“Le fui infiel con esa persona”, la declaración que permitió descubrir el móvil del crimen
Y. M., la esposa de Calixto de Jesús Ojeda, se presentó en una comisaría de la policía bonaerense y contó que había tenido una relación sentimental con Leonardo Figueroa, la víctima
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Su marido Calixto de Jesús Ojeda no llegaba a su casa. La demora le llamó la atención. Era una noche para festejar. Él cumplía 57. El tiempo pasaba y la preocupación aumentaba. Entonces, Y. M., de 30 años, decidió ir a la comisaría de Glew para pedir ayuda. Cuando la mujer repitió el nombre y apellido de su esposo, el uniformado que hablaba con ella le informó que su pareja estaba presa por un problema que había tenido con un colectivero. En ese momento, ella entendió todo y preguntó si el chofer “del conflicto” se llamaba Leonardo Figueroa. Ante la respuesta afirmativa, dio una explicación de por qué se había originado todo: “Hace unos meses le fui infiel con esa persona y él se enteró”. En ese momento, se descartaba el robo como móvil del ataque y todo comenzaba a orientarse hacia un tema personal.
Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes policiales al tanto de la declaración de Y. M; Figueroa, de 43 años y chofer de la línea 506, murió anoche en el Hospital Cecilia Grierson de Guernica. Había sido apuñalado por Ojeda, que se dedicaba a hacer fletes, arriba del colectivo. El brutal ataque quedó registrado por la cámara instalada en el interno 101, unidad que conducía la víctima en Glew, en el partido de Almirante Brown.
Según la filmación, todo sucedió a las 20.34 cuando Ojeda, que se tapaba su rostro con un barbijo y tenía puesta una gorra, se acercó hasta el asiento del chofer, que manejaba concentrado. El fletero inicia la conversación y, según las imágenes, parece preguntarle algo a Figueroa.
Cuando el colectivero le respondía, Ojeda lo apuñaló dos veces con un cuchillo que llevaba oculto en una campera tipo rompe vientos y bajó rápido del colectivo. En la filmación se observa los gestos de dolor de Figueroa.
El fletero no pudo ir muy lejos. A las pocas cuadras fue interceptado por un joven que había comenzado a correrlo después de escuchar que otras personas lo acusaban de ser el agresor de un colectivero. Hasta ese momento pensaban que era un ladrón que había robado.
El joven que logró reducir a Ojeda y se lo entregó al personal de la policía bonaerense que llegó al lugar después de una llamada al número de emergencias 911, relató que en su intento por escapar, el sospechoso se descartó de diferentes elementos.
Los uniformados revisaron al fletero, pero entre sus ropas no pudieron encontrar el arma utilizada para apuñalar a Figueroa.
Cuando era trasladado a una dependencia policial en un patrullero, Ojeda comenzó a golpear su cabeza contra los asientos del móvil, por lo que los policías decidieron trasladarlo a una Unidad de Pronta Atención (UPA) Longchamps para que sea atendido porque se había provocado un corte el cuero cabelludo.
La investigación del crimen quedó a cargo del fiscal de Almirante Brown, Juan Baloira. Ojeda quedó imputado de homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía.
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En su perfil de la red social Facebook, Ojeda publicó varias fotos con su mujer. El 2 de julio pasado acompañó una imagen de ambos con el siguiente texto: “Es el amor”.
Casi un mes antes, el 7 de junio, subió una foto de su pareja y escribió: “Con o sin maquillaje sos hermosa!! Amor”.
Un día antes, el 6 de junio, publicó una foto de ambos donde se los ve sonrientes y lo acompañó con las siguientes palabras: “Decir te amo suena muy bonito!!, pero demostrarlo día a día es mejor. Aún te amo mi reyna” [sic].
El 17 de agosto pasado, casi dos meses antes de apuñalar a Figueroa, no subió ninguna fotografía, pero sí hizo la siguiente publicación: “En lugar de decir y decir y decir tanto!! Hay que hacer y demostrar!!”, pero el texto no tenía ningún destinatario.
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