“Le dije que ella iba a matarlo”. Un testimonio complica a una mujer por el asesinato de su esposo en “la casa del horror” de Miramar
El hijo de Carlos Bustamante, muerto a golpes en 2019 en su casa, afirmó ante el tribunal que desde meses antes del crimen su padre solía aparecer con “golpes y moretones”; por el hecho está detenida su mujer, Verónica González, cuyo hijo, Gastón, fue estrangulado en la misma vivienda
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Un hijo de Carlos Bustamante, el hombre asesinado a golpes en marzo de 2019 en su casa de la ciudad balnearia de Miramar, afirmó, al declarar en el juicio, que meses antes del crimen le había dicho a su padre que su mujer iba a matarlo. Esa mujer es Verónica Vilma González, de 54 años, detenida y sentada ahora en el banquillo de los acusados por ese homicidio.
En los Tribunales de Mar del Plata solo se discutirá la eventual responsabilidad de González en el asesinato de su esposo. Pero, indudablemente, sobrevolará la sala de audiencia el recuerdo de lo que ocurrió ocho años antes de ese crimen en la misma casa que la pareja compartía: el 21 de noviembre de 2011, el hijo de ambos, Gastón Bustamante, de 12 años, apareció estrangulado. Ese homicidio aún está impune. Y la madre no está totalmente fuera de sospecha.
Gonzalo Bustamante fue el primer testigo que se sentó frente al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°4 de Mar del Plata. Sostuvo que su padre “estaba ido” y que solía presentar “golpes y moretones” que atribuía a accidentes domésticos en los meses previos al homicidio.
“Yo lo veía ido, como sedado. Y le dije ‘a vos también te va a matar, igual que mató a Gastón’”, dijo Bustamante ante los jueces Alfredo Deleonardis, Gustavo Fissore y Fabián Riquert. Relató, además, que solían tener discusiones con su padre porque él nunca compartió las sospechas sobre la presunta responsabilidad de su mujer en el asesinato del niño.
Otros testigos habían señalado los cambios en Carlos Bustamante. Una hermana de la víctima, quien dijo que hacía tiempo lo veía “triste y desmejorado”, y otros dos hijos, uno de los cuales señaló que lo encontraba “decaído” y que en los meses previos a ser asesinado “no era más la persona amigable que era antes”.
Policías y vecinos
Hoy, en tanto, declararon los primeros policías que estuvieron en la escena del crimen. Matías César Villa, que integraba el Comando de Patrullas de Miramar al momento del crimen. “Me llamaron de uno de los móviles y me dijeron ‘jefe, baje al lugar que esto es un mar de sangre’”, explicó el efectivo. Dijo que, una vez en la escena del hecho, encontró a Bustamante “en el piso, en posición fetal” y “lo que se veía era todo sangre”. Intentó hablar con la víctima, que yacía recostada en el piso del living, y al preguntarle “¿quién te hizo esto?”, el hombre, que “estaba helado”, solo emitió “un quejido”. Villa no pasó por alto el drama que, ocho años antes, se había desarrollado en la vivienda de la calle 27 entre 46 y 48: “‘Primero el nene y ahora el padre’, fue lo que pensé”, declaró.
Dolores Moncada, la primera policía que llegó a la vivienda de la calle 27 entre 46 y 48 tras un llamado de Verónica González al teléfono del móvil de la zona para solicitar una ambulancia, declaró que Bustamante estaba “muy golpeado, con el ojo cerrado, muchos tajos en la cabeza y en la parte de la boca”. ”Me acerqué a hablarle, pero solo se quejaba”, aseguró. Recordó que dentro de la casa no había nadie más y que “no había ventanas ni puertas forzadas”.
Y Rubén Benavides, otro miembro del Comando de Patrullas, confirmó que el hombre “estaba golpeado y recostado en el suelo” de la casa.
Aportó un dato significativo: dijo que Verónica González les dijo que había encontrado a su marido herido al regresar de la calle y que no había ingresado para tratar de asistirlo. Sin embargo, Benavides advirtió que la mujer tenía “una mancha de sangre en la pierna derecha del pantalón”.
”Había mucho desorden, manchas de sangre como si lo hubieran arrastrado. Yo pensé enseguida esto no es algo normal, no es un accidente”, agregó.
También declararon cuatro vecinos. Entre ellos, la dueña de un almacén que recordó que, el día del crimen, Verónica González fue a comprar cerca del mediodía a su comercio y advirtió que “le temblaban las manos muchísimo más de lo normal y no podía sacar la plata para pagar”. Agregó: “Me dijo que Carlos no se había querido levantar, ni levantar las cortinas” de la casa. Y la encargada de un local de cobro de servicios declaró que la mujer también pasó por ese comercio y “estaba muy nerviosa, no miraba a los ojos” y “se equivocaba en los números de cobro y con el dinero”.
Otra vecina, que fue testigo ocular en los procedimientos policiales del día del homicidio y que también había intervenido como testigo también en noviembre de 2011, tras el asesinato de Gastón Bustamante en la misma vivienda, y aseguró: “Lo que vi era lo mismo que había visto ocho años antes. Había sangre por todos lados”.
Precisó a su vez que “no había puertas ni vidrios rotos”, que “no se escucharon tiros” y que la víctima y la imputada tenía dos perros “que no ladraron” en el momento en el que presuntamente ocurrió el homicidio del hombre.
Los lineamientos de las partes
Caro sostuvo que González, imputada por el delito de “homicidio agravado por el vínculo y por alevosía”, por el que podría ser condenada a prisión perpetua, “sorprendió” a Bustamante entre la madrugada y el mediodía del 22 de marzo de 2019 “mientras descansaba en la cama matrimonial”, le “propinó diversos golpes principalmente en la cabeza” y “siguió golpeándolo” en otros ambientes.
Según precisó, el hombre falleció al día siguiente a causa de las lesiones sufridas, tras haber sido hospitalizado de urgencia.
El abogado Alejandro Borawski, representante de familiares de la víctima, explicó, por su parte, que acompañará la acusación de la fiscalía y apuntará a acreditar la materialidad y la autoría del hecho.
El defensor oficial de la imputada, Ricardo Mendoza, adelantó que “discutirá la autoría” del crimen y de manera subsidiaria, la calificación legal del hecho.
González llegó a la instancia de juicio oral mientras cumple prisión preventiva en la Unidad Penal 50 de Batán y estuvo presente en la sala del tribunal, pero no prestó declaración.
El juicio se extenderá a lo largo de otras tres audiencias con la declaración de cerca de 30 testigos más, y se prevé que tras la presentación de la prueba las partes puedan exponer sus alegatos de cierre el jueves, luego de lo cual el tribunal anunciará la fecha de su veredicto.
Bustamante murió el 23 de marzo de 2019 en el Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata, luego de haber sido trasladado desde el Hospital Municipal de Miramar a causa de las heridas sufridas al ser atacado en su cama.
De acuerdo al pedido de elevación a juicio de la causa, la fiscalía considera que a lo largo de la instrucción, a cargo inicialmente de Florencia Salas, quedó acreditado que la mujer es la autora de este crimen, que conmocionó a la comunidad miramarense, ya que fue cometido en la misma casa donde el hijo de 12 años del matrimonio había sido estrangulado en 2011.
González fue detenida el día de la muerte de Bustamante, y cumple prisión preventiva desde el 26 de abril de 2019.
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