"Sólo busco verdad y justicia", dijo el "karateca" Martínez tras ser liberado
La Justicia dispuso que no hay pruebas suficientes para acusarlo el cuádruple crimen; queda como único detenido Javier "La Hiena" Quiroga
Una vez más, la causa por el cuádruple crimen de La Plata da un giro. La Cámara de Apelaciones de La Plata dispuso hoy la libertad de Osvaldo Emir "Karateca" Martínez por pruebas "insuficientes".
"Sólo busco verdad y justicia", sostuvo Martínez a la salida de la Unidad 9 de La Plata. "Me tuvieron encerrado injustamente", insistió.
Martínez fue detenido, liberado y apresado otra vez , en mayo pasado, luego de Javier "La Hiena" Quiroga, un albañil confesara haber estado en la escena del crimen y declarara que fue Martínez, novio de una de las víctimas, quien las ejecutó y lo obligó a que él se incriminara.
Quiroga es ahora el único detenido por los homicidios de Bárbara Santos, de 29 años; su hija, Micaela Galle, de 11; su madre, Susana de Barttole, de 63, y una amiga de las mujeres, Marisol Pereyra, de 35, ocurrido en el barrio platense La Loma en noviembre del año pasado.
Pruebas insuficientes
Según informaron a DyN fuentes judiciales, el tribunal consideró que "el nuevo elemento de prueba aportado demuestra claramente que (...) al momento de suceder los hechos (Martínez) se encontraba en su domicilio tal como lo manifestara en su declaración" indagatoria.
Por ello sopesó que "los elementos probatorios son insuficientes" para mantener la prisión preventiva de Martínez.
Quiroga y el ADN
La detención de Quiroga se produjo apenas horas después de que Julio Beley, el abogado defensor de Martínez, pidiera el sobreseimiento del joven, basado en el fallo de la Cámara Penal platense, que dispuso su liberación el 4 de enero pasado por entender que no había pruebas suficientes para dejarlo preso.
La Cámara se había basado fundamentalmente en los análisis de ADN, que habían determinado que el patrón genético hallado en el lugar del cuádruple homicidio no era el de Martínez, novio de Bárbara Santos.
Luego se pudo saber que el ADN correspondía a Quiroga que, en su declaración, dijo que Martínez, a quien había conocido mientras hacía reparaciones en la vivienda del barrio La Loma donde vivían Bárbara, su madre y su hija, fue a buscarlo a su casa el día anterior al crimen. Dijo que le dio "una rodaja de merca" (droga) y agregó que fuera esa noche para hacer otro trabajo.
Según el relato que Quiroga le hizo al fiscal en aquel momento, cuando llegó a la casa Martínez no estaba allí, pero las mujeres, como lo conocían, lo recibieron amablemente y le convidaron mate y cigarrillos. Dijo que cerca de media hora después llegó el novio de Bárbara.
"Traía un par de zapatillas debajo del brazo", dijo Quiroga. Según su versión, Martínez mató en la cocina a Susana de Bártole, mientras él estaba en otra parte de la casa, y luego le apuntó a él con un arma y le dijo que se corriera, tras lo cual mató a la joven, que había ido a bañarse, y a la pequeña Micaela. Justo entonces, agregó, llegó Marisol, y también fue ultimada por Martínez.
Quiroga acusó también a Martínez de obligarlo a tocar las armas homicidas (una cuchilla y un palo de amasar) para dejar en ellas sus huellas y patrón genético.
Fuentes judiciales afirmaron luego que un peritaje determinó que al menos dos personas cometieron la masacre y que el ADN del albañil no está sólo en las armas, sino también bajo las uñas de las mujeres que intentaron defenderse.