La otra pandemia: los acosadores (cómo identificarlos y qué hacer para protegerse de ellos)
La presencia de acosadores (stalkers) en nuestra sociedad ya tiene carácter de pandemia. En la menor proporción de los casos se trata de personas con características psicóticas, desconectadas de la realidad y que viven un delirio; en la mayor parte de las veces se trata de individuos con trastornos de personalidad, que pasan por el límite, el fronterizo y el narcisista, es decir, individuos que comprenden la realidad, y que pueden discernir sobre la naturaleza de sus acciones.
En la exploración psicopatológica se observan sentimientos de inferioridad e inadecuación, de fracaso social y de no pertenecer a un sector que pueda esgrimir muchos éxitos personales; por eso, cuando focalizan su atención en una determinada mujer no opera el enamoramiento sino la cosificación.
Cosificar a otra persona, en estas personalidades, torna de inmediato a la víctima circunstancial en un objeto, una posesión, y, como tal, la víctima no puede elegir, decidir ni optar por nada que no sea la obediencia a su supuesto dueño. Y esta idea se torna tan fuerte, que se denomina sobrevalorada y se acerca peligrosamente a la obsesión y al delirio.
Dado esto -y, a veces, dada la dificultad de los sistemas de seguridad para efectuar una debida prevención de un final absolutamente previsible-, es la víctima, y solamente ella, con el apoyo de su medio, la que debe tomar muy activas y precoces medidas de alejamiento y corte de este tipo de patológicas relaciones.
Cuando se exploran casos como el ocurrido esta semana con Úrsula Bahillo en Rojas, se verifican relaciones increíblemente prolongadas, donde se han dado todas las manifestaciones posibles para identificar la enfermedad del agresor; es por ello, que conviene, en este momento, recordar algunas recomendaciones sugeridas por los maestros de la psiquiatría forense y de la práctica clínica forense, como ser:
- Tome siempre seriamente a su acosador/a
- Informe a su familia y sus amigos de la presencia de un/a acosador/a en su vida
- Mejore la seguridad de su hogar (estadísticamente, y por lejos, el lugar donde se produce la mayor parte de los homicidios)
- Obtenga testigos cada vez que es acosada/o
- Trate de tomar fotos del/a acosador/a y expóngalo/a en sus redes sociales
- NO responda a llamados, correos electrónicos, cartas o invitaciones del/a acosador/a
- Obtenga una orden judicial de impedimento de acercamiento y un botón de pánico
- Mantenga una comunicación con la sede policial más cercana a su domicilio
- Trate de no viajar solo/a
- Varíe sus recorridos cotidianos
Para concluir: aún hoy en día hay una baja percepción social de la importancia y el riesgo de los acosadores, especialmente entre los jóvenes, del mismo modo que se desmerece el concepto de que el acosador puede ser también una mujer, y también hacia el propio sexo. Las características de personalidad mencionadas al principio pueden culminar en un cóctel explosivo con un final tan violento como impredecible. Por ello, todas las medidas preventivas deben ser conocidas e instrumentadas, en primer lugar, por la potencial víctima, para no convertirse en una víctima real. El resto quedará en manos de la Justicia y de la psiquiatría, esta última tan limitada en su acción por una ley de salud mental vigente, que constituye otro peligro adicional para nuestra sociedad.
Andrés Mega es profesor universitario, Psiquiatra, Legista y Psicoterapeuta