La Patrulla Municipal de Mar del Plata comenzará a usar armas no letales

MAR DEL PLATA.- Uno de los agentes, entre tos y tos, rompe la formación e intenta evitar fregarse los ojos. Efecto directo de los proyectiles de prueba que le impactaron a centímetros, contra un paredón donde todos sus compañeros estaban en línea, y liberaron ese gas lacrimógeno que poco a poco suma sufrimiento.

Cortas con formato de pistola, largas con formato de fusil, las armas no letales aparecerán a la brevedad como parte del equipamiento que portarán empleados de la Patrulla Municipal, el cuerpo local que depende de la Secretaría de Seguridad del municipio de General Pueyrredón y que en gran medida se ocupa de responder en las calles ante situaciones de contravención.

Será el debut de esta alternativa en esta región de la provincia de Buenos Aires, que ya tiene en el conurbano los primeros antecedentes. La misma marca de lanzadoras está incorporada en municipios como Ezeiza, Lanús y San Miguel, entre otros. Y con esa misma marca operan efectivos de la Policía de la Ciudad y de las fuerzas de seguridad provinciales de Córdoba, Chubut y Tucumán.

La Municipalidad de General Pueyrredón compró en esta instancia inicial un total de 40 pistolas y fusiles con las correspondientes municiones. Son esferas de un centímetro de diámetro y en dos versiones. Una sólida, que busca conmover por impacto, y otra que al explotar contra el objetivo libera ese gas lacrimógeno que busca reducir la capacidad de acción del objetivo, que se presupone alguien muy violento, con riesgo para terceros o él mismo.

“Si una herramienta puede ayudar a mejorar la seguridad y prevenir tragedias, vamos a usarla”, afirmó a LA NACION el intendente Guillermo Montenegro y remarcó que “en Mar del Plata, la seguridad es prioridad”.

El jefe comunal agregó: “Estoy convencido de que con decisiones como esta estamos dando pasos firmes para proteger tanto a vecinos como a quienes eligen visitarnos”.

El instructor que trabaja en la práctica con los 12 agentes seleccionados para esta primera experiencia deja conceptos claros. “El equipo tiene un tiro muy preciso, la prioridad es centra el blanco”, explica a quienes ya han transitado por un período de capacitación que incluyó contenidos teóricos, vinculados al manejo de estas lanzadoras y las situaciones o contextos en que se puede dar su uso, y clase práctica, que se concretó en el Tiro Federal de Mar del Plata.

“La Patrulla Municipal está trabajando en las calles atendiendo en particular a situaciones que están en el marco de las contravenciones, pero a veces el límite es muy delgado con el delito”, dijo a LA NACION el secretario de Seguridad municipal, Rodrigo González y aclaró: “necesitábamos algo entre las armas tradicionales y la nada misma, con la que se actuaba hasta ahora”.

Por estos días, en particular desde redes sociales del propio intendente, se han registrado y reproducido situaciones de tensión entre personal municipal y cuidacoches o limpiavidrios, actividades que se encuentran prohibidas por ordenanza y que se intenta erradicar.

“Voy a usar todas las herramientas que tenga a mi alcance para evitar que Mar del Plata se convierta en una ciudad invadida por zombis, como lo vemos en algunos lugares del mundo, o incluso en ciertas ciudades de nuestro país”, dijo a LA NACION y consideró que esos resultados se dan “cuando no se actúa, cuando se mira para otro lado, y cuando las excusas le ganan a las soluciones”.

Al respecto, recordó que el municipio no cuenta con policía propia ni puede tener personal que porte armas letales, pero también tiene responsabilidad sobre el orden en el espacio público. “Por eso se necesitan herramientas adecuadas para actuar con seguridad y eficacia”, explicó y si bien aclaró que no se reemplaza a la policía provincial, se complementa el trabajo. “Nuestro foco está en dotar a los equipos de la mejor tecnología y capacitación para cuidar a los vecinos”, insistió.

Para reforzar esa presencia del personal municipal se invirtió en este equipamiento que, previa autorización del Concejo Deliberante, avanzó con un llamado a licitación y la posterior compra de equipos Byrna, fabricados en la Argentina por la empresa Bersa.

Con ello se le busca dar al agente del área de Seguridad una alterativa más para intervenir en la resolución de situaciones de alta conflictividad. “Lo mejor sería no llegar a utilizarlas”, reconoció Goncalvez y anticipó que quizás a comienzos de la próxima semana el personal de la Patrulla Municipal que ya hizo la capacitación comenzará a cumplir con sus rondines equipado con las pistolas o fusiles lanzadores no letales. La inversión realizada supera los 50 millones de pesos.

El propio intendente impulsó la incorporación de este equipamiento en la por entonces Policía Metropolitana (la antecesora de la Policía de la Ciudad), allá por 2010, cuando era Ministro de Seguridad durante la gestión del entonces jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri. En aquel caso fueron las pistolas Taser, con descarga eléctrica de bajo amperaje, luego cuestionadas por la justicia y finalmente autorizadas.

En el caso marplatense son equipos que funcionan con aire comprimido y, según el modelo, tienen capacidad de realizar hasta 20 disparos pellets o postas con similar potencial de velocidad e impacto. Son livianos y tienen un alto índice de efectividad cuando el objetivo de impacto está hasta 20 metros de la posición desde donde se gatilla.

La intención, según se explicó, es que sean una opción de trabajo allí donde una situación se vuelva complicada para ser solucionada por la instancia del diálogo y donde el uso de armas tradicionales se podría ubicar al límite del exceso. Incluso cuando se pueda coincidir en uno de estos hipotéticos escenarios con la intervención de fuerza provincial. “No vamos a tolerar que el espacio público sea tomado por trapitos extorsionadores, por fisuras o por mafias organizadas que buscan imponer su propio desorden”, afirmó Montenegro.

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