Zaira Nara le salvó la vida a un hombre que estaba por saltar desde un puente y lo convenció de que no se suicidara
La modelo y presentadora de TV fue la primera que lo vio, colgado sobre el Acceso a Tigre, a la altura de San Isidro; llamó al 911 y luego se sumó a la policía y a dos jóvenes para disuadirlo; él la reconoció, estableció conversación y desistió de lo que iba a hacer
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Quizás haya vivido una de las experiencias más dramáticas de su vida. Lejos de un guion, de una historia televisiva, Zaira Nara fue protagonista central de una historia que pudo ser trágica, pero que gracias a su intervención, tuvo otro final. No feliz, porque se trata de una durísima historia, pura realidad del conurbano, en la que un hombre, en estado de desesperación, acuciado por las deudas y la falta de trabajo, quería acabar con su vida.
Pasaba con su auto cuando vio al hombre colgado de un puente sobre el Acceso Tigre. Llamó al 911 y se acercó cuando otros dos jóvenes que pasaban circunstancialmente también se acercaron a intentar convencer a ese joven que no lo hiciera. Y poco después, cuando la policía ya había llegado al lugar, ella y una amiga se sumaron. Él decía que ya no quería vivir, que tenía muchas deudas que no podía pagar, y tampoco tenía trabajo. Parecía que nada lo haría cambiar de parecer.
Y, ahí sí, la presencia de la mujer torció el rumbo de los acontecimientos. “¿Vos sos Zaira Nara?”, le preguntó, apenas colgado de un brazo y de una pierna de la reja del puente de la avenida Tomkinson, en Boulogne. Y ese pie le permitió a ella tomar las riendas de la situación y, finalmente, convencer a ese hombre de que tomara una nueva oportunidad y apostara por la vida.
Ocurrió casi a la medianoche del martes. A las 23.47 entró a la central del 911 la llamada de Zaira Nara, que reportaba que un hombre colgaba del puente de Tomkinson. Fueron cuatro patrulleros de la comisaría 11ª de San Isidro. Cuando los policías llegaron dos jóvenes –uno de ellos, hijo de un conocido periodista de LA NACION– habían parado y hacían todo lo que estaba a su alcance; le decían que no se tirara, buscaban argumentos y razones para convencerlo; ellos también fueron cruciales: no se fueron hasta el final.
Entonces, la modelo y su amiga, que hasta ahí estaban expectantes y temerosas de intervenir, por no saber cómo hacerlo, para no molestar a la policía ni quebrar el delicado estado de situación, se dijeron a sí mismas que algo debían hacer.
Así lo contó Zaira al periodista de Espectáculos Pablo Montagna, colaborador de LA NACION:
“Yo venía de comer, había ido a un cumpleaños con dos amigas, volvía con una de ellas en el auto y cruzamos el Ramal Tigre; ella venía concentrada, manejando, y yo le digo ‘Tanu, hay un chico que está cruzando el puente colgado’. Estaba recién arrancando a caminar y estaba llegando a la mitad del puente, colgado del lado de la contramano. Por ese carril los autos pasaban por abajo y no lo veían; si hubiera pasado lo que él tenía intención de hacer, un auto pasaba y él le caería encima. Teníamos que hacer algo. Entonces dimos la vuelta y lo volvemos a ver ahí. Dimos tres vueltas, y también, con toda la situación como está hoy en día, dos chicas solas en la calle, hasta te da miedo frenar”.
Pero en una de esas vueltas ella llamó al 911. La policía llegó en solo cuatro minutos. Ahí, las dos mujeres se acercaron más. Esto pasó, según la panelista televisiva:
“Bajo el vidrio y escucho que le dicen, ‘no, pero no te podés tirar, no te podés suicidar’. Entonces, imaginate, fue pensar ‘Dios mío, este tipo se va a tirar’. Y además de que se iba a tirar, yo pensaba en los autos que estaban pasando abajo; me decía a mí misma que si llegaba a pasar una familia y le cae una persona de, no sé, 90 kilos, se mata él y mataba andá a saber a cuántas personas que pasaran con un auto. Era tremendo”.
“Al toque que pararon estos dos chicos y le empezaron a hablar, llega un patrullero, después otro… hasta cuatro patrulleros, y se le ponen a hablar, y nosotras no nos podíamos ir, como que sentíamos que no estaba resuelto habiendo llamado a la policía y nada más. Porque no salía de ahí, seguían charlando y él, mientras hablaba, soltaba una pierna o un brazo y quedaba colgado del alambre, sostenido con un pie”.
La tensión era tanta, la situación era tan dramática, que ambas mujeres decidieron que también debían intervenir. La amiga de Zaira encontró un punto de conexión que sirvió para correr el eje: comenzó a decirle al hombre que era tan poca la altura desde el puente hasta la calzada del Acceso Tigre que, si se tiraba, no se iba a matar, sino que se iba a lesionar severamente, y eso sería peor.
“Con mi amiga decidimos acercarnos. Para tirar un poco la charla para otro lado, ella le decía ‘esta es una situación que no da para que te mates. Vas a terminar lastimándote y va a ser peor porque encima ni siquiera vas a lograr tu cometido’. Entonces él levanta la mirada y me dice ¿Vos sos Zaira Nara? Y yo le digo, sí, le digo ‘yo pasé y te vi y te digo la verdad, no sé, pienso en que seguro tenés familia, seguro alguien te está esperando en tu casa, ¿Cómo viniste hasta acá? Y me dice ‘me tomé un colectivo’. Le digo, ‘te tomaste un colectivo para venir hasta acá'. Y le digo ¿cómo puede ser no se puedas solucionar tu problema? Lo que te dice mi amiga es verdad, ¿Te vas a tirar? Y te vas a lastimar. No, no te vas a morir. O sea, después resolvemos lo de por qué querés morirte. Pero te digo que no es por acá”.
“O sea, la intención era sacarlo, porque se estaba por tirar. Entonces, era decirle lo que sea, no sé, nos surgió así para que saliera de la situación en la que estaba, que era realmente de riesgo. Todos me miraron y le dijeron ¿Vos mirás la tele? Sí, yo la veía a ella cuando trabajaba en la tele. Y como que aflojó, no sé, como que de repente conectó y miró para abajo y me dice ‘tenés razón, ¿no? Flor de golpazo me voy a pegar, pero no me voy a morir’. Le digo, tengo taquicardia de verte ahí. Y hablando así, despacito, charlando, fue caminando, agarrado de la reja, hasta salir del puente en el que estaba”.
“Me mató que diga ‘tengo muchas deudas, no las puedo pagar, no tengo trabajo’, su interna, no sé, o sea, no sé, su vida, no sé qué hizo o qué no hizo, pero la realidad es que era un tipo desesperado que llegó a eso. Nunca me había pasado vivir una situación así de alguien se quiera quitar la vida”.
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