La Policía Federal podrá identificar a pasajeros en las estaciones de Retiro y Lacroze
El Ministerio de Seguridad dispuso el refuerzo de controles en las cabeceras ferroviarias, en una planificación operativa que incluye la posibilidad de exigir documentos a ciudadanos
Más de 60.000 personas circulan cada día por la estación cabecera de la línea ferroviaria Mitre. Ese emblemático edificio del barrio de Retiro fue modernizado el año pasado y desde ayer cuenta con un dispositivo especial de seguridad. Allí fue lanzado un plan de refuerzo de la vigilancia que está armado alrededor de un concepto preventivo: quitar espacio de movimiento de delincuentes. Territorio a cargo del Estado nacional, los uniformes de las fuerzas federales tendrán allí una presencia superior a la custodia normal que era observada cada día. Las primeras acciones fueron visualizadas enseguida por los pasajeros, ya que la directiva recibida por esos agentes fue identificar al azar a quienes atraviesan el embellecido hall central.
"La idea es cuidar a la gente que viaja todos los días. Queremos seguir mejorando la seguridad y bajar el índice de delitos en trenes", expresó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al presentar ayer el programa denominado Ofensores en Trenes, que como plan piloto funcionará inicialmente en la terminal de la línea Mitre y en la estación ferroviaria Federico Lacroze.
En la cabecera de Retiro funciona uno de los sistemas de videovigilancia instalados este año a partir de la compra de derechos de uso por parte del gobierno porteño de un software de reconocimiento facial. Las imágenes obtenidas por esas cámaras emiten una alerta frente al reconocimiento biométrico de una persona buscada por la Justicia. En ese caso, se trabaja solo con la base de datos de prófugos. La iniciativa presentada ayer por el gobierno nacional amplifica los márgenes de búsqueda con el uso de agentes en el lugar. Un evadido resultará allí detectado por las cámaras insertadas en el sistema de reconocimiento facial, pero la intención oficial en ese caso es actuar en forma preventiva sobre aquellos delincuentes que no se encuentran actualmente perseguidos por jueces.
El trabajo policial en el edificio ferroviario se orienta a evitar delitos.
La identificación de personas será al azar. Esa situación busca transmitir al ladrón la incertidumbre sobre si tendrá suerte o no ese día frente a chequeos aleatorios. Que esa persona decida no pasar por allí. La expectativa oficial es despejar esa zona de potenciales delincuentes.
"El sistema es el mismo que se utiliza en Tribuna Segura: la persona muestra su documento, este es escaneado y si le sale verde puede seguir; si sale rojo, es o porque tiene un delito cometido en el tren o porque tiene un pedido de captura por algún delito", explicó la ministra Bullrich.
Antecedente: Tribuna Segura
La referencia al sistema de control ante eventos deportivos llamado Tribuna Segura es importante en este caso. En las inmediaciones de los estadios se realiza un chequeo similar de identidades no solo para dar con un prófugo –muchos caen por su pasión por el fútbol y hacen realidad la ficción expuesta en El secreto de sus ojos–, sino que también se busca frenar el ingreso de hinchas que, por sus actos de violencia, figuran en las listas negras de derecho de admisión. La mención al programa Tribunas Seguras tiene sentido aquí por emplearse los mismos dispositivos técnicos.
La identificación en las estaciones ferroviarias será verificada con la utilización de algunas de las mil unidades de teléfonos móviles que tienen un software especial conectado con el Registro Nacional de las Personas. El ciudadano deberá presentar su DNI y la policía podrá chequear la información con esa base de datos de identidades. En caso de que la persona no tenga en sus manos ese documento, con la mención del número podrán los agentes recibir en sus celulares la imagen escaneada de ese DNI y darse cuenta así de si la foto corresponde o no con la del ciudadano que aportó ese dato. Frente a dudas, estará disponible una unidad de identificación biométrica mediante huellas digitales que otorga una certeza en segundos.
Dado que los prófugos de la Justicia pueden ser capturados con el sistema de cámaras con reconocimiento facial, la búsqueda estará orientada a detectar sospechosos con antecedentes penales o causas en curso. "Si la persona estuvo involucrada en un delito cometido en un tren, se le avisa que va a ser especialmente monitoreada", dijo Bullrich. La identificación al azar puede dar lugar a una requisa y una detención en flagrancia.
La mecánica empleada de identificación al azar, esto es, interrumpir momentáneamente la circulación de un ciudadano para exigir el DNI, está envuelta en una polémica con relación a la protección de los derechos individuales. Sin embargo, ese debate fue saldado en diciembre de 2015 por el Tribunal Superior de Justicia porteño, que avaló esa posibilidad al rechazar un planteo de nulidad de un procedimiento policial en la estación de Constitución en un caso muy similar al que podría encontrarse durante el desarrollo de este nuevo plan de prevención del delito.
En ese expediente se trató la queja por la nulidad de un procedimiento que se había iniciado en el pedido del DNI y derivado en el arresto de un hombre en el hall de la estación ferroviaria de Constitución por la portación de un arma de fuego. El tribunal porteño entendió que la exigencia de una identificación no debe ser confundida con una privación de la libertad ni del movimiento personal si se toman en cuenta parámetros que fueron definidos en el voto de los jueces.
El sustento legal
"El genuino control que, en determinados lugares, ejerce la autoridad de prevención con fines disuasorios, a fin de resguardar en mayor medida las legítimas expectativas de seguridad que la población deposita en ella, ciertamente no puede ser tildado en abstracto de espurio e insostenible, bajo el argumento de que aquel limitaría de una manera poco significativa la circulación de los ciudadanos o su intimidad; máxime, cuando de lo que aquí se trata es de la mera exhibición del documento público que toda persona de existencia visible que se domicilie en el territorio argentino –o bien que sea argentina sea cual fuere el lugar en donde se domiciliare– legalmente debe, cuanto menos, tramitar e incluso presentar en cualquier circunstancia en que resulte necesario acreditar, fehacientemente, la identidad para el ejercicio de ciertos derechos u obligaciones", se consignó en ese fallo, que fue citado en la resolución del Ministerio de Seguridad que habilitó el programa Ofensores en los Trenes y que fue publicado ayer en el Boletín Oficial.
Y se agregó: "La facultad de requerir la identificación de las personas, en lugares públicos o de acceso público, por parte de la autoridad policial no exige la concurrencia de circunstancias sospechosas o indiciarias acerca de la hipotética comisión de un ilícito que deba ser conjurado, sino que dicha facultad razonablemente se justifica en la propia función de prevención y disuasión que les concierne como funcionarios públicos encargados de hacer cumplir las leyes y de velar por una convivencia pacífica de todas las personas que transitan libremente por estos lugares".
Más allá de la polémica, en la práctica se realizan confirmaciones similares de identidad en los aeropuertos y en puestos de chequeos de tránsito.
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