La muerte de Maradona. Matías Morla, el hombre de la mesa de entrada en Morón
En diez años Matías Morla pasó de empujar el carro con los expedientes por los Tribunales de Morón a llevar sus valijas por los aeropuertos más importantes del mundo, como fiel guardián de los secretos de Diego Maradona.
Morla ejercía un poder absoluto sobre Maradona. Negociaba todos los aspectos de los contratos del astro del fútbol mundial; las condiciones que se consignaban en los papeles y los beneficios que no figuraban en esos documentos.
Como abogado se ocupaba de los asuntos legales de Maradona. Mientras que su hermana, contadora de profesión, manejaba las finanzas del director técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata. Su cuñado, Maximiliano, era el asistente personal de Maradona. Morla contrató a la mayoría de las personas que estaban en la casa del lote 45 del barrio San Andrés, cuando el exfutbolista murió.
Durante 2003 y 2004, cuando todavía no se había recibido de abogado Morla atendía la mesa de entradas de la fiscalía N° 4 de Morón y, como se conoce en la jerga del ambiente de tribunales "hacía de correo" trasladando causas y notificaciones entre las distintas dependencias judiciales.
En esa época, Morla se movilizaba en un desvencijado Fiat Duna y estudiaba Derecho en la Universidad de Morón. Comenzó en los tribunales como auxiliar tercero.
Pero, en 2005, Morla decidió que quería desarrollar su carrera como abogado del otro lado del mostrador; no como funcionario judicial, sino como letrado.
Después de terminar la carrera de Derecho, Morla comenzó a trabajar en el estudio de uno de los abogados más respetados que litigaba en el Departamento Judicial Morón: Rodolfo Ruiz.
En 2011, Morla comenzó a desfilar por algunos estudios de televisión. Se presentaba como defensor de Néstor Altamirano, uno de los acusados de participar en el secuestro y homicidio de Candela Sol Rodríguez.
Altamirano era el carpintero que tenía a su cuidado la casa de la calle Kiernan donde habría estado cautiva Candela. Morla logró que la Justicia excarcelara al imputado. No obstante, Altamirano fue sometido a juicio oral con otros imputados por el asesinato de Candela.
En esa época, el abogado se mostraba predispuesto a concurrir a los estudios televisión y a los reportajes. Pero esa actitud de colaborativa cambió cuando se hizo cargo de los asuntos legales de Maradona.
Antes de dedicarse a tiempo completo a Maradona, Morla sumó minutos de exposición mediática con la defensa de Moria Casán, acusada y detenida por su presunta responsabilidad en el robo de joyas en Paraguay. Morla se encargó personalmente de diagramar la estrategia legal para excarcelar a la vedette y conductora.
Debido a que se hizo conocido en el ambiente de la farándula, Morla sumó más personajes famosos a su lista de defendidos.
Pero el cliente más importante de Morla llegó en 2013, cuando el abogado Ruiz, que compartía el estudio jurídico con su colega Víctor Stinfale, se retiró como letrado de Maradona y dejó su lugar al exempleado de la mesa de entradas de la fiscalía N° 4 de Morón.
De forma gradual y progresiva, Morla se convirtió en un colaborador indispensable para Maradona. Morla dejó todos sus casos para dedicarse exclusivamente al astro del fútbol mundial.
Así, cambió su casa de Ramos Mejía por acompañar a Maradona a vivir en Dubai. También lo asistió en la firma de los contratos en México, Bielorrusia y especialmente Venezuela.
Su influencia sobre Maradona fue tan importante que designó a su asistente y al custodio. Nadie se acercaba a Maradona sin que Morla lo autorizara. Esto provocó la furia de Claudia Villafañe y de sus hijas Dalma y Gianina.
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