapelado distintos puntos de Pilar con la imagen de Tom y el número de teléfono celular para que cualquier persona que tuviera noticias se comunicara con ella. Pero la llamada donde le habrían exigido el rescate fue recibida en el teléfono de línea de su casa de Carmel, lo que le llamó la atención porque en los volantes no había puesto ese número.
Pachelo, de 46 años, niega haber secuestrado el perro de la víctima. Es más, el jueves pasado, pidió la palabra para refutar la palabra de dos testigos, como la de Florindo Cometto, un criador de perros rottweiler de la localidad de Villa Rosa, en Pilar, que ratificó que el ahora imputado le dejó a su cuidado un labrador negro.
Cometto sostuvo que el labrador negro se lo terminó entregando a un matrimonio y que después se enteró de que le salvó la vida a una niña que se ahogaba en una pileta.
“Nunca le llevé un labrador [a Cometto]. O está mintiendo o está confundido. Le devolví un rottweiler que le había comprado”, afirmó el imputado para desmentir al criador de perros.
La semana anterior, el testigo Alejandro Arauz Castex, que vivió en el barrio cerrado donde mataron a María Marta desde 1991 hasta 2003 y fue integrante de la comisión de seguridad del country, recordó, bajo juramento de decir la verdad, que tras una serie de robos, estuvo a cargo de una reunión exigida por los socios donde se pidió la expulsión de Pachelo.
Además, recordó que en esa reunión, una socia contó lo que le había dicho una mujer que colaboraba con los trabajos cotidianos en su casa: que la empleada doméstica de Pachelo le había contado que el perro de García Belsunce había estado unos días en la casa del sospechoso.
En los citados audios, Pachelo se refirió a un perro que tuvo encerrado en su cocina, pero negó que fuera Tom, el labrador de García Belsunce.
“No la llegué a conocer a la mina [por García Belsunce]. Jamás en mi vida crucé una palabra con la mina”, dijo Pachelo en otra conversación. Su interlocutor le preguntó. “¿Y lo del perro?”. Él respondió: “Era un perro de enfrente de lo de la mina [por María Marta] que ya tengo el nombre del pibe [del dueño] y que mañana lo voy a llevar a la fiscalía y que aclare que era su perro y no el de la mina [por la víctima]. Una vez estaba en mi jardín y aparece un labrador. Mi perra estaba en celo, se la quería montar y la perra lo empezó a morder. Se peleaban. Lo que hice fue agarrar el perro y lo encerré en la cocina de casa. Lo llamé al pibe [al dueño] y le dije ´tengo tu perro, vení a buscarlo´. Vino con una cadena y se lo llevó. Lo fui a ver el viernes y le pregunté si se acordaba. ´Sí, me acuerdo perfecto. ¿Por qué?´. Hay rumores de acá en el club que la mina [María Marta] tenía problemas con un perro y que supuestamente lo tenía yo, que estábamos peleados a muerte y que discutimos. Y era tu perro. ¿Vos te acordas? Me dijo que se acordaba perfecto. Pero no sé quién está mandando cualquier cosa”.
El debate continuará mañana con la declaración de más testigos propuestos por los fiscales Ferrari, Quintana y González. Si bien no trascendió quiénes prestarán testimonio, se especula que sean personas que se sintieron amenazadas por Pachelo.
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