La Salada también tiene su arrepentido
Durante cinco años, Jorge Castillo y Enrique "Quique" Antequera se repartieron el millonario negocio de La Salada. Como referentes de las ferias Punta Mogote y Urkupiña obtuvieron ganancias siderales en el mayor mercado ilegal de América. Sin embargo, a partir de la investigación encarada por el fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, se desbarataron sus grupos delictivos. Con sus detenciones, también se profundizó la guerra entre ambos dueños de La Salada. Ese enfrentamiento había comenzado cuando Castillo comenzó a copar las calles aledañas a la feria con más de ocho mil puestos de un metro cuadrado en los que cada comerciante le pagaba $500 por día. Así, quien se jactaba de ser el "Rey de La Salada" llegó a recaudar $4.000.000 por cada día de feria por la ocupación de un espacio que no era suyo, sino público.
Debido a que la cantidad de puestos impedía que los colectivos con tours de compras llegasen hasta el predio donde funcionaba Urkupiña, Antequera le pidió a Castillo que los sacara porque perjudicaba el negocio. Antequera se reunió con Castillo y le transmitió el reclamo. "No los voy a sacar porque si no los instalo yo, ese lugar lo va a ocupar otro y ese otro avanzará sobre mis negocios", expresó Castillo, según declaró Antequera ante la Justicia.
Antequera reaccionó y convocó a su amigo Marcelo Aravena, también conocido como "Marcelo de Lomas", uno de los referentes de la barra brava de Boca, para que lo ayudase a liberar las calles de los puestos instalados por Castillo.
Con esa declaración, quien aparecía como el presunto jefe de la asociación ilícita en la denominada causa "La Salada 2", se convirtió en un inesperado arrepentido y apuntó directamente contra Castillo.
"Entre 2011 y 2014, Jorge Castillo comenzó a tomar las calles Tilcara, Virgilio, Azamor, Euskadi y Ribera Sur, mediante la instalación de puestos callejeros a través de un grupo de personas que trabajaba con él y al que todos conocíamos como Los Chaqueños", expresó Antequera en su declaración como arrepentido.
Antequera, autodenominado fundador de La Salada, fue detenido en agosto de 2017 y acusado, como su viejo rival, de integrar una asociación ilícita que manejaba la venta clandestina en el enclave lindero al Riachuelo. "Después de la reunión con Jorge Castillo, al ver su respuesta y que este no iba a ceder en la instalación de puestos callejeros, le pedí a Marcelo Aravena, con quien tengo una relación de amistad, que me dé una mano para controlar el avance de la gente de Castillo y de los otros grupos en la calle, es decir de quienes estaban perjudicando el negocio de Urkupiña", manifestó Antequera.
Actualmente, Aravena está detenido y con prisión preventiva dictada por la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora. Fue jefe de la facción de Lomas de Zamora de la barra brava de Boca y aliado estratégico de Rafael Di Zeo.
En su declaración, Antequera mencionó a los supuestos barrabravas de Boca Hernán Ávalos, alias Fantasma; Santiago Vélez; Héctor Agüero, alias Pato; Ezequiel Barraza, alias Chicho, y a Santiago García, alias Cara Manchada, como integrantes del grupo de choque que le disputaba el territorio a Castillo.
Todos ellos fueron condenados a ocho años de prisión por amenazar a los comerciantes que tributaban a Castillo. Durante el juicio oral, el fiscal Scalera acusó de los sospechosos de amenazar con armas a los comerciantes con el objetivo de que abandonaran su trabajo, que para muchos constituía su única fuente de ingresos.
En la misma causa, el Tribunal Oral N° 1 de Lomas de Zamora, integrado por los jueces Jorge Camino, Marcelo Dellature y Claudio Fernández, condenó al comisario Juan Reboredo, titular de la seccional de Ingeniero Budge, con jurisdicción en la feria de La Salada, y al jefe de calle de dicha dependencia Pablo Avitábile, a siete años de prisión.
Se trató de un expediente independiente al de "La Salada 2". Esta causa se había iniciado a partir de las decenas de denuncias que se recibieron en las fiscalías de Lomas de Zamora de parte de los puesteros que fueron sometidos a golpizas, amenazas y pedidos de coimas por parte de los barrabravas de Boca que defendían los intereses de Antequera en su enfrentamiento con Castillo.
Tan fuerte era la protección policial que tenían los barrabravas de Boca que, en agosto de 2017, en plena conmoción por las detenciones de Castillo y Antequera, algunos de los comerciantes que instalaban sus puestos en las calles adyacentes a la feria La Salada dijeron haber visto a Ávalos circular por el Camino de la Rivera en un Audi TT blanco sin patente. Ávalos, alias Fantasma, visitaba la zona para cobrar los alquileres a los puesteros a pesar de que tenía un pedido de captura vigente desde hace dos años.
La guerra por el control de los puestos en las adyacencias de La Salada incluyó a grupos que no estaban directamente vinculados con Castillo y Antequera. Ese enfrentamiento dejo al menos dos muertos: Pablo "el Bocón" Zárate y Luis "Pinky" Rodríguez, Por ambos homicidios ocurridos en 2015, Néstor Fabián "Chaquito" Flores y José Alberto De Luca fueron condenados a prisión perpetua.